Entendiendo el Sistema Tierra y las Fronteras Planetarias II.
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Entendiendo el Sistema Tierra y las Fronteras Planetarias II.
Alejandra Castellanos: Investigadora del CISAI e ingeniera química egresada del ITESO, con una Maestría en Instrumentos de Política Ambiental de la Universidad de Melbourne, Australia.
En un artículo previo (Las Fronteras Planetarias), platicamos sobre cómo el pensamiento sistémico puede ayudar a dimensionar el impacto de la actividad humana sobre la Tierra. A través de las fronteras planetarias definimos el “espacio seguro” en el que el hombre puede seguir desarrollándose sin provocar una catástrofe global. El panorama no es muy alentador, pues actualmente hemos transgredido cuatro de las nueve fronteras planetarias, adentrándonos en terreno peligroso.
Sin embargo, estas investigaciones han propiciado el entendimiento de las dinámicas complejas de nuestro Planeta, lo cual abre una ventana de oportunidad. Nunca antes se había tenido tanta información, que con cierto grado de incertidumbre significa un gran avance en el conocimiento científico que ha activado la creatividad hacia la innovación y transformación de sistemas.
Un ejemplo exitoso de lo anterior es la agroecología, una alternativa al viejo paradigma de la agricultura industrial. Ampliamente implementada en Latinoamérica, se basa en técnicas de cultivo que no degradan el suelo ni acaban con la biodiversidad. Dichos beneficios se logran a través de la sustitución de pesticidas sintéticos por fertilizantes orgánicos, y al reemplazo del monocultivo por arreglos biodiversos, lo cual promueve la resiliencia, una de las cualidades de los sistemas complejos (TEDGlobal, 2010).
Asimismo, la iniciativa “Liderazgo comunitario para la seguridad alimentaria e hídrica en el Volcán Tacaná” en Chiapas, tiene el objetivo de incrementar la resiliencia tanto del bosque como de la producción de café, para enfrentar las intensas lluvias que causan erosión y deslaves, afectando a las comunidades, la cosecha y el ciclo hidrológico (Pérez, 2019).
Considerando que la biodiversidad juega un rol crucial en la resiliencia de los ecosistemas (TEDGlobal, 2010), las principales acciones son reforestar con especies nativas e implementar sistemas agroforestales, así como realizar obras de conservación de suelos y captación del agua que escurre en zonas empinadas. Así, además de aumentar el “colchón” sobre el cual el bosque y el café pueden prosperar, se incrementa la recarga hídrica y las reservas de agua subterránea, evitando la erosión y recuperando la salud del ecosistema (Pérez, 2019).
Estas iniciativas son conocidas como Adaptación basada en Ecosistemas (AbE), pues promueven la conservación de los recursos naturales mientras nos permiten adaptarnos a los efectos del cambio climático y encontrar modos sostenibles de vida (Rubio, 2017). En este caso, el incremento en las lluvias son un efecto del cambio climático y las acciones implementadas son una manera de adaptarse, pero no sólo eso, sino que como se mencionó, son una vía para obtener otros beneficios ambientales y socioeconómicos (Pérez, 2019).
Así, la AbE trabaja con dinámicas complejas e interdependientes del “Sistema Tierra”. Entendiendo que alterar una frontera planetaria puede mover el estado de las demás (TEDGlobal, 2010), podemos “retroceder” el cambio de uso de suelo, sabiendo que eso aminorará los efectos del cambio climático, la escasez de agua y los flujos de Nitrógeno y Fósforo asociados a la agricultura industrial.
Finalmente, la participación de las comunidades locales es crucial en la implementación y escalamiento de la iniciativa. El liderazgo lo llevan los ejidos, que son estructuras de tenencia de tierra comunal características de México (Pérez, 2019). Esto también permite recuperar el conocimiento tradicional y empoderar a las comunidades originarias, que al igual que en el resto del mundo, han sido rezagadas por los modelos modernos de desarrollo, bajo la suposición de no ser capaces de manejar sus bienes comunes (Merino, 2014).
Lo anterior enfatiza la importancia de ampliar el espectro de análisis y considerar los subsistemas sociales como parte del todo. En el próximo artículo te contaremos cómo.
Bibliografía
Merino, L. (2014). Perspectivas sobre la gobernanza de los bienes y la ciudadanía en la obra de Elinor Ostrom, Revista Mexicana de Sociología, Vol. 76, No. 5, pp. 77-104.
Pérez, M. (2019). Liderazgo comunitario para la seguridad alimentaria e hídrica en el Volcán Tacaná, México, International Union for the Conservaton of Nature, PANORAMA: Solutions for a healthy planet. Recuperado de: https://panorama.solutions/es/solution/liderazgo-comunitatio-para-la-seguridad-alimentaria-e-hidrica-en-el-volcan-tacana-mexico.
Rubio, F. (2017). Ecosystem-based adaptation to climate change: concept, scalability and a role for conservation science, Perspectives in Ecology and Conservation, Vol. 15, pp. 65–73.
TEDGLOBAL, (2010). Johan Rockström: Dejemos que el ambiente guíe nuestro desarrollo, Recuperado de: https://www.ted.com/talks/johan_rockstrom_let_the_environment_guide_our_development?language=es.