La falla: un retrato íntimo de la infancia que llega al FICM

Óliver Zazueta 

Una escuela rural en México, un grupo de niños en su primer año de primaria, y la inminente despedida de su maestra son el escenario íntimo de La falla, el documental de Alana Simões que más allá de hablar de la relación maestra-alumnos, aborda una pregunta más profunda: ¿cómo influye lo que narramos a los pequeños en la formación de su visión del mundo?  

Este cuestionamiento es central para la cineasta y profesora del Departamento de Estudios Socioculturales (Deso) del ITESO, pues impulsa una obra que busca resonar tanto en el cine como en las aulas. Ahora, se prepara el debut del filme en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) para los próximos 22 y 24 de octubre. 

Este es el segundo largometraje de Simões y en esta nueva obra, de la mano de la productora Cinematrópodos y distribuida internacionalmente por Figa Films, explora las narrativas que se generan en la infancia, un tema recurrente en la filmografía de la cineasta, quien ya ha destacado en el ámbito documental con su ópera prima Mi hermano. La primera proyección de La falla tendrá lugar en Cinépolis Centro de Morelia, el martes 22 de octubre, a las 16:30 horas, marcando el inicio de un recorrido que se espera lleve a la cinta por diferentes festivales, así como por escuelas públicas de Jalisco. 

La infancia y el valor de lo cotidiano 

La falla nos transporta a una pequeña escuela de un pueblo mexicano, donde los alumnos de primer año de primaria enfrentan la partida de su maestra, Celeste. A lo largo de 80 minutos, el documental retrata el impacto emocional de este cambio en los niños y las niñas, quienes ven en la figura de la maestra no solo a su instructora, sino a una guía fundamental en un periodo delicado de sus vidas: el tiempo posterior a la pandemia. 

Simões explicó que este documental nació de una curiosidad por las formas en que los adultos narramos el mundo a los más pequeños. “La historia de este proyecto es un pretexto narrativo para entrar en contacto con niñas y niños, de una manera íntima”, comenta durante una entrevista.  

A diferencia de muchas producciones cinematográficas que se enfocan en narrativas dramáticas o impactantes, Simões apuesta por lo que llama “la savia de la vida”, que reside en lo cotidiano.

“Muchas veces vamos tan deprisa o estamos acostumbrados justamente a estas narrativas del impacto, de lo que sobresale, y no vemos que dentro de lo cotidiano están pasando cosas muy intensas”, reflexiona.  

Este enfoque se refleja en las decisiones estéticas del documental, las cuales están ligadas a decisiones éticas. Por ejemplo, el equipo de filmación diseñó un cojín especial para que el camarógrafo pudiera estar siempre a la altura de los ojos de los niños, creando así una experiencia visual que sumerge al espectador en el mundo de la infancia desde su propia perspectiva. 

La profesora de tiempo fijo y asesora educativa de la Licenciatura en Comunicación y Artes Audiovisuales en el ITESO destacó que el proceso creativo de La falla fue largo y minucioso. Durante seis meses, su equipo visitó regularmente la escuela para dialogar con autoridades y padres de familia, asegurándose de que todos estuvieran involucrados en el proyecto y comprendieran su alcance. También trabajaron con un psicólogo infantil para garantizar que los niños estuvieran emocionalmente preparados para el rodaje, un aspecto fundamental para la realizadora, quien subraya la importancia de un enfoque responsable y respetuoso al trabajar con menores. 

El enfoque de Simões refleja su convicción de que el cine documental es una poderosa herramienta para el diálogo. Su intención no es ofrecer respuestas cerradas ni narrativas pre-digeridas, sino abrir espacios para la interpretación y la reflexión conjunta. “Me gusta mucho el abordaje del cine desde el fuera de campo, desde lo que no estamos viendo”, explica. Para ella, lo interesante del documental radica en su capacidad para sugerir, permitiendo que el espectador participe activamente en la creación de significado. 

Esta visión se refleja también en la estrategia narrativa alejándose de la estructura clásica aristotélica que enfatiza los obstáculos y clímax narrativos. En su lugar, La falla invita al espectador a sumergirse en los mundos interiores de los personajes, en este caso, los niños, quienes, a través de sus pequeñas y cotidianas experiencias, viven su propia épica. 

La pasión de Alana Simões por las infancias no es nueva. En su primer largometraje, Mi hermano, exploró los vínculos y procesos de adopción en el contexto de la niñez. En este segundo proyecto, la génesis estuvo vinculada a su encuentro con un grupo de normalistas de la Escuela de Atequiza, entre quienes se encontraba Celeste, la maestra protagonista del documental. La pandemia interrumpió el rodaje original de un documental sobre estos jóvenes maestros, pero tras su reapertura, Simões retomó el proyecto, esta vez siguiendo a Celeste en su nuevo rol como docente titular de un grupo de primer año. 

Un proyecto con estrella 

La producción de La falla contó con el respaldo del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), tanto para la producción como la postproducción, además de recibir apoyo de la Secretaría de Cultura de Jalisco y el programa Filma Jalisco. Para la distribución internacional, Simões se asoció con Figa Films, una destacada distribuidora internacional, mientras que la distribución nacional estará a cargo de Artegios, bajo la dirección del reconocido documentalista Everardo González. 
“Nos sentimos muy contentos de que la película haya generado ese afecto en los colegas. Ahora vamos a estrenar justamente en Morelia y próximamente ya anunciaremos el estreno internacional”, expresó Simões. 

El estreno en el FICM marca el inicio de lo que promete ser un recorrido por festivales internacionales, pero más allá de este circuito, Simões tiene un objetivo claro: llevar el documental a escuelas primarias públicas en varios municipios de Jalisco, acompañado de una guía diseñada para fomentar el debate y la reflexión entre docentes, padres de familia y autoridades escolares. Incluso está prevista una proyección en el ITESO, reforzando los lazos entre su labor como académica y como cineasta.