Con la mira en la realidad: los posgrados sociojurídicos y políticos del ITESO apuestan por transformar la sociedad desde la experiencia e innovación

Yoana Rodríguez
Comunicación DGA

Generalmente cuando se habla de innovación académica suele asociarse con ciencias exactas, desarrollo de tecnologías, equipamiento y  laboratorio, sin embargo, la sociedad y sus estructuras se encuentran en constante transformación y requieren un replanteamientos y complejización de soluciones.

El Departamento de Estudios Sociojurídicos y Políticos del ITESO agrupa cuatro programas de posgrados en tres maestrías y una especialidad dedicados al estudio, comprensión y desarrollo de soluciones en los sistemas de gestión pública, gobierno, derecho y de acceso a la justicia.

Una de las apuestas en común es la preocupación y cercanía con la realidad social del país. Cada uno, desde sus áreas de conocimiento atiende problemáticas y fenómenos complejos al buscar entender y dar soluciones adecuadas desde los derechos humano, ciudadanía y democracia. "Los problemas públicos requieren observar a la sociedad en su conjunto y eso implica tener miradas diferentes que propongan soluciones sólidas, completas, integradoras y amplias", señala Carlos Peralta Varela, coordinador de la Maestría en Política y Gestión Pública.

Respaldados por un cuerpo académico consolidado, buena parte de los profesores pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), mientras que otros tienen amplias trayectorias en organismos e instituciones directamente relacionadas con los temas de estudio. De esta manera, las y los estudiantes de los programas tienen la oportunidad de aprender de los docentes y dan la oportunidad de que se vinculen y encuentren soluciones prácticas a los problemas que abordan.

En entrevista con los cuatro coordinadores de los posgrados del Departamento de Estudios Sociojurídicos y Políticos del ITESO, te damos un acercamiento a los puntos fuertes de los planes de estudio:

Maestría en Política y Gestión Pública

Hace 20 años se asumía que para involucrarse en asuntos de política había que estudiar leyes para después buscar una posición en el gobierno. Hoy la perspectiva ha cambiado, pues se reconoce que la atención a los problemas públicos requieren de observar la sociedad en su conjunto, y eso implica tener enfoques diversos que juntos propongan soluciones fundamentadas, completas e integradoras.

La maestría en Política y Gestión Pública es el segundo programa de posgrado más longevo del ITESO. Con dos décadas de experiencia, en su inicio fue pionero en su tipo y hoy se consolida entre actores sociales y políticos de la región Occidente de México. Por su larga trayectoria ha experimentado cambios y reestructuraciones. La última fue en 2014, cuando la maestría se encaminó hacia una visión interdisciplinaria que complejiza el conocimiento y entendimiento de los problemas públicos al involucrar distintas perspectivas de estudio.

"El cambio climático, la inseguridad en el país o la debilidad generalizada de las instituciones son temas que nos interesan y que van más allá de si hay o no un buen gobierno, como solía pensarse anteriormente", puntualiza Carlos Peralta Varela, actual coordinador de la maestría y Doctor en Ciencias Sociales. De acuerdo al académico, los estudiantes desarrollan habilidades desde un eje de análisis de la realidad y diagnóstico, donde abordan temas como la corrupción, políticas públicas y la participación ciudadana.

Otro punto medular del programa es la calidad de los profesores, con experiencia en la investigación, así como vinculados a instituciones u organizaciones sociales y gubernamentales. En específico, este programa cuenta con profesores que pertenecen a los sistemas anticorrupción estatal y nacional, al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC) y al Instituto de Transparencia e Información Pública De Jalisco (ITEI), entre otros. "Abrimos espacios para que los alumnos tengan interacción con redes de investigadores y académicas para el intercambio de conocimientos, pero también estén en contacto con organizaciones y diversidad de grupos y actores sociales", enfatiza el coordinador.

Maestría en Derechos Humanos y Paz

Bajo una perspectiva multidisciplinar donde intervienen conocimientos de ciencias políticas, relaciones internacionales, estudios socioculturales, comunicación, psicología, educación y urbanismo, esta maestría fue diseñada para trascender el enfoque de derecho.

"La mayoría de la gente escucha los términos de derechos humanos y paz y piensa en abogados, y si bien tienen un componente jurídico fuerte, las dinámicas que giran alrededor de su aplicación son fenómenos complejos que tocan marcos estructurales y que atienden la integridad de las personas como seres humanos", explica el Dr. Alejandro Anaya Muñoz, coordinador de la maestría y también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de CONACYT.

La consolidación de este programa en 2014 fue una prueba más de la institución por atender la agenda de derechos humanos, en medio de una guerra que desató una escalada de violencia en prácticas de torturas, asesinatos y desapariciones forzadas a lo largo y ancho de México. Antes del posgrado la universidad tenía el Programa Institucional en Derechos Humanos, sin embargo, "el contexto nos demandaba una respuesta como universidad, pues entonces no había más ofertas académicas similares", recuerda el coordinador.

La característica central y diferenciadora de este plan de estudios es el binomio de derechos humanos y paz en un mismo objeto de estudio. Según el coordinador, en su mayoría los estudiantes son profesionistas que ya colaboran en organismos internacionales y de la sociedad civil, por ello se busca fortalecer sus perfiles a partir de dos líneas de conocimiento: 1) derechos humanos y 2) empoderamiento y conflictividad social para generar conocimiento al proponer alternativas desde las políticas públicas, litigio y activismo.

Maestría en Derecho Constitucional y Argumentación Jurídica

Un antecedente clave para la transformación de este programa fue la reforma en materia de derechos humanos a la Constitución Mexicana en 2011, la cual se considera el avance jurídico más importante que ha tenido México para optimizar el goce y ejercicio de los derechos humanos. Estas modificaciones transformaron al sistema jurídico desde sus cimientos al trastocar el paradigma de cómo se concibe y se aplica el derecho.

"El área de oportunidad que se abrió con esta reforma fue la posibilidad de revisar y cuestionar lo que significa aplicar el derecho, que va más allá de saber lo que dicen las normas escritas", detalla la Dra. en Filosofía del Derecho, Ilsse Torres Ortega, actual coordinadora e investigadora SNI. En su opinión, el gran reto y diferenciador del programa es trabajar desde una concepción donde el derecho debe ser una práctica social encaminada a lograr fines y valores para transformar la realidad social.

"Lejos de ver al derecho como un conjunto de normas, éste se entiende desde una visión de un fenómeno complejo, una práctica social que busca transformar la sociedad y que necesita abrirse a otras áreas de conocimiento. Tales como el análisis económico del derecho, filosofía del derecho, la política y la ética", especifica la investigadora.

Actualmente la maestría está en proceso de reestructuración, el objetivo es repensar el nombre y que quede clara la apuesta del derecho hacia la transformación social en el desarrollo de capacidades, conocimientos, valores y actitudes para formar juristas que tomen decisiones a beneficio de la población.

Especialidad en Integridad Pública y Estrategias Anticorrupción

Es el programa más joven del departamento, se creó en 2018 en respuesta al contexto nacional donde la corrupción es uno de los principales problemas del país. Es un plan académico cuyo eje transversal es la búsqueda de alternativas para entender y solucionar problemas derivados de la corrupción, un programa diseñado por académicos y líderes de la sociedad civil.

De acuerdo al Dr. Alfonso Hernández Valdez, coordinador del plan de estudio, dos de los elementos diferenciadores son su propuesta académica integral, novedosa y complementaria al incorporar disciplinas como la integridad pública y anticorrupción. A lo largo de tres semestres se estudia el ciclo completo de la corrupción desde el ámbito preventivo hasta los procesos de sanción y reparación de daños, atravesado por una propuesta de integridad pública. Es decir, se busca llevar a las y los alumnos hacia un cambio cultural en la manera de actuar como sociedad.

Otro de los rasgos distintivos es el abordaje interdisciplinario donde participan conocimientos de filosofía, metodología, derecho y políticas públicas. El perfil de los aspirantes no es únicamente funcionarios públicos, sino que se abre a un perfil de colaboradores del sector privado y organizaciones sociales.

"Desafortunadamente este es uno de los temas que llegó para quedarse. La corrupción es un problema grave que nos llevará mucho tiempo resolver, pero que si no empezamos ahora, el cambio jamás sucederá", concluyó el coordinador.

En conclusión, al elegir los programas de posgrado en estudios sociojurídicos y políticos del ITESO se tiene la posibilidad de ingresar a redes de conocimiento, en las que investigadores, expertos y alumnos comparten proyectos académicos con aportaciones relevantes al conocimiento y en ofrecer soluciones viables a los problemas de la región, siempre comprometidos con los valores y fundamentos del proyecto educativo de la universidad.