Proponen liderazgo con sentido y empatía

Diana Alonso

Cada uno de los integrantes en una organización carga con una historia, ideas, contexto y emociones. En medio de la inercia laboral, las experiencias personales y la identidad de los individuos suelen ser omitidas. Sin embargo son inherentes a los trabajadores y su sentir puede llegar a proyectarse en su desempeño, así como en su manera de relacionarse con el equipo.  

Anel Ortiz, gerente de capacitación y desarrollo organizacional de Grupo Tracsa, ha impulsado un proyecto que busca transformar el liderazgo dentro de la empresa mediante el desarrollo de conciencia emocional y meditación. Está dirigido al equipo directivo, compuesto por 37 personas, por medio de sesiones de acompañamiento y herramientas de autoconocimiento. 

“Los directivos siempre son vistos como seres que tienen poder […] Pero el nivel de responsabilidad, la carga que llevan al sostener la empresa y a las personas que estamos en ella es muy alta. El desgaste físico y mental también se ve reflejado en la organización”, mencionó Ortiz, egresada de la Maestría en Desarrollo Humano de ITESO, certificada como instructora en técnicas contemplativas.  

Como parte de la celebración de los 50 años de la Maestría en Desarrollo Humano, la egresada impartió la masterclass “De líderes funcionales a líderes holísticos: activando la cultura que impulsa la transformación”, organizada por la Oficina de Admisión al Posgrado del  ITESO, en la que presentó los avances de este proyecto que también surgió como respuesta a un contexto de transformación digital acelerada y a la alta presión comercial. 

“Necesitamos un tipo de liderazgo diferente que no esté enfocado solamente en su rol, sino uno que vea el panorama. Que vea a la persona desde una perspectiva holística […] El liderazgo holístico tiene que ver con un conocimiento profundo de sí mismo. De saber que soy un ser complejo, emocional y físico. Que tengo una historia personal y que vivo en relación con los demás. También tiene que ver con la conexión que hacemos con nuestra gente y nuestra capacidad de construir relaciones más sanas”, dijo.  

La iniciativa, gestionada por la asociación civil AtentaMente, constó de cuatro retiros urbanos en los que se llevaron a cabo actividades como círculos de escucha, encuestas, meditación, talleres, y hasta un diagnóstico de salud física y emocional. Ortiz destacó que los resultados arrojaron que 35 por ciento de los participantes del análisis padecían un probable trastorno de ansiedad.  

Mencionó que la participación del director general del corporativo en estas dinámicas fue importante, debido a que la naturaleza introspectiva de los ejercicios y tener que mostrarse vulnerable en ellos, hizo que integrantes del grupo (compuesto por hombres) mostraran cierta resistencia. A esto se le suma una cultura del trabajo que exige resultados inmediatos, en la que “cerrar los ojos” y aprender a respirar no parece contribuir a su objetivo. Ahora algunos de ellos están interesados en compartir esta experiencia en sus propios equipos.  

“Este esfuerzo, alineado con la estrategia organizacional de Tracsa, busca consolidar una cultura empresarial más consciente, empática y resiliente. Una apuesta por el liderazgo con sentido, donde la persona vuelve al centro”, mencionó.   

A lo largo de los años, Grupo Tracsa ha consolidado una colaboración significativa con la universidad a través de programas como el Diplomado en Habilidades Directivas y la Maestría en Desarrollo Humano. Esta alianza también ha generado iniciativas de acompañamiento, tales como grupos de duelo, espacios de encuentro y sesiones de escucha.