Ingeniería y conciencia ecológica

Gustavo Abarca

Sus padres son ingenieros electrónicos. Desde pequeña desarrolló gusto por las matemáticas y la lógica, las cuales influyeron en la elección de la carrera que actualmente estudia. Cursa el séptimo semestre de Ingeniería en Sistemas Computacionales y estuvo de intercambio en la Universidad de Berna, Suiza, en el periodo Primavera 2013 de intercambio académico.

Diana Contreras tiene 21 años de edad y su estancia en Suiza le dejó una serie de reflexiones, tanto en personal como en lo profesional. Por ejemplo, destacó que una de las cosas que más le llamaron la atención del país europeo es la organización.

Para ella, los métodos que se tienen en ese país y la adecuación de la gente a ellos funcionan. "Todo está bajo las reglas y funciona muy bien. Por ejemplo, si no sacas la basura en bolsas específicas, no la recogen y con eso hacen que la gente vaya a reciclar porque tienen botes para reciclar. También en el súper, no usan bolsas. El desarrollo que tienen me llamó mucho la atención y me gustó ver eso y que México puede llegar a ser más ecológico. El transporte me gustó. A todos lados podías llegar en bici o en tren, casi no se usa el carro".

Para Contreras, a quien le gustan las bandas sonoras para películas compuestas por el alemán Hans Zimmer (El Rey León, la trilogía de Batman de Christopher Nolan y Gladiador, por citar sólo algunas), otro de los aprendizajes en tierras suizas fue comprender más la importancia del respeto. "Antes que nada, el respeto a las opiniones ajenas, porqué me tocó conocer a muchas personas de otras partes del mundo y se debe anteponer el respeto porque cada quien tiene una cultura diferente".

Contreras, quien estudió el bachillerato en el Centro de Desarrollo Integral Arboledas (Cedi), completa que también esta parte relacionada con la cultura y la educación puede ser de relevancia para el cuidado ambiental, ya que de acuerdo con lo que vivió en Suiza, concluye que "no es tan difícil cuidar el ambiente, aquí lo vemos más como como híjole andar un día sin carro... Sí se puede y funciona. Estoy intentando venirme en bicicleta. En México, creo que sí se puede crecer y no dañar tanto el ambiente".

En relación con el nivel académico en dicho país en el que pasó un semestre, Contreras, a quien le gusta la cocina especialmente lo que tenga que ver con la repostería, afirma que "es muy alto", debido a que tiene que ver más con el autoestudio, además de que la única calificación que cuenta es la de un examen al final del curso.

Sobre qué le ha dejado el ITESO, Contreras, a quien algo de lo que más le gusta es la programación pues está basada en la lógica y es una de las áreas a las que le gustaría dedicarse además de la administración de sistemas, señaló que la libertad de estudiar y la invitación a investigar y a desarrollar cosas.