Alumnos generan conocimiento para preservar el medio ambiente
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Alumnos generan conocimiento para preservar el medio ambiente
Análisis de información geográfica, monitoreo de la calidad del suelo del bosque La Primavera y el rescate de especies endémicas son algunas de las acciones que se llevan a cabo en el proyecto "Desarrollo tecnológico para la sustentabilidad ambiental, energética y alimentaria".
Adriana López-Acosta y Judith Morán
El Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) "Desarrollo tecnológico para la sustentabilidad ambiental, energética y alimentaria" tiene cuatro escenarios desde los cuales los estudiantes del ITESO desarrollan proyectos de investigación o elaboran prototipos con tecnología basada en energía alternativa que podrían usarse a nivel industrial.
Paulina Reyes, Juan Pablo Jiménez y Álvaro Monroy, estudiantes de Ingeniería Ambiental, señalan que en el PAP encontraron un espacio para aplicar lo aprendido durante su carrera.
Los escenarios de este PAP son: desarrollo de tecnología solar, a cargo de David Gudiño; calidad del aire, que dirige Carlos González Figueredo; cambio climático, a cargo de Arturo Balderas, y monitoreo de variables ambientales del bosque La Primavera, con la guía de Lydia Hernández, Hugo de Alba y David Rizo, todos ellos profesores del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales (DPTI) del ITESO.
Monitoreo de variables ambientales
La infiltración del agua, el monitoreo del suelo y la reinserción de especies endémicas son las líneas de investigación que los estudiantes están desarrollando de la mano de Lydia Hernández, Hugo de Alba y David Rizo, docentes que coordinan esta línea de trabajo.
En 2008 hubo un incendio en el Bosque La Primavera, y el predio del ITESO fue muy afectado. Con imágenes satelitales se determinó la gravedad de los daños, así como la efectividad del trabajo que se ha hecho por la restauración de los suelos con las acciones del "Bosque escuela", explica De Alba.
El profesor detalla que este semestre el trabajo se enfocó en tomar muestras de la infiltración de suelos, un proyecto en el que colaboran con Luis Pérez Bernal, profesor del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática (DESI) para crear un protocolo de monitoreo usando un dron, además de analizar el suelo, tomando en cuenta variables como la cantidad de arenas, de arcillas y de materia orgánica, con la finalidad de conocer qué beneficios da el bosque, por ejemplo, en materia de retención de agua.
En esta línea también se desarrollan los protocolos para cultivo in vitro de especies endémicas del Bosque La Primavera, explica Lydia Hernández, como los agaves rzedowskiana y guadalajarana, este último ha tenido una muy buena sobrevivencia, una vez que fue insertado en el predio.
"Tenemos el compromiso social de estar reproduciendo especies endémicas que se pueden perder", afirma Hernández.
Para los estudiantes, señala la profesora, el PAP "es un aprendizaje completamente situado y adquieren habilidades de trabajo en equipo con un arquitecto o ingeniero, con otros PAP y con visiones diferentes".
Además del DESI, este PAP trabaja en conjunto con "Anillo Primavera", PAP del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU), en el cual se desarrolla un proyecto para dar a conocer la recuperación que se ha hecho en el predio de la universidad en el bosque.
Desarrollo de tecnología de energía solar
"El objetivo general de este escenario y proyecto es desarrollar prototipos o aplicaciones para la solución de problemas energéticos en pequeña escala, que puedan ser atendidos mediante el uso de la energía solar", explica David Gudiño, profesor del DPTI.
Concretamente, en los últimos años se ha trabajado en dos áreas: proyectos aplicables a la mejora de procesos y el desarrollo de prototipos o equipos didácticos para la aplicación en prácticas de laboratorio de energía solar. Estos equipos desarrollados a través del PAP se han usado en el área de laboratorio de la materia "Energías renovables".
Por ejemplo, el equipo que trabaja en esta línea utiliza un micro horno solar que desarrollaron los estudiantes, con el que han logrado fundir metales como plomo y aluminio a temperaturas hasta de 900 grados centígrados.
También se desarrollan concentradores que utilizan un reflector para la cocción de alimentos, con la intención de cocinar alrededor de 20 kilogramos. Este equipo podría tener uso a nivel industrial, pues en semestres anteriores se trabajó con una empresa para la cocción de camarón con estos concentradores. Hay otras prácticas sobre desalinización de agua con energía solar, con un equipo diseñado por Juan Jorge Hermosillo, también profesor del DPTI.
Existen otros proyectos de secado con energía solar, cuyo proceso tiene dos objetivos: "el principal es quitar la humedad al alimento para que no se deteriore rápidamente, y los insectos no se reproduzcan, así durará mucho tiempo en buen estado, y el otro es la reducción del peso y que facilite la transportación", explica Gudiño.
Esto se debe a que en las zonas rurales de Jalisco, los agricultores tienen plantaciones de productos y huertos, y en la temporada alta de cosecha "la idea es que, en lugar de venderlo como un producto muy barato, con el que casi no recuperan la inversión, tengan la opción de darle un procesamiento a su producto y que se pueda vender en tiempos donde no hay abundancia".
Los secadores tienen 70 kilogramos de capacidad, suficiente para una producción familiar. Los productos con los que han trabajado son jamaica, piña, mango y nopal. Actualmente trabajan para mejorar los secadores con alternativas de conservación de energía solar, para que puedan operar durante la noche o en días nublados.
Cambio climático
"Los estudiantes colaboran en diferentes iniciativas de mitigación y adaptación al cambio climático", señala Arturo Balderas, profesor del ITESO que coordina esta línea del PAP, y detalla que hay proyectos de investigación con universidades e instituciones extranjeras, y otros más para el sector público a escalas federal, estatal y municipal desde los que se genera información para la toma de decisiones. También se colabora con desarrolladores de proyectos orientados a la reforestación.
En estos proyectos de investigación, agrega, "los alumnos utilizan habilidades desarrolladas en diferentes clases, incluyendo el uso de herramientas de análisis de información geográfica, elaboración de inventarios de emisiones de carbono y captura de carbono, análisis de información y trabajo colaborativo multidisciplinario".
La actualización de plataforma en línea para mostrar las áreas que son elegibles para reforestar y captura de carbono en mercados de carbono es uno de los proyectos en los que estudiantes del PAP colaboran. Además, los jóvenes llevan un registro y dan seguimiento a políticas municipales de acción climática en la organización internacional CDP Cities, que desarrolló un sistema de recopilación de datos ambientales.
Otros proyectos en los que trabajan son la estimación de emisiones de gases de efecto invernadero y estrategias de mitigación y neutralización de emisiones para diferentes actividades, productos e instituciones; evaluación de la implementación de políticas climáticas en México, y desarrollo de proyectos de captura de carbono por actividades de reforestación.
Además de generar información para la toma de decisiones de empresas, ONG, gobierno y desarrolladores de proyectos, Balderas explica que "la información generada ayuda a los procesos de educación ambiental y el fortalecimiento de capacidades de diferentes actores sociales".
"Esta información habilita a los diferentes actores para participar en iniciativas internacionales que pueden traducirse en beneficios a escala local, incluyendo económicos, creación de redes de colaboración y mejor calidad de vida", detalla Balderas.
Calidad del aire
"Lo que queremos es desarrollar un sistema de información sobre calidad del aire a nivel Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). Empezamos con información sobre las estaciones de monitoreo de calidad que tiene la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), y con los datos que ellos estaban recopilando, generamos modelos matemáticos para hacer pronóstico de calidad del aire hasta por 48 horas", dice Carlos González Figueredo, profesor de Ingeniería Química, quien agrega que este proyecto se ha impulsado desde hace cuatro años.
La primera fase se trabajó los primeros dos años, y dejó como resultado una aplicación para Android llamada Aire AMG, con la que se puede saber cómo está la calidad del aire en la zona en la que se encuentra el usuario y cómo se desenvolverá en las siguientes 24 horas.
"Es la única aplicación de este estilo en el país que te otorga esta información", dice Carlos González.
El proyecto va más allá de hacer los pronósticos, ya que pretende generar información especializada, sobre todo para que instancias como la Semadet y el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) tengan información para la toma de decisiones. En conjunto con el profesorado del DESI, se trabaja en armar su propia red de monitoreo de calidad del aire.
"A mediano plazo, lo que queremos tener es una red completa en el ITESO, pero disponible para toda la población. No sólo para acceder a la información, sino para que, si hay gente que tiene sensores de temperatura ambiental, o de humedad y velocidad del aire, por ejemplo, que ellos suban su información y tengamos una red colaborativa en la que generemos información para todos, localizar mejor las zonas más afectadas y tomar mejores decisiones".
El reto es tener la primera estación de calidad del aire funcionando para finales de este semestre, la cual estaría colocada en Santa Fe, Tlajomulco, próxima a una de las estaciones de la Semadet, para comparar y validar la información.
"Con base en los resultados, en unos meses se estaría contemplando la siguiente fase, que es colocar las estaciones en puntos donde hace falta información, ya que la cobertura de toda el AMG es todavía insuficiente", según apunta el profesor.
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