“El agua es el elemento más preciado de la Tierra. Debemos cuidarla”

Al tratarse de un recurso indispensable para la vida, garantizar la disponibilidad y la accesibilidad del agua durante los años venideros se ha vuelto uno de los más grandes desafíos para un verdadero desarrollo sustentable. Se trata también de un recurso limitado e insustituible, por lo que su conservación y su correcta utilización son claves para la supervivencia de todas las personas, así como para el buen funcionamiento de todos los ecosistemas a escala global. Si se gestiona adecuadamente, el agua puede ser un recurso renovable. Sin embargo, hoy en día más de mil 700 millones de personas viven en zonas donde el uso supera la tasa de recarga, una tendencia según la cual en 2025 dos terceras partes de la población mundial podrían padecer escasez de agua.
 

La correcta gestión y el uso racional son aspectos prioritarios para el ITESO. Desde la fundación de la Universidad se han diseñado e implementado diversas estrategias para un manejo eficiente de los recursos hídricos, buscando en todo momento no usar más agua de la que necesita la comunidad universitaria para sus actividades diarias y procurando que el agua residual que se genera dentro de las instalaciones sea tratada de la mejor manera, a fin de evitar las descargas contaminantes al medio ambiente. 
 

El campus cuenta con infraestructura específica para la recolección de agua de lluvia (canaletas ubicadas en los pasillos y bajantes en todos los edificios), con el fin de evitar que ésta llegue al desagüe y se contamine al mezclarse con otras descargas provenientes de lugares externos a la institución. De este modo también se favorece la recarga de los mantos acuíferos. 

La Universidad cuenta con una planta de tratamiento para el agua residual que se produce en sus instalaciones, misma que se recicla para el riego de los jardines y actividades de limpieza en general. 

Respecto a las acciones para la infiltración del agua, se registró un aumento en comparación con 2022, al incorporar dos pozos de absorción y dos humedales, con lo que el total de éstos se elevó a 79 y 11, respectivamente. También se incrementó el número de cisternas para prevenir derrames de aguas contaminadas por prácticas académicas en los laboratorios.

Como parte de los esfuerzos por reducir el uso de agua potable, la Universidad ha establecido una colaboración con la planta de producción de Embotelladora La Favorita para recibir agua tratada de sus procesos, misma que, una vez tratada en la planta del campus, también se reusa. Esta iniciativa contribuye a hacer un uso más eficiente de los recursos hídricos y a cuidar el medio ambiente al aprovechar agua tratada en actividades no potables más allá del campus.