Los vínculos sanos y satisfactorios son el primer paso contra las adicciones

Édgar Velasco

Por lo general, cuando las personas escuchan el término "adicto" se imaginan a una persona sucia, con el puño en la boca inhalando alguna sustancia y con los ojos enrojecidos, o a alguien permanentemente alcoholizado. Si se le añade la frase "en recuperación", vienen a la mente los centros de rehabilitación que aparecen continuamente en las noticias y que muchas veces son descritos como lugares de tortura.

En la realidad, no es ni una cosa ni la otra. Ni todos los adictos lo son a las sustancias ni todos los centros de rehabilitación maltratan a sus pacientes. El problema es que los mitos y los prejuicios envuelven este tema sobre el que es necesario echar luz para poder atenderlo de manera eficiente.

De eso queda constancia en el número diez de Clavigero, en torno al cual se llevó a cabo el "Diálogo de saberes sobre la complejidad de las adicciones", en la Casa ITESO Clavigero. 

Tanto el número de Clavigero como la charla forman parte de los trabajos relacionados con una investigación que, desde hace dos años y medio, se hace en el Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES) del ITESO y que lleva por título "Desarrollo de la capacidad de agencia y la reconfiguración emocional en hombres y mujeres adictos. Hacia un proceso de prevención".

Noemí Gómez, investigadora de DPES, explicó que en la investigación participan estudiantes, psicoterapeutas, académicos y personas que trabajan con personas en rehabilitación.

La académica añadió que a la investigación le resta un año y medio de trabajo, luego del cual presentarán un documental y una propuesta de manual de intervención para prevenir y tratar las adicciones. 

Durante la charla en Casa ITESO Clavigero, llevada a cabo el pasado 2 de mayo, participaron algunos de los autores de la publicación y que también forman parte del equipo de la investigación. Ante casi un centenar de asistentes, explicaron que uno de los principales retos al abordar el tema de las adicciones es la lucha contra los mitos.

Si bien se tiende a asociar a las adicciones con el consumo de sustancias, lo cierto es que hay muchas de otros tipos. Por ejemplo, a la comida, al ejercicio, a la pornografía, al trabajo, al sexo, al juego, a las compras, a otras personas y a los videojuegos, entre otras.

"Las condiciones de la sociedad actual han generado situaciones sobre las que ni la ciencia ficción pudo haber alertado", señaló María Peña, académica del DPES.

La profesora de la Maestría en Psicoterapia del ITESO añadió que "es urgente generar espacios de diálogo y esperanza, porque la prevención de las adicciones va más allá de las buenas intenciones. Es necesario ver que esos datos en realidad son personas con historias, nombre y apellidos". 

En la mesa de diálogo participaron Pedro Briones, integrante de un grupo de ayuda mutua para personas con adicciones; Julio García, estudiante de la Maestría en Psicoterapia; Sofía Cervantes, profesora de la maestría; Martha Galván, también estudiante; Sara Yépez, consejera en adicciones con experiencia en acompañamiento de grupos de ayuda mutua para adictos y sus familiares; Andrés Bringas, director de la clínica Ser Libre, e Irving Castillo, alumno de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura.

Ellos, junto con otros colaboradores, realizaron los materiales que integran la décima entrega de Clavigero, en los que se abordan temas como la familia adicta al adicto, la reconstrucción del lazo materno cuando un hijo presenta una adicción, los mitos y las realidades de los centros de internamiento, los conflictos entre los padrinos de Alcohólicos Anónimos y los psicoterapeutas, entre otros. 

Casi todas las intervenciones tuvieron un denominador común: sea cual sea, la adicción no es el principal problema, sino el entorno que la propicia y cobija.

Pedro Briones señaló que antes del primer consumo de cualquier sustancia hay 16 síntomas previos que muchas veces son pasados por alto. En ese sentido, Sofía Cervantes resaltó que "las emociones que provocan una adicción están ahí desde antes de que ésta se manifieste".

Martha Galván dijo que muchas veces se tiende a dar largas a la atención de las adicciones, primero por un proceso de negación y después por la vergüenza de reconocer que un miembro de la familia la padece. "El desconocimiento hace que la familia atienda la situación tardíamente", agregó. 

¿Cómo prevenir entonces? Julio García habló de la importancia de crear vínculos sólidos y sanos, ya que éstos permiten ordenar a las personas tanto interna como exteriormente.

Así, el primer paso para la prevención, o para la rehabilitación, pasa por un proceso de re-vinculación, para que el individuo experimente cariño, respeto y se sepa parte de un núcleo social.

Sara Yépez, por su parte, destacó que es necesario el trabajo integral con el adicto y con su familia porque "él se enfermó en casa, es necesario limpiar el entorno y forjar relaciones sanas y satisfactorias".