El ITESO colabora en la reducción de violencia en Tancítaro
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El ITESO colabora en la reducción de violencia en Tancítaro
Esta casa de estudios intervino con el Centro de Investigación y Acción Social Jesuitas por la Paz en el municipio michoacano, en el cual no ha habido secuestros y extorsiones en cuatro años.
Con información de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús
Debido a la organización alcanzada entre ciudadanos e instituciones locales, los habitantes de Tancítaro, Michoacán, celebraron en noviembre pasado los logros alcanzados en materia de seguridad en el municipio, ya que desde hace cuatro años no se han registrado casos de secuestro y extorsión.
En el municipio colabora el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) Jesuitas por la Paz, obra de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, que pretende hacer frente a las causas estructurales y culturales de la violencia.
Desde enero de 2015 el CIAS acompaña, por medio de su programa de Reconstrucción del Tejido Social, a la comunidad de Tancítaro y desde entonces no se han registrado secuestros ni extorsiones.
Como parte de las acciones del proyecto, el ITESO y la Universidad Iberoamericana (Ibero) Puebla han impartido cinco diplomados orientados a la formación de actores locales en temas como la familia, la comunidad, el gobierno local, la economía y la educación.
En la población, desde hace aproximadamente cuatro años, se ha promovido una organización ciudadana que parte desde el cuidado de sus comunidades en las barricadas, hasta la instalación de un sistema de comunicación por radios que articula a la ciudadanía y al gobierno local en las tareas de seguridad.
En este sentido, Hugo Sánchez Mendoza, director del Cuerpo de Seguridad Pública de Tancítaro (Cusept), señaló que "en estos cuatro años no ha habido en Tancítaro un solo secuestro o una sola extorsión. Sí ha habido intentos, pero gracias a la coordinación con la ciudadanía no se han llevado a cabo".
Reconstrucción del tejido social
El Programa de Reconstrucción del Tejido Social trabaja en seis sectores: familias, comunidades, escuelas, gobierno local, parroquias y economía. Desde ahí se han desarrollado metodologías encaminadas al mejoramiento de la convivencia vecinal, con la intención de fortalecer la identidad, la confianza y las habilidades para construir acuerdos, y así recuperar la seguridad del municipio.
La seguridad en Tancítaro ha sido resultado de un proceso de articulación entre ciudadanos y autoridades locales, pero también de la atención a las causas de la violencia.
En este sentido, Arturo Olivera, presidente municipal de Tancítaro, señaló en el acto oficial en el que declaró al 16 de noviembre como el "Día de la Comunidad", que "estamos avanzando en ir quitando esas desconfianzas, la violencia que traemos dentro, y en eso ha sido importante el trabajo que se está buscando desde la parroquia y las escuelas con la sociedad comprometida".
Para los ciudadanos y autoridades un tema pendiente la venta y consumo de droga, que ha ido al alza. El 16 de noviembre fue inaugurada la Comunidad Terapéutica, un proyecto impulsado por la Presidencia Municipal de Tancítaro, en coordinación con las parroquias, escuelas y el CIAS Jesuitas por la Paz.
La comunidad terapéutica está configurada por tres programas: uno preventivo realizado en las escuelas; otro ambulatorio realizado en las tenencias, donde se brinda terapia familiar, y uno más de intervención en colonias con altos índices de consumo de sustancias, enfocado en la reactivación de los vínculos vecinales para generar redes protectoras.
Esta propuesta cuenta con una residencia donde voluntariamente se internan personas que desean tener un proceso de recuperación.
De acuerdo con testimonios de los vecinos, se redujo 50 por ciento, en tres meses, el consumo de drogas en la colonia Guadalupe, por medio de la atención terapéutica a las familias y de diversas actividades comunitarias.
Sobre la paz alcanzada, Felipe Vega, párroco de Pareo, tenencia de Tancítaro, señaló que "ha ayudado mucho la disponibilidad de la gente para participar. Pareo tiene una organización por barrios y esto ayuda muchísimo. Prácticamente, cualquier actividad que se realice se hace por barrios y la gente está dispuesta".
Roberto Torres, párroco de Tancítaro, comentó que "lo que ha ayudado a construir la paz son las iniciativas que se han tenido en el municipio, donde se ha buscado comprometer a cada vez más personas y más sectores de la población. Entre ellas, las misiones, las reuniones frecuentes de los ciudadanos y sus autoridades en el tema de seguridad".
Una parte importante del Programa de Reconstrucción del Tejido Social está integrada por las misiones del buen convivir, que se realizan cuatro veces al año con el apoyo de los misioneros redentoristas. "Ahí se hace un tejido fino de las relaciones a través de diversas actividades pastorales en un trabajo con niños, jóvenes y adultos, encaminado a la formación de las comunidades del buen convivir", señaló Jorge Atilano González, coordinador de CIAS Jesuitas por la Paz.
Para el director del Cusept, lo fundamental es la confianza lograda hacia sus instituciones, y agregó que han existido delitos comunes, como es el robo o lesiones, pero que esto se debe a la falta de elementos para cubrir todos los sectores.
El funcionario resaltó que se tenía planeado un plan de descentralización de la policía, pero por la falta de elementos no se pudo llevar a cabo. Para cubrir las 80 comunidades, se tienen 71 integrantes de la policía municipal, y hay 45 integrantes de la Policía Michoacana.
Finalmente, las autoridades indican que, en los últimos meses, han existido focos rojos en los municipios aledaños, pero estos no han afectado al territorio de Tancítaro, gracias a la coordinación entre la Policía Michoacana, el Cusept, el Consejo de Vigilancia y la ciudadana organizada.
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