¿Cuándo usar el pensamiento sistémico?
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¿Cuándo usar el pensamiento sistémico?
Agustín Rodríguez: Investigador del Centro de Innovación Social de Alto Impacto de Jalisco, es psicólogo y especialista en estadística con más de 10 años de experiencia en diseño, implementación y evaluación de intervenciones para la atención de la salud.
Cuando una corriente de pensamiento gana popularidad se tiende a sobre utilizarla. El pensamiento sistémico no está libre de esa posibilidad y por ende es importante entender cuando pensar sistémicamente puede proveer una mirada útil sobre un problema. Sobre todo, es importante comprender que el pensamiento sistémico no es una cura mágica, sino una corriente de comprensión de la realidad y por ende, limitada por sus propios supuestos de cómo esta se construye.
Un primer punto de partida para entender cuando pensar de forma sistémica puede ser de utilidad se encuentra en el trabajo del Filósofo Karl Popper (1966). Para el, los fenómenos pueden ser entendidos como nubes o como relojes. Popper nos dice que los fenomenos pueden compartarse como una nube cuando son altamente irregulares, desorganizados y en cierta medida impredecibles, o pueden similares a un un reloj. En otras palabras, cuando son consistentes, ordenados, y altamente predecibles en su comportamiento. Bajo esta metáfora de tipos de fenomenos, podría considerarse que el pensamiento sistémico es apropiado cuando nos enfrentamos a problemas que son del tipo nube.
Una serie de propuestas más contemporaneas puede retomarse a partir de los trabajos de cambio sistémico de Reos Partners (2013), y la Royal Society of Arts (2017), para quienes la clave reside en la complejidad con que puede caracterizarse el problema de interés. Reos (2013) nos sugiere considerar tres tipos de complejidad que justifican el uso del pensamiento sistémico. Por un lado se encuentra la complejidad dinámica, que se traduce en fenomenos para los cuales la cause y el efecto son interdependientes, es decir, causa y efecto se encuentran embabidos en un ciclo de influencia bidireccional.
Reos (2013) también considera la complejidad social como una razón para usar el pensamiento sistémico, es decir, siempre que en un problema se encuentren diversos grupos de involucrados con ideas diferentes de soluciones o definición de problemas, es recomendable usar el pensamiento sitémico. Finalmente, un ultimo tipo de complejidad puede ser llamada generativa, y surge cuando el problema que nos interesa no ha sido tratado antes por nadie, es terreno desconocido y no se cuenta con experiencias previas que nos ayuden a guíar el proceso. Cuando algún de estos tipos de complejidad está presente o manifiesto de forma combinada, Reos (2013) aconseja el uso del pensaiento sistémico.
La propuesta de la Royal Society of Arts (Conway et al., 2017) nos remite al trabajo de Heifetz (1994), quien sugiere considerar el tipo de situación al que nos enfrentamos antes de considerar un abordaje sistémico. El primer tipo de situación ocurre cuando el problema es claro y la solución es conocida, el segundo tipo de situación se da cuando el problema es claro, pero la solución no. Finalmente, el tercer tipo de situación se caracteriza porque ni el problema ni la solución son claras. Cuando nos encontramos ante una situación tipo tres es recomendable utilizar un abordaje sistémico y aunque es discutible, probablemente la situación también pueda beneficiarse de este tipo de pensamiento.
En resumén, el pensamiento sistémico es particularmente útil cuando nos enfrentamos a problemas que pueden ser caracterizados con algun tipo de complejidad y sobre todo, incertidumbre. Aquellas situaciones cuyas definiciones de problema y de soluciones son claras, probablemente se beneficien marginalmente con un abordaje sistémico. Sin embargo, es importante resaltar que estas sugerencias no estan escritas en piedra, y solo representan la experiencia de un grupo de profesionales del cambio sistémico. Al final, es importante reconocer que la aplicación del cambio sistémico es un proceso en construcción permanente y que aun nos queda mucho por aprender y por recuperar las buenas practicas que se encuentran en el ecosistema.
Referencias
Popper, K. R. (1966). Of Clouds and Clocks an Approach to the Problem of Rationality and the Freedom of Man.
Conway, R., Masters, J., & Thorold, J. (2017). From Design Thinking to Systems Change. Royal Society of Arts (London, UK).
Heifetz, R. A., & Heifetz, R. (1994). Leadership without easy answers (Vol. 465). Harvard University Press.
Reos Partners (2013). Reos Change Lab – Addressing Complex Challenges with Social Innovation: Innoweave Knowledge Sharing Platform & the J.W. McConnell Family Foundation