«Los libros ayudan a entrar en la vida»: Alessandro Baricco
Detalle BN6
- Inicio
- «Los libros ayudan a entrar en la vida»: Alessandro Baricco
«Los libros ayudan a entrar en la vida»: Alessandro Baricco
El escritor italiano conversó sobre su obra y su visión de la literatura con estudiantes y visitantes del ágora de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, del ITESO, en el marco del programa Guadalajara Capital Mundial del Libro
«Ante la duda, baila, si tienes 16 años; si puedes, lee y baila, es la mejor opción; pero si llegas a los 25 y continúas bailando, en vez de leer, ahí ya hay un problema», asegura Alessandro Baricco.
De bailes, rebeliones y libertades se conversó la tarde-noche del martes en el ágora de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, del ITESO, que con un público mayoritariamente joven recibió al novelista y ensayista italiano en el marco del programa de Guadalajara Capital Mundial del Libro, con la charla «Teatro, novela y arte», en la que poco se habló de teatro, algo más de novela y un buen tanto del arte literario.
En tertulia con José Israel Carranza, escritor, periodista y profesor del ITESO, y con Mónica Márquez, directora de la Biblioteca, el autor de Seda (Anagrama, 1996) respondió inquietudes en torno al valor de la literatura en la vida de los jóvenes y acerca de los motivos detrás de su propia obra, así como sobre sus procesos creativos.
Alessandro Baricco, José Israel Carranza y Mónica Márquez
«Los libros ayudan a entrar en la vida, sobre todo a las personas que fueron heridas, desilusionadas o traicionadas. Alguien que lee es alguien que logró obtener un pedazo de mundo que no pudo obtener por sí mismo, y muchas veces no pudo porque se lo impidieron. Se escribe y se lee por rebelión, es una rebelión a todos los destinos más pequeños que tú», expresó.
«Para configurar una geografía del sentido, o servir como guía a los jóvenes, ¿la literatura tiene responsabilidades que cumplir?», cuestionó Carranza.
«No pienso que debamos obligar a los jóvenes a leer; es más importante empujar a los buenos autores jóvenes a escribir bien: si hacemos buenos libros, construimos buenos lectores. Es muy importante que puedan consumir muchas historias; cuando lo dejen de hacer será el final, no importa si es en videojuegos, libros, cine o cómics. La literatura antes que nada es libertad, y después es responsabilidad. Por eso nosotros escribimos libros peligrosos, porque antes está la libertad […] Mi acto de escribir siempre fue una rebelión y una fuga: hago dos pasos huyendo, me paro, me rebelo y luego busco escapar de nuevo, y así toda la vida».
En 2004, Baricco publicó Homero. Ilíada (Anagrama), una reinterpretación del poema homérico en la que suprimió la participación de las deidades detrás de los guerreros en el relato épico, algo que pudo parecer un sinsentido al tratarse de una de las composiciones literarias más visitadas del mundo griego y de la humanidad. Pero para el narrador esa decisión tuvo una lógica implacable.
«La mayoría de sus escenas son parte de lo que hemos visto en el cine toda la vida. Es un índice de todas las situaciones que pueden pasar en una historia —y las que faltan están en la Odisea—; entonces es un manual, por lo que repetirlo es importante», dijo, al explicar por qué había querido volver a contar esa historia. «Y dice algo muy sencillo: los humanos hacen dos cosas: primero, desean algo y se juegan la vida para ir a tomarlo; la segunda cosa que hacen es regresar a casa. Así que la Ilíada es un resumen de la experiencia. Habla de deseo, y para la civilización griega la guerra era el gesto con el que se podía tomar lo que se deseaba; en este caso, ellos deseaban el Oriente, que era más civilizado, más sofisticado y más rico».
Alessandro Baricco y José Israel Carranza
Uno de los libros más recientes de Baricco, Lo que estábamos buscando (Anagrama, 2021), es una reflexión acerca de la pandemia. Más que por las cifras escalofriantes y las narraciones periodísticas, el autor se interesó por las condiciones y los deseos ocultos detrás de la aparición del virus de la Covid-19. El ensayo consta de 33 pequeños fragmentos que buscan que buena parte del trabajo la haga el lector; son una especie de relámpagos, explicó Baricco, con los que apenas en un instante de luz se puede ver la realidad.
«Creo que nosotros, como civilización, buscábamos un accidente de este tamaño. […] Estábamos en una situación en la que sólo había una cosa por resolverse: enfermarse y después suspender todo, respirar, hacerse preguntas, hacer que resistieran los más fuertes y cayeran los más débiles. No fue sólo un incidente casual, y si no era esto, habríamos buscado otro, a lo mejor una guerra. El libro trata de entender lo que hicimos en la construcción genial de esta figura mitológica que fue la pandemia», explicó.
El autor de Novecento (Anagrama, 1994) se despidió revelando algunos de los autores mexicanos referentes en sus lecturas, como Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Daniel Sada o más recientemente, Yuri Herrera, y dio una pista acerca de sus futuras gestas creativas, aunque pidió a las personas asistentes a la charla que no le contaran nada a la prensa: su próximo libro será un western metafísico.
FOTOS: Maritza Lavín