Los movimientos sociales deben generar interlocución
Durante una charla organizada en el marco de las Jornadas de Derecho y Gestión Pública, Paul Alcántar y Jorge Eufracio Jaramillo coincidieron en que es necesario articular las luchas de los diferentes movimientos sociales para aumentar su incidencia.
Édgar Velasco
Algunos tienen mucha incidencia, otros han ido ganando visibilidad. Pero siempre han estado ahí: los movimientos sociales son un elemento clave para el avance de la sociedad en la obtención de derechos. Y aunque, en fechas recientes, el eje que parece motivar las diferentes causas es la inseguridad, lo importante es generar un diálogo que articule a los diferentes movimientos a fin de que éstos alcancen una mayor incidencia social. Éstas fueron algunas de las ideas compartidas durante el panel "Movimientos sociales y la inseguridad en Jalisco", organizado en el marco de las Jornadas de Derecho y Gestión Pública.
Moderada por Giovana Ríos, coordinadora de la Maestría en Derechos Humanos y Paz del ITESO, la actividad convocó al estrado del Auditorio D1 a Paul Alcántar, académico del Tecnológico de Monterrey, y a Jorge Eufracio Jaramillo, académico del ITESO, ambos con trayectoria en el estudio de diferentes movimientos sociales. Para abrir la charla, Eufracio hizo un recuento de los que se han organizado en el país, remontándose al movimiento estudiantil del 68 y mencionando a otros previos, como el de los ferrocarrileros, en los años cincuenta, y las organizaciones campesinas surgidas después de la Revolución Mexicana. En aquellos, dijo, "no hay la reivindicación de un discurso de la seguridad; son más bien luchas que buscan inclusión, representación, obtener derechos. Son movimientos ‘prodemocratización'".
Por su parte, Alcántar detalló que incluso el discurso de la seguridad era más bien enarbolado por el Estado y por quienes pugnaban por mantener el statu quo, haciendo pasar a los movimientos sociales como subversivos y contarios al orden. "Hubo una insistencia del Estado en crear un discurso de enemigos públicos", dijo el académico, y agregó que, para finales de los noventa y principios de los dos mil, comenzaron a articularse luchas por la defensa de la tierra y, más recientemente, las de las familias que buscan a sus desaparecidos.
Jorge Eufracio señaló las explosiones del 22 de abril de 1992 como el momento en el que la inseguridad comenzó a motivar movimientos sociales, en este caso al tratarse de "una inseguridad relacionada con la protección civil". Posteriormente, añadió, la proliferación de feminicidios en Ciudad Juárez, a mediados de los noventa, empezó a acercar las luchas sociales al concepto de inseguridad que las articula ahora, cuando "la inseguridad está ahí como un fenómeno no reconocido, pero ya enraizado al crimen organizado". El académico del ITESO, quien está por estrenar un documental relacionado con las secuelas dejadas por las explosiones del 22 de abril, también señaló que lo ocurrido en Ciudad Juárez "creó la conciencia de que lo que ocurría no era un problema local, sino estructural".
Al hablar de los retos y desafíos que enfrentan los grupos organizados, Jorge Eufracio Jaramillo explicó que es necesario "lograr una mayor interlocución con diferentes sectores de la población para que se entienda que los problemas que ellos enfrentan son problemas de todos". En ese tenor opinó también Paul Alcántar, quien señaló que muchas veces el problema es que las luchas se quedan en grupos reducidos. "Las transformaciones profundas que necesitamos no ocurren porque las discusiones se quedan en la cúpula y no permean al territorio", dijo.
Finalmente, al referirse a los movimientos sociales que seguirán ganando fuerza y presencia, Alcántar enlistó al movimiento feminista —que, dijo, ha generado cambios culturales, políticos, sociales e institucionales—, los que luchan por la defensa del territorio y las organizaciones barriales en los ambientes urbanos.
Eufracio señaló que lo importante es que las luchas vayan más allá de la mera protesta y se conviertan en grupos organizados que trasciendan en el tiempo, generen interlocución y contribuyan a la construcción de un debate público.