Cada vez que se inaugura una biblioteca es un triunfo de la civilización
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"Cada vez que se inaugura una biblioteca es un triunfo de la civilización"
Con la presencia de quienes han sido sus directores y Juan Villoro como invitado especial, se celebró la ceremonia de inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ.
Erika Torres
Durante la inauguración de la ampliación de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, del ITESO, que tuvo un valor de 300 millones de pesos ya con equipamiento, el escritor Juan Villoro señaló que en estos tiempos en que estamos expuestos a la sobreinformación desde una pantalla "parecería que las bibliotecas han caído en desuso", pero manifestó que, incluso en este momento de transformación cultural que estamos viviendo, las bibliotecas continúan siendo una parte central.
En la conferencia que impartió como parte de la celebración, el autor de obras como Los once de la tribu o El testigo esbozó un panorama general sobre los avatares de los libros, desde la invención de la imprenta de tipos móviles hasta las variaciones del tamaño de los libros y el acto de leer en la sociedad.
Pese a que voces agoreras han declarado la muerte del libro físico debido a la proliferación de las pantallas y los productos audiovisuales a los que se accede a través de ellas, Villoro destacó que un libro, a diferencia de estos dispositivos, "no tiene obsolescencia programada como tantos productos tecnológicos. No caduca, estimula los cinco sentidos, se abre al modo de una puerta o una ventana invitando a ser leído y tiene que ver con algo esencial para la especie humana que es el conocimiento a través de la tercera dimensión, el relieve".
Sobre la lectura y sus posibilidades comentó que, aunque se ejerce en soledad y nos permite pensar por cuenta propia, necesariamente nos pone en contacto con los demás y con el otro. Es un esfuerzo colectivo escribir libros, pero también es un esfuerzo colectivo leerlos. Un libro cerrado no es una obra de arte, es la posibilidad de una obra de arte que precisa del lector para ser renovado y reinterpretado.
"Una biblioteca es un sitio donde las cosas no caducan, a diferencia de la cultura tecnológica que en cierta forma nos domina", dijo, y añadió que es en una biblioteca donde se pone en duda el material recibido, lo cual cobra aún más importancia en tiempos en los que, de manera digital, se recibe mucha información sin verificar. La biblioteca permite, además de cotejarlos, ordenarlos. "No se trata de recursar las posibilidades de la sociedad digital sino de utilizar los métodos de la lectura que tenemos desde que se inventó el libro en sus distintos soportes hasta llegar al papel y al digital para combinar distintas maneras de leer y para entender el saber fragmentario en una unidad que lo trasciende y lo explica".
Villoro cerró su participación diciendo que la lectura, en tanto conocimiento del prójimo, "es encontrar al otro y ver cosas de uno en el otro; encontrar que un autor japonés o de otra época tiene que ver con nosotros. El gesto ético de leer es el de identificarse en el otro".
La biblioteca es un refugio
Mónica Márquez, directora de Información Académica y de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, del ITESO, agradeció durante la inauguración de la ampliación de la biblioteca a "los alumnos que nos dan vida y a los profesores que nos dan sentido", y comentó que lo que hoy se tiene en este recinto "no es sino la continuación de aquello que sembraron muchos y que floreció gracias al apoyo de quienes creyeron en el valor de esta propuesta como parte del proyecto universitario del ITESO".
Márquez enfatizó la importancia de la biblioteca como un refugio, un lugar de encuentro e igualdad de oportunidades en donde se proponen herramientas de pensamiento, se estimula la curiosidad y el debate, y en donde se impulsa el conocimiento, el desconocimiento y el reconocimiento. La misión de este espacio, dijo, es "impulsar el aprendizaje, la creatividad, la investigación y la cultura de información en la comunidad a través de la preservación, gestión, mayor acceso y uso de recursos informativos y culturales, así como de servicios y entornos que promuevan la inspiración y el desarrollo de las personas desde una perspectiva integral atenta a los desafíos de la realidad y en consonancia con la esencia del ITESO".
Catalina Morfín, directora general académica del ITESO, habló de la evolución que ha tenido la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, hasta convertirse en un recinto que intenta ser un lugar de encuentro de la comunidad, en la que cada uno de los espacios sea la casa de todos y que acompañe a los estudiantes "para que elijan lo mejor para ellos, su familia, la sociedad, el país, el mundo y la naturaleza".
Luis Arriaga, SJ, rector del ITESO, resaltó la vocación de la biblioteca, en cuya ampliación y equipamiento se invirtieron 300 millones de pesos, como un lugar de encuentro con los miles de autores cuyas obras se resguardan – entre 300 mil libros impresos, 200 mil títulos electrónicos, además de películas, planos arquitectónicos y diversas publicaciones periódicas– y mencionó que es la biblioteca privada más importante del occidente de México que cuenta con 18 fondos especiales como el Fondo Clavigero, y que incluye más de 115 mil ejemplares.
"Al traspasar sus puertas no entramos a un almacén de papeles, sino que ingresamos al mundo de lo posible, que nos abre a un inabarcable horizonte para el aprendizaje, la imaginación y la exploración", señaló el Rector.
Tras su intervención, se unió a Gerardo Valenzuela, SJ, director del Centro Universitario Ignaciano del ITESO, para la bendición de las instalaciones y posteriormente volvió a la explanada de la Biblioteca para escuchar la conferencia "La lectura en tiempos digitales", a cargo de Juan Villoro, invitado especial a la ceremonia de inauguración.
Entre las y los invitados estuvieron Jesús Gómez Fregoso, SJ; Margarita Villalobos y Carlos Luna, directores anteriores de la biblioteca, así como Guillermo Martínez Conte, presidente de ITESO, AC; José Morales Orozco, SJ, ex rector del ITESO; Lorena Giacomán Arratia, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, y Alma Beatriz Rivera Aguilera, académica de la biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México.
También asistieron Catalina Martín Escobedo, directora de la biblioteca de la Universidad Autónoma de Guadalajara; Catalina del Carmen González Tornero, titular de la coordinación de literatura en la Secretaría de Educación Jalisco; Mario Alberto Limón Carranza, director de Gestión Integral de Proyectos de la Secretaría de Cultura de Jalisco, y Esmeralda Foncerrada Cosío, jefa de bibliotecas de la Secretaría de Cultura del estado.
Además de Juan Villoro, otro invitado especial fue el profesor Rafael Rivadeneyra Fentanes, quien es el usuario que más libros ha sacado en préstamo de la biblioteca (930 ejemplares).
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