¿Cómo se defienden los derechos de una comunidad universitaria?

Judith Morán

En un mundo en el que la amenaza y la guerra parecen ser un referente entre los pueblos, las defensorías de derechos humanos y universitarios "pueden constituirse en la voz de razón civilizatoria que dé luz y esperanza a los que sufren por las acciones arbitrarias de una autoridad", expresó Daniel Márquez Gómez, defensor adjunto de la Defensoría de los Derechos Universitarios en la UNAM.

Durante su participación en la mesa redonda de procuradores de derechos humanos y derechos universitarios, llevada a cabo el pasado 3 de febrero en el ITESO, el investigador destacó que "si somos capaces de demostrar que la defensa de los derechos humanos es de importancia, que tiene influencia y poder, y permite modificar el comportamiento humano de manera positiva habremos cumplido nuestro objetivo".

Ante la percepción de que estos derechos parecen lejanos, Alfredo Sánchez Castañeda, defensor de los derechos universitarios de la UNAM, aclaró que en la universidad también se aprende a convivir, y que la convivencia implica respetar al otro, independientemente que sea diferente.

Miguel Bazdresch, primer procurador de los derechos universitarios del ITESO, señaló que al ser parte de la sociedad, dentro de las universidades también operan los derechos humanos, aunque no estén en los reglamentos.

"Si hay un derecho establecido en la constitución, ese se aplica en la universidad y si no se aplica se está violando, y si se está violando es sujeto de denuncia o de protección", afirmó el también jefe del Centro de Aprendizaje en Red del ITESO.

Gobernanza participativa y prevención

"Hacer uso y tener conocimiento de esta institución universitaria (los defensores) puede ser una lección que nos enseñe a defender los derechos humanos como ciudadanos y profesionales", comentó Jaume Benaloy Marco, defensor universitario de la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote (Uladech), Perú.

Para el académico peruano los organismos de defensa de derechos universitarios ayudan a acotar el poder de las autoridades para que mejoren el servicio que brindan a estudiantes, profesores y demás integrantes de la institución.

Agregó que su oficina en Perú es una instancia que ayuda a que exista una gobernanza participativa, que se da a partir de escuchar a los estudiantes y a la comunidad universitaria.

"La defensoría no tiene que actuar sólo como reacción ante un abuso, sino también para tomar la iniciativa", dijo, e instó no sólo a aprender a denunciar, sino también a sugerir.

Al comienzo de la actividad, Juan Jorge Hermosillo, procurador de los derechos universitarios del ITESO, recordó que la figura del defensor en la Universidad Jesuita de Guadalajara se creó hace casi 20 años y que la primera defensoría universitaria en el país se creó en la UNAM en 1985, a la que se le considera como antecesora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.