Literatura y braille: se trata de sentir
Detalle BN6
- Inicio
- Literatura y braille: se trata de sentir

Literatura y braille: se trata de sentir
"Si me matan dirán, que me pasó por atrevido, por confiar en mi camino, por buscar mi libertad…" Así abrió Bernardo Álvarez la tercera sesión de Dime Poesía que, quién tras diez años de echado andar este proyecto, fue la primera persona en leer en braille.
Bernardo, que leyó una de las canciones de su nuevo disco Confía, además de músico y escritor, impartió durante este semestre los talleres de braille en el ITESO. Como egresado de la carrera de Ciencias de la Comunicación, escuchó de Dime Poesía desde que era estudiante y, motivado por sus clases, la sesión del pasado 28 de marzo no solo se convirtió en su primera participación, sino también en la primera vez que alguien leía de forma distinta: "Pensé que tenía que ser un pretexto para que mis alumnos y alumnas pudieran ir a seguirme en la lectura", comenta Bernardo.
La participación de Bernardo en la sesión de marzo, fue un momento de celebración para Dime Poesía, menciona Lupita Lira, coordinadora de literatura del Centro de Promoción Cultural y organizadora del proyecto. El público, acostumbrado a ver a los participantes con su texto impreso o siguiendo la lectura desde su celular, que, con referente a lo usual tiende a ser lo más novedoso, tuvo la oportunidad de aprovechar el espacio como reflexión: "Fue un gusto ver cómo Bernardo se apropió del espacio y lo hizo suyo, le hizo entender al público que hay muchas formas de leer, porque nosotros estamos muy acostumbrados a hacerlo de una manera muy convencional".
El braille es un sistema de puntos que se lee y escribe con las manos, explica Bernardo. Sus talleres, que imparte por primera vez en ITESO, constan de diez sesiones que van más allá de ver únicamente los puntos, sino de sentirlos. Con el propósito de sensibilizar el sentido del tacto, se realizan una variedad de ejercicios con texturas y de memorización, para así ir "más allá de lo que los ojos creen estar viendo".
Sofía Morgenroth, estudiante de séptimo semestre de psicología, y que cursó los talleres, menciona que las clases la dejaron fascinada y que es importante fomentarlas para que, como profesionistas, sea posible la comunicación con personas con alguna discapacidad.
En el artículo 30 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, se lee: "Los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a participar, en igualdad de condiciones con las demás, en la vida cultural…". Este apartado incluye el acceso a lugares donde se ofrezcan representaciones o servicios culturales, así como de materiales con formatos
accesibles, con el fin de desarrollar y utilizar su potencial creativo, artístico e intelectual.
De acuerdo con este artículo, y en relación con la literatura, Bernardo cree que la expresión cultural es cada vez más amplia gracias a los medios de Internet: "Es muy padre que ya casi cualquiera puede crear un blog y escribir lo que piensa, compartir lo que lee y le gusta, y ya todo el mundo puede verlo. Creo que las tecnologías nos han facilitado mucho". Sin embargo, a pesar de que ha habido ciertos avances, en el caso de las personas con discapacidad visual todavía existe un rezago en cuanto a la cantidad de material impreso, ya que la oferta de literatura en braille es, además de escasa, limitada, por ser más común la impresión de libros de texto.
Dime Poesía siempre ha sido un proyecto donde cada voz hace del espacio algo nuevo. Bernardo Álvarez, en esta última sesión, lo demostró. No sólo fue la primera persona en leer en braille, sino que dejó tras de sí la necesidad de una reflexión y un seguimiento en torno al tan vigente tema de la inclusión.
Dime Poesía ha dado un paso más y, en cuanto a la literatura, Bernardo siguió con lo que ha enseñado a sus alumnos en los talleres de braille: se trata de sentir.
Por: Jimena Aguirre de la Torre