¿Qué le falta a la reforma a las pensiones?
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¿Qué le falta a la reforma a las pensiones?
Para Karla Rojas, especialista y profesora del ITESO, el escenario ideal para los ingresos en la vejez es que el Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores se convierta en pensión universal y que aumente considerablemente el ahorro voluntario.
Judith Morán
El tema de las pensiones es complejo a escala mundial. "Lo hemos visto en Argentina, Grecia y España. Es realmente complicado que el Estado pueda garantizarlas sin que le afecte económica y financieramente, la verdad es que esto no es tan viable", afirmó Karla Rojas, profesora del ITESO, en la conferencia "Iniciativa de reforma a las pensiones", organizada por la Especialidad en Impuestos con Responsabilidad Social.
La especialista en materia laboral y de seguridad social señaló que la iniciativa de reforma al sistema de pensiones no es una solución a largo plazo y que implica un sacrificio por parte de los patrones. La propuesta incluye reducir las semanas de trabajo cotizadas, que equivaldría a menor ingreso, y eso se quiere compensar con el aumento de las aportaciones a las Afore que irían de 6.5 a 15 por ciento.
"Las aportaciones son tripartitas: patrón-trabajador-Estado, este último sigue teniendo la misma aportación, el trabajador tampoco va a tener ningún incremento en su aportación y la afectación es para el patrón".
Entonces, ¿cuál sería el esquema ideal para las pensiones? Rojas señaló que, de acuerdo con estudios, la proporción debería ser: 20 por ciento del ingreso en la vejez debería provenir de una pensión universal garantizada, 30 por ciento de las aportaciones obligatorias y 50 por ciento del ahorro voluntario.
Karla Rojas, profesora de la Especialidad en Impuestos con Responsabilidad Social del ITESO.
La también socia de la firma MSN Consultores apuntó que hay una aportación obligatoria que apenas llega a 20 por ciento, no existe un esquema de pensión universal y en la actualidad opera un programa, pero no es obligatorio para el Estado, ya que la siguiente administración podría desecharlo, pues depende del presupuesto de ingresos y egresos.
Rojas planteó que el escenario ideal sería que el Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores se convierta en una pensión universal, que fuera 20 por ciento de la pensión, más 20 por ciento de las Afore.
"Estaríamos hablando de que 60 por ciento debería venir del ahorro voluntario, no necesariamente visto desde el aspecto de aportarle a la Afore, sino de esquemas de ahorro personales", y este, destacó, es un tema complicado en un país en el que hay muchas personas que ganan poco y que enfrentan una situación precaria al momento de su retiro.
"La tendencia de este nuevo sistema pensionario es lograr que las aportaciones obligatorias aumenten y que se incremente la población que va a estar protegida. Aunque no lo comentan, el reto está en que el Estado trabaje en una política que nos permita fomentar el ahorro", concluyó.
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