Comparan el cuidado de adultos mayores en tres países

Judith Morán

El cuidado de los adultos mayores, especialmente de aquellas personas que viven en situación de pobreza y exclusión, está entrando en una etapa de crisis tanto en los entornos rurales como en los urbanos, señala Rocío Enríquez, profesora del Departamento de Estudios Socioculturales (DESO) del ITESO. 

Enríquez coordina la investigación "Subjetividades y emociones en los procesos de colectivización del cuidado en la vejez y bienestar social", en la que a partir de estudios de caso se comparan acciones realizadas en México, España y Uruguay. En el proyecto participan profesores y estudiantes de distintos ámbitos e instituciones educativas. 

"La problemática del cuidado de los adultos mayores nos parece central y más por los procesos de envejecimiento que se están dando en América Latina y, específicamente, en México. Hay una situación de sobrecarga que viven muchas mujeres en nuestro país, debido a que enfrentan al mismo tiempo el cuidado de sus hijos pequeños y de sus padres o abuelos que viven en la misma unidad doméstica. En muchos casos son jefas de familia o viven en pareja, pero ambos trabajan", explica Enríquez, quien forma parte del claustro de profesores del Doctorado en Investigación Psicológica.

La también coordinadora del Programa Formal de Investigación del DESO puntualiza que habrá que pensar en alternativas colectivas. Es decir, en una corresponsabilidad entre instituciones del Estado, la comunidad, empresas, organizaciones de la sociedad civil y las familias. Este es el tema central de la investigación. 

"Nos interesa mucho no quedarnos con el caso mexicano nada más, sino contrastar qué se está haciendo en países como España, donde tienen ya un tiempo mayor de ir respondiendo a las demandas de cuidado específicamente para los adultos mayores; tenemos también el caso uruguayo, en América Latina es el país que tiene más logrado un sistema nacional de cuidados en donde se busca desde el Estado participar directamente en el cuidado de las personas dependientes, no nada más de los adultos mayores, sino también de las personas con algún tipo de discapacidad y de los niños", añade la académica. 

Enríquez comenta que en el caso español se hizo una investigación etnográfica de un grupo de personas que decidió vivir esta etapa de la vida bajo la lógica de una cooperativa, y construyó un complejo ubicado a una hora de Madrid. Ahí residen entre 85 y 90 personas mayores. 

Junto con María Martha Ramírez, profesora del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES), realizó durante un mes el trabajo de campo en la cooperativa Trabensol, Trabajadores en Solidaridad: Cooperativa de Mayores Autónomos, el cual implicó 43 entrevistas a profundidad con las mujeres y los hombres que residen en su centro social de convivencia, grupos focales, levantamiento fotográfico y audiovisual, observación y diarios de campo, acopio, revisión de documentos y seguimiento de la cotidianeidad de las personas.  

"Lo interesante es que se trata de una preocupación y una ocupación con respecto al tema del cuidado desde una dimensión más colectiva, desde una solidaridad más social que atraviesa el fortalecimiento de las relaciones de ayuda mutua, de reciprocidad y de búsqueda de equidad entre géneros ante las demandas de cuidado. Esa etapa de la vida se vive de una manera muy distinta, en donde es posible esta construcción de lo social y de las emociones que la posibilitan como la amistad, la generosidad, la empatía, entre otras", añade la académica. 

Los integrantes de esta cooperativa no sólo participan en talleres de cine, teatro o danza, sino también en proyectos sociales de la región como acompañamiento a familias desplazadas y en hogares en situación de vulnerabilidad.

"Tienen grupos de estudio en distintas temáticas, muy relevantes para el análisis del mundo contemporáneo", detalla Enríquez, quien agrega que se comparten los saberes de cada una de las personas participantes sin algún interés económico.

En la cooperativa se comparte colectivamente el cuidado del otro cuando se presentan situaciones de dependencia. "Elegimos ese escenario, puesto que nos permitía ver un ejemplo de emociones sociales ligadas a esa colectivización de cuidados", refiere la coordinadora del proyecto de investigación. 

En el caso mexicano se incluyen cuatro experiencias: el DIF Bugambilias, una organización de la sociedad civil que tiene proyectos con personas mayores en situación de pobreza y exclusión social urbana; una vivienda asistida para personas mayores del sector privado y una más en las afueras de la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

En noviembre próximo Rocío Enríquez iniciará, junto con Margarita Maldonado, profesora del DPES, el estudio correspondiente a Uruguay. 

"La idea es trabajar el caso del sistema nacional de cuidados y con todo lo que estamos aprendiendo no sólo quedarnos en discutir nuestros ejes de investigación, explicar nuestras categorías o aportar algún conocimiento, sino también hacer propuestas específicas a los interlocutores que tenemos comprometidos desde el inicio de este proyecto", explicó la académica en relación con la participación de organizaciones como la Sede Subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en México. 

De esta investigación, que inició en agosto de 2017 y terminará en diciembre de 2019, derivarán varios productos entre los que están un coloquio, un libro colectivo, artículos en revistas arbitradas y un cortometraje-documental en el que trabajan estudiantes del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) "Alter código", coordinado por la profesora Daniela Mabel Gloss. 

Enríquez resalta que el cuidado de las personas mayores es un tema que se debe incorporar a la agenda social y apunta que se trata de un sector invisibilizado, a pesar de que está en aumento. 

"La vejez no tiene nada más que ver con una etapa de la vida, también con el proceso y la forma en que vamos envejeciendo. Es un tema altamente relevante porque tiene que ver con las culturas del cuidado, del autocuidado y del cuidado colectivo", destaca. 

La académica insiste en que en México, desde hace decenios, hay muchas personas mayores viviendo situaciones de vejez indigna, sin los mínimos necesarios. "Los apoyos que reciben a partir del programa 65 y más o de programas estatales o municipales son insuficientes para las necesidades de salud, de cuidado, de envejecimiento digno, desde el respeto a los derechos humanos en las personas mayores", señala. 

El estudio tiene como interlocutores y asesores académicos externos a Enrique Valencia, académico de la UdeG, y Verónica Montes de Oca, académica del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, quien actualmente coordina un seminario permanente en dicha universidad sobre vejez. También participarán Concepción Arroyo, académica de la Universidad de Juárez del Estado de Durango, y Julieta Oddone, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Argentina (Flacso-Argentina).

Los ejes del estudio del proyecto y los participantes en cada uno de ellos son los siguientes: 

• Bienestar subjetivo y autocuidado: Margarita Maldonado, profesora del PAP "Adultos mayores" del DPES, y Everardo Camacho, coordinador del Doctorado de Investigación Psicológica del ITESO.  
• Cultura sobre la vejez, el envejecimiento y el cuidado social: Aimeé Espinosa, egresada de la Licenciatura en Psicología, y Rocío Enríquez. 
• Medios y redes sociales: Daniela Mabel Gloss, profesora del PAP "Álter código".
• Emociones sociales y procesos de colectivización del cuidado: Rocío Enríquez (DESO) y María Martha Ramírez, profesora del PAP "Adultos mayores", del DPES.  
• Bienestar social:  María Martha Ramírez, Margarita Maldonado y Rocío Enríquez.
• Vivienda y entorno urbano. Alejandro Mendo, académico del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO, y Karina Vázquez, integrante de la Coordinación de Innovación, Desarrollo y Exploración Académica del ITESO.