Sofía Orta, entre la excelencia y la innovación
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Sofía Orta, entre la excelencia y la innovación
Egresada de la Licenciatura en Comercio y Negocios Globales, obtuvo el Premio Ceneval y la mención honorífica del ITESO. Está por echar a andar su segundo emprendimiento, el desarrollo de un carbón biodegradable hecho a partir de fibra de agave.
Montserrat Muñoz
Habla español, inglés, francés y tiene bases de alemán. A sus 22 años es una pianista consumada con más de 15 años de experiencia. Corre medios maratones y está por emprender su segundo negocio. Sofía Orta Arreola es licenciada en Comercio y Negocios Globales. Egresó del ITESO en 2018.
Su plan original no sucedía en esta casa de estudios, sino en Alemania, donde quería estudiar la carrera de International Wine Business. Sin embargo, para estudiar bajo el sistema alemán era necesario que la joven cursara al menos un año en una universidad en México.
"Elegí el ITESO. Pensé que si iba a estar un año lo aprovecharía para aprender lo más posible, (así que) metí sobrecarga", recuerda. Encaminada a lograr su sueño de estudiar sobre los vinos y apenas un mes antes de aplicar a la escuela alemana, Orta Arriola estaba confundida.
"Descubrí que me gustaba mucho mi carrera. Tras aprender en el ITESO lo amplio que es el área de negocios entendí que, aunque mi plan y pasión eran los vinos, había otro camino para llegar ahí", añade.
La estudiante no bajó el ritmo, terminó su licenciatura en siete semestres y los aprovechó al máximo: participó en la Semana de Innovación de la Universidad de Avans de Ciencias Aplicadas, con sede en Países Bajos; cursó un intercambio en Francia, ganó un campeonato nacional en un maratón de conocimientos y obtuvo el Premio Ceneval al Desempeño de Excelencia-EGEL, además de la Mención Honorífica del ITESO.
Reconocida por su desempeño académico
Junto con José Francisco Frías Ramírez, uno de sus compañeros de clases, Sofía consiguió el primer lugar de la novena edición del Maratón Nacional de Conocimientos de Comercio Exterior, Negocios Internacionales y Logística, organizado por el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).
La joven recuerda esta experiencia como "lo más difícil que he hecho en mi vida". La eliminatoria interna para definir a los perfiles que estarían representando al ITESO fue exhaustiva. Pero no sería nada en comparación con la etapa de preparación para la justa estudiantil.
"Me di cuenta de que mi diagnóstico de déficit de atención es real, no puedo concentrarme mucho tiempo", comenta. Para estudiar, Sofía y José Francisco utilizaron varios medios: idearon un juego de memoria, escribieron un libro con los resúmenes de todos los temas y revisaron muchas leyes.
"Hasta mi papá me dijo: ‘es la única vez que te he visto estudiar'", ríe. En el trayecto Sofía tomó el Examen General para el Egreso de Licenciatura (EGEL), mejor conocido como examen Ceneval, y gracias a su resultado se hizo acreedora al Premio Ceneval al Desempeño de Excelencia-EGEL, al cual únicamente han accedido poco más de uno por ciento de los aplicantes a escala nacional desde 2011.
Su perseverancia, desempeño académico — egresó con 9.7 — y representación del espíritu ignaciano la hicieron acreedora a la Mención Honorífica del ITESO, la cual recibió en diciembre de 2019.
Sofía se define como una persona positiva, inquieta y multitasker. Además adoptó el magis ignaciano, esa actitud de siempre dar más en la búsqueda del bien mayor.
"Me molesta que la gente no dé el cien por ciento, busco lo mejor de las oportunidades y aunque no soy perfeccionista, me gusta que las cosas se hagan bien", dice.
"El ITESO parte del entendido de que eres adulto cuando entras y de que puedes tomar tus propias decisiones y hacerte responsable de ellas. Es algo que yo supongo de las personas, espero lo bueno de ellas", señala.
Design thinking para la vida
Durante sus últimos semestres en la universidad Sofía se interesó en asignaturas de innovación, de las cuales cursó cuatro. "Ahora casi casi hago design thinking para mi vida. La innovación ya es parte de mí".
Prueba de ello es su próximo emprendimiento, Dos Vidas, Carbón de Agave, que consiste en un carbón biodegradable hecho a partir de fibra de agave, aprovechando el bagazo residual de la industria. El proyecto, liderado por ella y su mamá, es resultado de un proceso de innovación.
Luego de trabajar en una empresa tequilera se incorporó al área administrativa de la empresa familiar, dedicada a desarrollar y producir bebidas alcohólicas a partir del agave. Desde 2017 tiene su propia marca de raicilla junto con tres socios.
Una historia con más sazón
Enamorada de los vinos, Sofía no olvida su enfoque. En el ciclo escolar Otoño 2017 cursó un semestre de intercambio en Francia, en la Escuela Superior de Ciencias Comerciales de Angers (ESSCA, por sus siglas en francés). Al estar ubicada en una región vitivinícola, cursó asignaturas que le ayudaron a complementar su formación enológica.
Sofía está aplicando para cursar una maestría en viticultura y enología en la Universidad Católica del Sagrado Corazón (UCSC), ubicada en Piacenza, Italia.
"Sigo enfocada en el mismo plan, pero en lugar de hacerlo en olla exprés, lo hice en olla de cocción lenta. Dicen los que saben que, aunque los frijoles tardan más, quedan bien y hasta tienen una sazón distinta", sonríe la joven.
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