La importancia de involucrarse con empatía para lograr una participación ciudadana efectiva
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La importancia de involucrarse con empatía para lograr una participación ciudadana efectiva
Por Luis Fernando González
Podemos definir a la participación ciudadana como el involucramiento activo de la ciudadanía en temas y decisiones de interés público. Jorge Federico Eufracio Jaramillo, académico del Cifovis ITESO y autor del libro "Testimonios sobre una herida abierta: Ecos y voces a 25 años de las explosiones del 22 de abril de 1992 en Guadalajara" nos comenta sobre el panorama actual de la participación ciudadana en Jalisco.
¿Cuáles consideras que son los actuales retos de la participación ciudadana?
Vincular a la gente, existen muchos problemas en la sociedad jalisciense y el socializarlos de tal manera que la gente los haga propios, es el reto. Que no vea que los problemas son de otros, sino que pueden ser y son los de nosotros. En la medida en que eso suceda, podremos hacer ese vínculo, una conexión social y una participación más efectiva.
Hay falta de empatía, muchas veces andamos en nuestras actividades cotidianas, tan centrados en nosotros mismos, que no logramos ver cómo suceden cosas a nuestro alrededor que nos afectan a todos como sociedad. Es momento de empezar a voltear a ver a los otros y de hacer ese vínculo de empatía con ellos, poder salir a las calles cuando sea necesario, pero también salir al diálogo, al trabajo colectivo para solucionar problemas de conjunto.
¿Cómo consideras que debe ser la relación autoridades-sociedad civil para una participación ciudadana efectiva?
De total conexión y apertura, nadie tiene las verdades absolutas de las cosas, ni las soluciones totales a un problema, solo se puede llegar a mejores soluciones a partir de un diálogo abierto y de un trabajo conjunto. Eso implica a las organizaciones de la sociedad civil, a la población en general y a los organismos de gobierno. No se puede hacer sin el gobierno, sin las instituciones, sin la población, se tiene que promover un verdadero debate público donde podamos encontrar verdaderas soluciones. Creo que ahí hace falta todavía mucho trabajo por hacer.
Es necesario que se acaben los términos de confrontación entre sociedad civil y gobierno, para llegar a soluciones reales de problemas muy concretos se necesita el diálogo. Ese es el problema central, las fallas de apertura, del saber escuchar al otro, así se construyen las empatías, el diálogo abierto y la multiplicidad de formas de ver el mundo, y así podemos llegar verdaderamente a construir algo colectivo. Ahí es donde nos falta mucho por avanzar.
¿Qué invitación harías a la gente para que se involucre y participe en las tomas de decisiones?
Hay que pensar acerca de qué problemas nos afectan en la vida cotidiana, y poder entender que hay otras personas que también los sufren y que las organizaciones, colectivos y gente se están moviendo para saber más sobre esos conflictos y buscar soluciones, ahí es donde podemos empezar a hacer conexión con formas colectivas de organización, y hacer redes con gente que está preocupada por esas mismas cuestiones que nos aquejan a nosotros. Saberse mover, en pocas palabras.
¿Cómo relacionar sucesos como el del 22 de abril (sobre los que hablas en tu libro) y el terremoto del 85 como punto de referencia para la participación ciudadana?
Aunque dichos eventos fueron de origen muy distinto —el terremoto fue por la naturaleza y las explosiones del 22 de abril son por causas antropogénicas—, lo que tienen en común es el agravio que sintió la gente por una cuestión: la falta de reacción gubernamental. Cuando uno conoce este tipo de casos, entiende cuál es el malestar: lo dolida que está la gente. Lo físico se convirtió en moral, no hay una respuesta gubernamental para ellos, y eso se convirtió en su batalla, en decir "alguien se tenía que hacer responsable políticamente de lo que me ocurrió aquel día".
Debemos enterarnos de ese agravio y hacerlo propio, y mientras seamos capaces de hacerlo, seremos capaces de vernos y reflejarnos a nosotros para saber que tenemos que luchar todos por esa meta común. El daño a ellos, es a todos. Nos afecta todos como sociedad. Así seremos capaces de tener una ocupación más activa en los problemas públicos y por lo tanto darle solución a todos como conjunto.
Puedes conocer más sobre Jorge Eufracio y su trabajo en el siguiente enlace: https://bit.ly/2kqRxdE