Preparatorianos reciben del ITESO becas de Excelencia Académica y Humana

Raúl Fuentes González

"Sólo hay un exceso recomendable en el mundo: el exceso de la gratitud", dijo María del Rocío Calderón Medrano, una de las alumnas que logró obtener una de las becas de Excelencia Académica, en su discurso de agradecimiento en el acto de entrega de becas de Excelencia Académica y Excelencia Humana del ITESO. 

Este año, 172 estudiantes de diferentes bachilleratos recibieron algún tipo de apoyo para comenzar sus estudios, a partir del ciclo escolar Otoño 2018, en alguna de las más de 30 carreras que ofrece la universidad.

Las becas se entregaron a estudiantes que vienen de Sinaloa, Michoacán, Baja California, Baja California Sur, Colima, Nayarit, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Tamaulipas y Quintana Roo.

Además, se entregaron las becas Mar Adentro (otorgadas por la asociación del mismo nombre) y la beca de la Asociación Jalisciense de Instituciones de Educación Media Superior (AJIEMS), por la promoción de proyectos encaminados a llevar a una mejor educación. 

Cada año, el ITESO destina más de 300 millones de pesos para becas y financiamiento educativo y 45 por ciento de los alumnos recibe algún tipo de apoyo.

María José Arámburo Arizaga, alumna de Ingeniería de Alimentos quien está por terminar su carrera y acreedora de la beca de excelencia académica en 2014, recordó cómo solicitó el apoyo del ITESO e invito a los jóvenes asistentes a la ceremonia a ser el cambio que quieren ver en el mundo. "Nuestra comunidad requiere de personas preparadas, dispuestas a aportar en todos los ámbitos de la sociedad cada uno de sus granitos de arena. Personas con empatía, generosidad, con responsabilidad, honestidad, respeto y tantos valores que se han ido deteriorando hoy en día", dijo. 
 
La estudiante comentó que gracias al ITESO aprendió a unir la parte social con la ciencia y la tecnología y a valorar el trabajo en equipo. "Quiero felicitarlos por este enorme logro que han conseguido, pues fueron elegidos por ser personas ejemplares, íntegras, con interés por la sociedad; sean la mejor versión de ustedes en esta carrera y a lo largo de toda su vida para que ustedes puedan ser un ejemplo imitable y puedan aprender de los demás", les externó a los próximos alumnos. 
 
Después tocó el turno de María del Rocío Calderón Medrano, egresada del Colegio Cervantes Costa Rica y quien comenzará la carrera de Nutrición y Ciencias de los Alimentos el próximo semestre. Ella expresó que este era un momento de gran alegría, puesto que se requiere de determinación, dedicación, disciplina y un esfuerzo continuo que va más allá de los estándares.

"Nosotros somos el futuro de México, y no solo de México, sino del mundo. Cada uno de nosotros determinará el rumbo del planeta, cada uno desde su trinchera, desde donde toque trabajar y desarrollarse", dijo durante el acto protocolar.  
 

Acto seguido, se hizo la entrega de las becas Excelencia Académica al nombrar a cada uno de los bachilleres de distintos planteles que con su esfuerzo y dedicación la consiguieron.

Natalia Guadalupe Ayala España, ganadora de la beca de Excelencia Humana, egresada del Bachillerato Pedro Arrupe, SJ, y futura alumna de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, compartió que "el amor es uno de mis motores vitales al igual que el conocimiento y el servir a los demás, pues de nada sirve conocer al otro si no estamos dispuestos a amarlo y a servirlo". 
 
Compartió que escogió estudiar en el ITESO por las oportunidades que ofrece, por el ambiente académico y la educación de calidad, pero sobre todo por su enfoque humanista.

"Hay que aprovechar esta oportunidad al máximo, subirnos al barco con lo mejor de nosotros. Llevar un equipaje liviano, pero que contenga todo lo esencial y tener en mente que si hemos optado por una educación diferente es que en el fondo queremos cambiar este mundo", añadió.  

Catalina Morfín, directora general académica, explicó la importancia de los ideales jesuitas en la educación superior, los cuales están divididos en cuatro rasgos básicos: la utilidad, la justicia, la formación humanista y la fe. 
 
El modelo de utilidad, explicó, consiste en obtener una educación práctica, enfocada en solucionar problemas. El de la justicia debe de tener como propósito cambiar las estructuras sociales y enseñarnos a elegir a favor de los derechos de los demás, especialmente los más desfavorecidos. La formación humanista lleva a aprender a ser compasivos y a ser capaces de sentir el gozo y el dolor de los demás. La fe puede ser interna o tenerla con los otros. Estos, explicó Morfín, "son los elementos que pueden lograr a que sean mejores personas, que se conviertan en hombres y mujeres útiles, justos, humanos y con fe en sí mismos y en los demás".