Enrique Jardel: "Humanos, bosques y fuego, vulnerabilidad creciente".
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Enrique Jardel: "Humanos, bosques y fuego, vulnerabilidad creciente".
Martes 4 de febrero de 2020, 19:30 horas. Casa ITESO Clavigero. Entrada libre
Enrique Jardel asiste al Café Scientifique ITESO con el tema:
Humanos, bosques y fuego, vulnerabilidad creciente
Café Scientifique, 15 años de ser un espacio de ocio para pensar y platicar la ciencia
Nuestra especie evolucionó conviviendo con el fuego; hoy en día, los incendios forestales que han formado parte de la dinámica histórica de los ecosistemas terrestres durante millones de años, están ocurriendo en el contexto del cambio climático global y de un paisaje transformado por las actividades humanas, con consecuencias ecológicas y sociales críticas.
Los incendios ocurridos en los últimos meses en Australia, Brasil, Estados Unidos y otros lugares del mundo han despertado un debate: cuál es la relación entre estos fenómenos y el cambio climático, las políticas públicas y la actividad humana.
Para Enrique Jardel Peláez, académico del Departamento de Ecología y Recursos Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur (CUSur) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), "el tema de los incendios está malentendido", porque no se conoce el papel del fuego en los ecosistemas. Así lo señaló durante su charla "Humanos, bosques y fuego, vulnerabilidad creciente", en el marco del Café Scientifique ITESO, llevado a cabo en la Casa ITESO Clavigero, el pasado 4 de febrero.
En la sesión llevada a cabo el pasado 4 de febrero en la Casa ITESO Clavigero, Jardel Peláez explicó que vivimos en un planeta en el cual hay condiciones para que se propaguen incendios: material orgánico combustible abundante, oxígeno y una fuente de calor.
El académico dijo que el bosque y el fuego conviven desde que el planeta se empezó a poblar de plantas, hace más de 400 millones de años. Diversos ecosistemas se adaptaron a la presencia de fuego e incluso lo hicieron parte de su dinámica.
La relación entre los humanos y el fuego es tan antigua como la humanidad misma, pues este ha jugado un papel importante en la evolución biológica y cultural de la especie.
Sin embargo, el experto destacó que los principales factores que condicionan la presencia de incendios forestales son el clima y la abundancia y condición de los combustibles. "Si los humanos modificamos las dos cosas, agravamos el problema. Esto es lo que está pasando", comentó.
Jardel lamentó que la opinión pública califique como malo al fuego, cuando en realidad "el problema central es la alteración de los regímenes de incendios, no los incendios. Cuando ocurren en paisajes transformados, y en un contexto de cambio climático, tenemos incendios mucho más intensos, severos y difíciles de controlar", dijo.
Enfatizó que estos fenómenos no están faltos de una carga política y que en su momento se cuestionó a la actual administración federal por haber reducido el presupuesto para el combate a los incendios forestales. El costo social y económico asociado a los desastres naturales también aumentó.
El investigador ejemplificó con el caso de la sierra de Manantlán, que en 2017 registró su peor temporada de incendios al quemarse el equivalente a dos terceras partes del Bosque La Primavera. La nula repercusión mediática condicionó el bajo apoyo económico en la región. Es un caso opuesto a lo que sucede cuando se dan incendios, incluso de menor magnitud, en el Bosque La Primavera.
Resaltó que las políticas públicas tienen que ser diseñadas de acuerdo con las condiciones ecológicas y sociales del lugar en el que suceden los fuegos.
Por Montserrat Muñoz
Sobre Enrique Jardel Peláez
Profesor de ecología y manejo forestal del Departamento de Ecología y Recursos Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara, con sede en Autlán, Jalisco, es biólogo egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, con especialidad en manejo de áreas silvestres por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, CATIE, en Costa Rica, y maestro en ciencias en Ecología y Recursos Bióticos por el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos, INIREB, en Xalapa, Veracruz. Cuenta con 40 años de experiencia desarrollando trabajos de asesoría técnica y consultoría, docencia e investigación en distintas partes de México, Centroamérica y el Caribe sobre ecología forestal, conservación biológica, silvicultura y manejo forestal comunitario, gestión de reservas de la biosfera y ordenamiento territorial.
Su trabajo de investigación se ha centrado en el estudio de la influencia de regímenes de perturbación naturales y antropogénicos en la dinámica del paisaje y la sucesión ecológica en ecosistemas forestales de montaña, con un enfoque aplicado a la conservación de ecosistemas y biodiversidad, así como a la producción forestal sustentable. Una de sus líneas de investigación es la ecología y manejo del fuego.
Desde 1986 trabaja en la Universidad de Guadalajara, donde ha formado parte del equipo que promovió la creación de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (RBSM) decretada en 1987 e incorporada a la Red Internacional de Reservas del Programa del Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO en 1988. Ha sido Jefe de Campo de la Estación Científica Las Joyas en la RBSM y director del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad (IMECBIO), y actualmente es director de la División de Desarrollo Regional del CU Costa Sur.
Ha sido miembro fundador de diversas organizaciones civiles y cuerpos consultivos como el Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible A.C. (CCMSS) y la Red Mexicana de Investigación Ecológica de Largo Plazo (MEXLTER). Ha formado parte de los Consejos Asesores de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán en los estados de Jalisco y Colima, y del Comité Científico del Bosque La Primavera. Por sus contribuciones en el campo de la conservación ha recibido distinciones como el Premio Liderazgo en la Conservación de la Biodiversidad de las fundacionas Bay y Paul (1995), y el "Premio por Amor al Planeta" (2013).