"Solos podemos hacer muy poco; juntos podemos hacer mucho"
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"Solos podemos hacer muy poco; juntos podemos hacer mucho"
HELLEN KELLER, defensora y pionera en la educación de personas sordociegas
La salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino un estado de completo bienestar físico, mental y social. La resiliencia se ha convertido en una habilidad esencial de las personas para enfrentar los desafíos que depara la vida en un mundo cada vez más complejo y cambiante.
En los últimos años se han logrado avances en la mejora de la salud de las personas. 146 de 200 países o regiones ya han cumplido o están en camino de alcanzar la meta de los ODS sobre mortalidad en menores de cinco años. El tratamiento eficaz contra el VIH ha reducido las muertes relacionadas con el sida en 52 por ciento desde 2010, y se ha eliminado al menos una enfermedad tropical en 47 países. Sin embargo, todavía persisten muchas desigualdades en el acceso a la atención sanitaria. La vacunación infantil ha experimentado el mayor descenso en tres décadas y las muertes por tuberculosis y malaria han aumentado en comparación con los niveles previos a la pandemia. Los ODS buscan garantizar que todas las personas, sin importar dónde vivan, tengan acceso a una atención médica de calidad. Esto implica eliminar las desigualdades en salud y asegurar que todos puedan acceder a medicamentos y vacunas esenciales. Para lograr este objetivo, se requiere una inversión significativa en los sistemas de salud, especialmente en los países más vulnerables.
En ese mismo sentido, la salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas enfrentar el estrés cotidiano, desarrollar sus habilidades, aprender y trabajar de manera efectiva, así como contribuir al bienestar de su comunidad. Es una parte esencial que apoya las capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y moldear el entorno. Además, la salud mental es un derecho humano fundamental y un componente crucial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. No se limita a la ausencia de trastornos mentales, sino que se entiende como un proceso complejo que cada persona vive de manera única, con diferentes niveles de dificultad y angustia y con resultados sociales y clínicos que pueden variar significativamente.
El ITESO está comprometido en la creación de un ambiente de aprendizaje donde se promuevan la salud y el bienestar de manera integral. A través de diálogos abiertos y colaborativos, se busca explorar cómo factores internos y externos, como las emociones, los pensamientos y el entorno social, interactúan y afectan el equilibrio de las personas.