El mensaje, la clave de la visita del Papa

Laura Rodríguez

Mensajes fuertes del Papa Francisco, que hagan evidente la situación en la que se encuentra México, eso es lo que espera Arturo Navarro Ramos, director del Centro Universitario Ignaciano (CUI) del ITESO.  Sin embargo, no bastará con la dureza del discurso del jerarca de la Iglesia católica si los fieles no se apropian del mensaje y lo ponen en práctica.

"Yo espero mensajes fuertes, tengo la intención de leer los discursos con esa perspectiva, de cuáles son los puntos sobre las íes que pone. Yo creo que sí lo va a hacer. Hay conflictos muy serios, que no siempre salen a la luz pública, pero ahí están", explicó el académico.

"La visita no va a cambiar las cosas si no hay la intención de los visitados de repensar el discurso. Porque se corre el riesgo del ‘emocionalismo', nada más. Yo creo que, ahí, no es problema de la visita, es problema de nosotros. Después de la visita, ¿qué?, ese tendría que ser el asunto. Toca hacer algo, toca pensar otras cosas. ¿Nos ha cuestionado?, ¿nos abre otras perspectivas?, y si nos abre otras perspectivas, entonces ¿qué cambios tenemos qué operar? Eso es más difícil".

Del 12 al 17 de febrero, Jorge Mario Bergoglio hará su primera visita a México como Papa. Sin embargo, como jesuita y latino, tiene conocimiento de la realidad del país.

"Por un lado, como latinoamericano conoce la realidad, conoce México, conoce la situación, y eso le permitirá dar un mensaje mucho más ubicado y contextualizado. Además, conoce a los mexicanos desde sus momentos de haber sido Superior jesuita, y cuando deja de serlo, hay unos mexicanos que van a trabajar a la Provincia (de la Compañía de Jesús)", agregó el director del CUI.

"Por otra parte, yo creo que resuena con una teología del pueblo, que implica estar cercano a la gente. No es teología de la liberación, pero es una teología intermedia entre la teología que propugna cambios muy radicales y esta teología que ha caracterizado a la Iglesia católica. Es una teología que busca recuperar el papel del pueblo. En ese sentido, me parece que puede ser un buen mensaje, pero como jesuita, yo creo que lo que destaca de él es su modo de operar, que hay que leerlo entre líneas".

El recorrido

Durante su estancia en México, el Papa Francisco visitará Ciudad Juárez, Chihuahua; Tuxtla y San Cristóbal, en Chiapas; Morelia, Michoacán y la Ciudad de México.

Para el académico de la Universidad jesuita de Guadalajara, experto en temas religiosos, aunque la elección de lugares es pertinente, no quedarán visibilizadas zonas aún más marginadas y excluidas de México.

"Me hubieran gustado otros lugares, esa es mi primera impresión. Esos sí visibilizan la situación del país, pero salvado el asunto de Michoacán y el de Chiapas, no se va a las localidades, a las comunidades donde están los problemas, se va a la capital. Me hubiera gustado que visitara zonas que están realmente en las periferias de la exclusión, pero hay diócesis que jamás han sido consideradas o espacios que jamás han sido considerados para visitarlos. Por ejemplo, ¿por qué no visita la Prelatura de Mijes, en Oaxaca?, o todas las prelaturas, excepto la de Cancún, todas las demás están en unas zonas terriblemente marginadas", dijo.

"Está la Prelatura del Nayar, en la confluencia entre Durango, Zacatecas y Nayarit; inaccesible, dificilísima, pero eso sería un buen gesto del Papa para que fuera a esos lugares. O la Prelatura de El Salto, en los límites de Durango, Chihuahua, toda esa zona. Hay zonas mucho más pobres, mucho más ‘invisibilizadas' o totalmente ‘invisibilizadas', que no va a visitar".

Navarro Ramos explicó que, haciendo una revisión de las últimas visitas de papas, destaca que los jerarcas visitan ciudades que son capitales o de poder económico muy fuerte. Y lo que sucede es que las personas van a donde estará el Papa, así él no va a las zonas tan marginadas. 

"En el caso de Chiapas, van a llevar a los indígenas a San Cristóbal, pero San Cristóbal es una ciudad muy hermosa, donde, si no te fijas, no se ve la pobreza. Necesitas observar de una manera distinta, porque lo ves como turismo, ves a los indígenas como proveedores de productos para el turista. Pero si no bajas la mirada, no los vas a observar bien, cómo están, qué está sucediendo. Hubiera sido interesante que visitara, a mi juicio, otros lugares. No me gustan, pero creo que sí eran pertinentes. Hubiera preferido que fuera a otros lugares que visibilizaran más las situaciones de pobreza y marginación de este país", afirmó.

El experto en temas religiosos del ITESO destacó que la visita también servirá para que el Papa Francisco mande un mensaje a los obispos, quienes, consideró, no ponen en práctica los mensajes que ha emitido su jerarca.

Por ejemplo, dijo, cuando se dio a conocer la encíclica Laudato Si', no hubo reacciones por parte de los obispos; lo mismo sucedió con el plan de trabajo del Papa, La Alegría del Evangelio, del que sólo se realizó un resumen, pero no se operó ni puso en práctica.

"Va a ser una visita que va a despertar esperanza en los jóvenes, o que habrá un mensaje de esperanza y de búsqueda de mayor compromiso, incluso como lo dijo en Brasil, al margen de la jerarquía, que busquen sus propios cauces. Por el otro lado, va a señalar los puntos débiles del ejercicio del ministerio episcopal, que se ha concretado a mirar la realidad y a hacer comunicados cuando ya el agua le llegó al cuello o cuando ya se ven afectados sus propios intereses".

Los 43

Aunque se ha manejado que el Papa tendrá una reunión con familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desparecidos desde septiembre del 2013, Navarro Ramos, consideró que, de darse el encuentro, sería algo muy breve, y si no al menos destacarán en el discurso sobre la situación de violencia que enfrenta el país.

"Sí creo que mencionará el asunto, no sé si de los 43, pero la inseguridad sí la mencionará, toda esta situación de violencia generalizada que provoca la muerte injusta de muchísimas personas. El encuentro entre unos y otros me parece difícil, porque hay otras voces, también de gente que ha sufrido, que quisieran estar ahí. Si acaso se da el encuentro, imagino que será un breve saludo y un reconocimiento del problema, lo cual no es menor, porque esto posiciona el tema y permite que se pueda hablar del asunto. Ahora, que vaya a Morelia por esta situación, me parece bien, pero creo que debe hacer un mensaje muy fuerte ahí", dijo.

Espiritualidad jesuita

El director del CUI del ITESO afirmó que los discursos del Papa Francisco, así como la última Encíclica, ponen en evidencia le espiritualidad ignaciana con la que se rige. Por ejemplo, destacó, siempre coloca en el centro de su discurso a Cristo, y luego al ser humano, operando en libertad.

"Siempre ubica moverse usando las estructuras, las cosas o los bienes para el servicio del ser humano, y no al revés. Hay una perspectiva de carácter ignaciano. Yo creo que a los jesuitas les animará, de alguna manera, la necesidad de vivir la espiritualidad ignaciana", explicó.