El ITESO y la Universidad Rafael Landívar intercambian experiencias para seguir ayudando contra el coronavirus

Édgar Velasco

Una vez que comenzó a avanzar la pandemia por Covid-19, cuando aumentaron los casos de contagio y empezaron a registrarse las primeras muertes, la instrucción fue contundente: quedarse en casa. La principal amenaza era, y sigue siendo, que el servicio de salud se vea colapsado por el número de pacientes que requieran hospitalización y un respirador.

Sin embargo, Luis Enrique Flores, coordinador de la Licenciatura en Diseño del ITESO, se hizo una pregunta: "¿De verdad lo único que podemos hacer es quedarnos en casa?". No fue el único, pues junto con Luis Enrique González, académico del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática (DESI), y David Ochoa, coordinador de Ingeniería Mecánica, integró un equipo multidisciplinario que comenzó a buscar maneras de ayudar. Lo mismo ocurrió en la Universidad Rafael Landívar (URL) de Guatemala, ya que desde su Centro de Tecnologías Alternativas (CTA) también pusieron manos a la obra para apoyar a los servicios de salud.

Las experiencias de ambas instituciones, integrantes de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (Ausjal), fue compartida durante el webinar "URL e ITESO en acciones ante el Covid-19: producción de máscaras y diseño de  respiradores". 

Los dos equipos encontraron en el diseño y la fabricación de caretas de protección la manera más rápida y efectiva para apoyar la prevención de contagios. Ovidio Morales, director del Instituto de Investigación y Estudios Superiores en Arquitectura y Diseño de la URL, explicó que en Guatemala el trabajo se realizó desde el CTA, que forma parte de ese instituto.

Ervin Moreno, coordinador del Centro de Investigación, Capacitación y Diseño en Tecnologías Alternativas de la URL, compartió que el prototipo que desarrollaron es producto de una búsqueda en la que compararon diferentes modelos que se habían estado desarrollando alrededor del mundo. También expuso que trabajaron junto con el colectivo Makers Guatemala. 

"Tuvimos apoyo de la universidad para trabajar desde el CTA, hicimos turnos de cuatro horas diarias para poner las máquinas a trabajar y comenzamos con una donación de 700 protectores faciales", relató Ovidio. Ervin añadió que hasta ahora se han impreso más de 2 mil 500 caretas.

Ambos profesores de la URL compartieron que actualmente trabajan en el desarrollo de ventiladores y respiradores, al tiempo que buscan la certificación de las autoridades guatemaltecas en materia de salud. 

En cuanto al ITESO, Luis Enrique González explicó los trabajos realizados en esta casa de estudios, englobados en el nombre Jalisco Respira. Detalló cómo comenzaron a trabajar en el diseño de un respirador artificial de fácil operación, que pueda ser monitoreado y arroje datos que puedan utilizarse para la investigación.  

Flores contó que una vez que decidieron no quedarse en casa y apoyar con algo para hacer frente a la pandemia, trataron de responder tres preguntas principales: ¿Qué hacer? ¿Qué adaptamos? ¿Qué proponemos? Así pusieron manos a la obra en los Talleres para la Innovación y el Diseño (TID) del ITESO y comenzaron a fabricar caretas de bajo costo con una perspectiva integral.

"Debemos pensar en el final que van a tener todas las cosas que se están fabricando, para que luego no nos vaya a pasar una factura ambiental", señaló el profesor.

Antes de finalizar la charla los integrantes de los equipos señalaron que seguirán trabajando en el desarrollo de los respiradores. La URL está enfocada en lograr la certificación y el ITESO en resolver los retos que ha planteado la propuesta que han venido construyendo. Coincidieron en subrayar la importancia de la colaboración —todos los diseños y prototipos se han nutrido de diseños open source y también están disponibles— para enfrentar de mejor manera a la pandemia.