“Nuestra formación nos compromete y responsabiliza”

Montserrat Muñoz 

“Sean una buena noticia para sus prójimos y no pierdan la esperanza, tampoco la oportunidad de generarla y compartirla”, exhortó Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, rector del ITESO, a quienes egresaron de la universidad como parte de la generación Otoño 2024. 

Los días 6 y 7 de diciembre el ITESO celebró, en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, las ceremonias de terminación de estudios, las cuales despidieron a 977 estudiantes de las aulas universitarias, que ahora forman parte de la comunidad de egresados y salen a servir a la sociedad desde su formación como profesionales conscientes, competentes, compasivos, solidarios y comprometidos. 

“No se resignen a vivir en una sociedad egoísta, inequitativa y violenta; dejen que la bondad de su corazón sea pieza central en la construcción de un entorno más cercano y de relaciones más humanas, solidarias y justas”, dijo. 

Zatyrka Pacheco destacó que los egresados ahora forman parte de una comunidad global de más de 3 mil 600 instituciones y proyectos educativos confiados a la Compañía de Jesús, por lo que los invitó a aprovechar esta red para seguir creciendo como personas y profesionales. 

“Ustedes son personas llenas de energía, creatividad y determinación, cuentan con una sensibilidad especial para identificar situaciones injustas y nuevas vías de progreso para la comunidad. Se distinguen también por su capacidad de pensar en grande, de movilizarse, traspasar límites y superar los obstáculos que se interpongan ante sus metas”, expresó. 

La generación ITESO Otoño 2024 consta de 977 nuevos profesionales, egresados de los 44 programas de licenciatura que imparte la universidad. 

La cualidad de la libertad 

Explicando lo que representa la frase “ser los mejores para el mundo” desde el punto de vista de la formación ignaciana, Catalina Morfín López, directora general académica del ITESO, explicó que esto implica saber leer los signos de los tiempos, no muy alentadores hoy, con escenarios de grandes riesgos para la humanidad como guerras que pueden globalizarse, migraciones que ponen en peligro las vidas de miles de personas, un deterioro ecológico de grandes dimensiones y desigualdades sociales y raciales acentuadas por políticas económicas injustas, así como, en el ámbito nacional, una violencia creciente y problemas como la desigualdad, la injusticia, la impunidad y la ausencia de una democracia auténtica. 

Pese a esto existen signos que posibilitan la transformación de la sociedad, como los egresados de la universidad jesuita, jóvenes comprometidos con la paz y con nuestra casa común, que se han formado de manera consistente, sólida y profunda en la capacidad técnica, científica y humana, en criterios de discernimiento, en actuar en el espíritu de la realización, en cierta apertura a lo espiritual, en la búsqueda de la sabiduría y en el compromiso con el magis ignaciano, que busca el mayor y más universal bien en todo lo que hacemos. 

“Queremos destacar la cualidad de la libertad por la cual nos configuramos, nos damos forma y figura, junto a los deseos de un individuo y lo que queremos construir en el ejercicio de la razón, de una teoría o una práctica. Se trata de trascender la mera acumulación de saberes, ideologías y doctrinas imperantes, hasta adquirir las habilidades para ser verdaderamente libres. Estarán frente a un mundo al que le urge contar con profesionales de todos los ramos del saber; que puedan innovar, emprender caminos de paz y justica, y ocuparse cotidianamente de avanzar en la edificación de una humanidad más amorosa y pacífica y mejorar la vida de quienes habitamos este planeta”, mencionó Morfín López. 

Paola Ramos López de Llergo, egresada de la Licenciatura en Filosofía y Ciencias Sociales, dio un mensaje a sus colegas con motivo de la terminación de sus estudios, en el que los invitó a asumirse, más que como profesionales, como seres humanos íntegros, con una formación ética y una profunda sensibilidad hacia el contexto histórico y social de nuestro tiempo. 

“Nos llevamos más que un título: partimos con una mente crítica capaz de trazar un camino guiado por principios éticos y una conciencia social sólida. Nuestra formación nos compromete y responsabiliza a trabajar por un mundo más justo e igualitario. Ahora más que nunca, es cuando nos toca dejar de ser indiferentes ante las problemáticas sociales”, señaló la egresada. 

Jorge Octavio Alviso Rodríguez, egresado de la Licenciatura en Mercadotecnia y Dirección Comercial, señaló que el ITESO es “un espacio de comunidad, de desafíos y, sobre todo, de crecimiento. Aquí aprendimos que ser profesionales no solo implica conocimientos técnicos, sino también un compromiso ético y humano”. 

Coincidió con él Gerardo David Muñoz Luevas, egresado de Ingeniería Civil, quien conminó a sus compañeros a construir su camino sin miedo al error, “con pasión por lo que amamos, con audacia en la acción, con excelencia en cada detalle y con la esperanza de que, si miramos hacia las estrellas, encontremos un propósito que nos inspire”. 

“Mientras damos el primer paso a nuestra vida profesional como ingenieros, ingenieras, licenciados y licenciadas, recordemos que nuestros logros futuros estarán cimentados en los hábitos y decisiones que tomemos cada día. Busquemos la excelencia en lo pequeño, porque son esos detalles los que moldearán nuestro carácter y con el tiempo nos llevarán al éxito. El mundo está ahí para que dejemos una marca”, enfatizó. 

Paulina Darely Franco Ayala, egresada de la Licenciatura en Administración de Empresas y Emprendimiento, señaló que la misión, como egresados del ITESO, “es lograr ser esa chispa que mueva al mundo, motivando a quienes nos rodean a perseguir sus sueños y a ser la mejor versión de sí mismos”.