Entendiendo el Sistema Tierra y las Fronteras Planetarias.
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Entendiendo el Sistema Tierra y las Fronteras Planetarias.
Alejandra Castellanos: Investigadora del CISAI e ingeniera química egresada del ITESO, con una Maestría en Instrumentos de Política Ambiental de la Universidad de Melbourne, Australia.
Como cualquier otro organismo, el humano ha evolucionado adaptándose a su ambiente. En una relación mutuamente transformativa, la selección natural favorece individuos capaces mientras éstos manipulan su hábitat para sobrevivir. Sin embargo, últimamente el hombre ha ejercido una presión tal sobre los ecosistemas, que ha transformado el planeta entero, acercándose a un punto de “no retorno”. Esto ha definido una era geológica informal conocida como el Antropoceno, principalmente representada por la revolución verde e industrial, periodos de desarrollo acelerado y marcados avances tecnológicos, obtenidos a elevados costos ambientales (Ferrando, 2016).
Un equipo de investigadores liderado por Johan Rockström (2009) estimó hasta dónde podemos seguir presionando el Planeta sin alterar el equilibrio ecológico y provocar una catástrofe global. Esto sólo fue posible desde una perspectiva sistémica, es decir, estudiando el Sistema Tierra y las interdependencias de los subsistemas biofísicos que lo componen. Así surgió el concepto de Fronteras Planetarias, cuyos límites definen el “espacio seguro para la humanidad”.
Basados en conocimiento científico se determinaron nueve fronteras planetarias, de las cuales se cuantificaron siete: Cambio climático, Pérdida de biodiversidad, Flujo de Nitrógeno y Fósforo, Acidificación del océano, Reducción de la capa de ozono, Agua dulce y Cambio de uso de suelo. El límite de Contaminación química y Aerosoles atmosféricos no se pudo calcular. Como el Sistema Tierra es un sistema complejo, se encontró que cruzar ciertos umbrales implica detonar cambios abruptos no-lineales, impactando a una escala más grande de lo previsto. Adicionalmente, debido a su interdependencia, sobrepasar o avanzar hacia el límite de una frontera planetaria podría alterar la posición de otras, causando cambios globales (Rockström, et. al 2009).
Seis años después se publicó una actualización del estudio donde Pérdida de Biodiversidad se sustituye por Integridad de la biósfera, incluyendo cambios en Diversidad genética, y Diversidad funcional (de ecosistemas). Asimismo, Contaminación química se renombra como Introducción de nuevos componentes, enfatizando la incorporación antropogénica de contaminantes orgánicos, materiales radioactivos, nanomateriales y microplásticos. Adicionalmente, mientras en 2009 habíamos trasgredido las fronteras planetarias Cambio climático, Pérdida de biodiversidad y Ciclo de Nitrógeno, en 2015 también se habría sobrepasado Ciclo de Fósforo y Cambio de uso de suelo (Steffen, et. al 2015).
En este panorama desconcertante, Johan Rockstrom afirma que “éstas también son buenas noticias, somos la primera generación, gracias a la ciencia, que puede informarse”. Más allá de los límites para mantenernos en un “espacio seguro”, las fronteras planetarias constituyen un nuevo paradigma para entender el Sistema Tierra. Aprovechar este conocimiento implica “operar” a favor y no en contra de las cualidades de los sistemas complejos (TEDGlobal, 2010).
Una de estas cualidades es la Resiliencia, entendida como la habilidad de los sistemas para recuperarse ante un disturbio, adaptándose y transformándose. Gracias a su resiliencia, el Sistema Tierra ha podido auto-regularse y mantenerse en estado estable los últimos 10,000 años, formalmente constituyendo la era geológica del Holoceno. Durante este periodo, la humanidad como especie ha gozado de condiciones atmosféricas y biogeoquímicas favorables para su desarrollo, las cuales se han mantenido a pesar de los recientes impactos del Antropoceno (Rockström, et. al 2009).
Así, las fronteras planetarias revelan información crucial sobre la resiliencia. Por ejemplo, a partir de la interrelación entre la acelerada pérdida de biodiversidad con otras alteraciones ecológicas es que hoy conocemos y valoramos su importante papel como mecanismo de resiliencia. El siguiente paso es incorporar este paradigma en el diseño e implementación de políticas públicas y estrategias internacionales, nacionales, regionales y locales.
Por más ambicioso que parezca, hemos avanzado. En el próximo artículo te contaremos un caso en el que pensamiento sistémico y resiliencia, son principios fundamentales del cambio positivo.
Bibliografía
Ferrando, F. (2016). The Party of the Anthropocene: Post-humanism, Environmentalism and the Post-anthropocentric Paradigm Shift, Relations, 4(2), 159-173.
Rockström, J., W. Steffen, K. Noone, Å. Persson, F. S. Chapin, III, E. Lambin, T. M. Lenton, M. Scheffer, C. Folke, H. Schellnhuber, B. Nykvist, C. A. De Wit, T. Hughes, S. van der Leeuw, H. Rodhe, S. Sörlin, P. K. Snyder, R. Costanza, U. Svedin, M. Falkenmark, L. Karlberg, R. W. Corell, V. J. Fabry, J. Hansen, B. Walker, D. Liverman, K. Richardson, P. Crutzen, and J. Foley, (2009). Planetary Boundaries: Exploring the Safe Operating Space for Humanity, Ecology and Society, 14(2), 1-32.
TEDGLOBAL, (2010). Johan Rockström: Dejemos que el ambiente guíe nuestro desarrollo, Recuperado de: https://www.ted.com/talks/johan_rockstrom_let_the_environment_guide_our_development?language=es.
Steffen, W., Richardson, K., Rockstrom, J., Cornell, S. E., Fetzer, I., Bennett, E. M., Biggs, R., Carpenter, S. R. Vries, W., de Wit, C. A., Folke, C. Gerten, D., Heinke, J., Mace, G. M., Persson, L. M., Ramanathan, V., Reyers, B. and Sörlin, S. (2015). Planetary boundaries: Guiding human development on a changing planet. Science, 347(6223), 1-10.