Encuentro de Centros Educativos Interculturales
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Encuentro de Centros Educativos Interculturales
Construcción de un sistema educativo indígena propio
I Encuentro de Centros Educativos Interculturales Wixáritari y Na'ayeri.
[5.feb.14] Vincularnos para caminar hacía la construcción de un sistema educativo indígena propio, fue una de las tantas reflexiones que se suscitaron durante el Primer Encuentro de Centros Educativos Interculturales Wixáritari y Na'ayeri, el pasado mes de enero en las instalaciones del ITESO y el Centro de Espiritualidad (CESP).
Se convocó a directivos, docentes, asesores, estudiantes del ITESO y ex alumnos que cursaron su Proyecto de Aplicación Profesional en alguno de los proyectos. Durante dos días de talleres se compartieron las historias e inicios de cada centro, los retos educativos y de gestión, las propuestas de trabajo curricular y de enseñanza-aprendizaje y la incipiente necesidad de establecer enlaces para entablar una comunicación entre sí, esto, como parte de lo que se vislumbra construir: el Sistema Educativo Wixárika y Na'ayeri.
Oscar Hernández, coordinador del Programa Educación Indígena Intercultural, del Centro de Investigación y Formación Social-CIFS, dio la bienvenida y apuntó que el hecho de estar congregados respondía a las inquietudes que diversos miembros de las escuelas buscaban promover: "Este encuentro es un momento, me parece histórico, porque es la primera vez que nos reunimos todas las escuelas y estoy hablando, sí hacemos el recuento, que la primera escuela en la sierra con esta orientación comunitaria, […] Tatuutsi en San Miguel, está a punto de cumplir casi 20 años."
Los centros educativos wixárika y na'ayeri presentes
La experiencia educativa intercultural en la sierra norte de Jalisco, específicamente en las comunidades wixáritari de San Miguel, Huaixtita, -Centro Educativo Intercultural Tatuutsi Maxakwaxí (1995), y de San Andrés, Cohamiata, -Bachillerato Intercultural Bilingüe Tatei Yurienaka ´Iyarieya (2000); ambas del municipio de Mezquitic, dan muestra de que las iniciativas comunitarias en materia educativa, más allá de una necesidad y un derecho, son una realidad que está sentando bases para que proyectos similares continúen replicándose en otras comunidades de la región.
En el 2009, nació el Bachillerato Intercultural Tamaatsi Páritsika en la localidad de Nueva Colonia, también de Mezquitic. Un año después, en el 2010, el Bachillerato Intercultural Muxatena, una comunidad pluriétnica enclavada en la sierra del Nayar, en Nayarit. En recientes fechas, Agosto de 2013, abre sus puertas el Bachillerato Intercultural ‘Takutsi Niukieya, en la comunidad autónoma de Bancos de San Hipólito, municipio de Calítique en Durango. Y por último, en el 2014, el Bachillerato Intercultural Tamatsi Kauyumarie de la localidad de Popotita, Jalisco. Cada proyecto posee su muy particular forma de organización e incluso, aunque se parte del modelo educativo de Tatei Yurienaka, -con reconocimiento del Estado-, éste, funciona como plataforma para el diseño de la propuesta contextualizada de cada centro.
Y es que la realidad en la región no solamente busca que exista más educación, sino que la impartida sea congruente con las necesidades contextuales y culturales de las comunidades. Si bien los dos primeros centros abrieron campo a nuevas experiencias propias, también marcaron la pauta en lo que nivel secundaría y bachillerato refieren en la zona. Estos dos centros, Tatuutsí y Tatei, fueron los precursores, y a raíz de estos, se instauraron las telesecundarias y los colegios de bachilleres en la región. El EMSaD # 51 de San Miguel, Huaixtita (2010), también estuvo presente con el propósito de conocer sobre los proyectos interculturales para así comenzar la transición de su modelo convencional, hacía uno intercultural.
Voces nuevas, voces de experiencia
Muchos de los presentes jamás habían tenido la oportunidad de conocerse, y entre presentaciones y expectativas se vislumbraba aprender de los conocimientos de los más experimentados: Agustín Salvador, profesor de cultura y lengua wixárika de Tatuutsi Maxakwaxí, comunero veterano y escritor de sus propias memorias apuntó: "Yo me siento solo en mi comunidad, necesito quien me apoye […] me eligió el pueblo, tienes que aprender desde el trabajo [...], me preocupe mucho y así fue que hice mi libro para darle clases a los niños sobre la cultura, pensé en la conciencia wixárika muy a fondo ¿qué voy a hacer?, pues tengo que trabajar; hice mi libro desde hace 5 años. Ya tengo mi propio material, todos ustedes tienen que trabajar, no nada más decir yo soy esto o lo otro, el nombre de la escuela está bonito, pero qué le falta a la escuela; materiales, para que los niños aprendan, porque [sin ellos] no van a entender la cultura".
Tras la construcción de una posible agenda común hacía un futuro encuentro; docentes y directivos constataron que el trabajo debe mantenerse coordinado para compartir, no nada más experiencias, sino complementar saberes y estrategias de enseñanza, entablar encuentros de profesores de área para mejorar sus aprendizajes, continuar construyendo la curricula y realizar intercambio de productos realizados en las áreas productivas de los centros. Sin dejar de mencionar que ven propositivo visitar los diferentes centros con los y las alumnas para que entre ellos también se generen enlaces.
Los retos se afirmaron son múltiples y no solamente centrados en los presentes, sino en aquellos centros educativos que aún faltan sumarse a esta vertiente intercultural, al menos un par de bachilleratos y múltiples telesecundarias, ideas para retomar en próximos encuentros, sin duda, emergentes reflexiones.
Texto: Alondra Barba,
colaboradora del Programa Educación Indígena Intercultural-CIFS