Ingeniería en IA: fusionan la tecnología con la ética

Óliver Zazueta 

Fusionar la innovación con el humanismo, la ciencia con la conciencia y la tecnología con la ética es parte de la vocación que la nueva Ingeniería en Inteligencia Artificial (IA) tiene presente para apegarse a las tendencias actuales, pero también a los principios educativos del ITESO. 

En el marco del lanzamiento de esta carrera se llevó a cabo la conferencia “El impacto de la IA en el siglo XXI: oportunidades y desafíos para las nuevas generaciones”, impartida por Julio César Zamora Esquivel, ingeniero principal de Intel Labs Guadalajara, quien vino acompañado de parte de su equipo de trabajo y del robot Ektan, que con pasos firmes entró al Auditorio M del ITESO y saludó a los presentes. 

El especialista realizó estudios de doctorado y maestría en Ciencias en Ingeniería Eléctrica en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Guadalajara, del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Al concluir, realizó un posdoctorado en el Korea Advanced Institute of Science & Technology (KAIST). Es reconocido por su trabajo en el campo de la visión por computadora y la inteligencia artificial, y por sus esfuerzos para promover la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) en México. Es autor de 100 patentes y publicó numerosos artículos científicos. 

Zamora Esquivel realizó un ejercicio acerca de cómo serían nuestras vidas en 2030 y de las necesidades que un ingeniero en IA va a tener que resolver, por ejemplo, con los vehículos autónomos, los robots de servicio en el hogar, la creación de nuevas aplicaciones tipo ChatGPT, o el diseño de modelos energéticos eficientes, por mencionar algunas. 

“En el futuro, ustedes van a programar cosas que les permitan programar los robots. A ustedes les va a llegar un humanoide a su casa o lo van a poder comprar en Liverpool, pero no le van a conectar un teclado, sino que tienen que demostrarle al robot qué quieren. Le van a decir, ‘¿ves estos jitomates? A mí me gustan así’, y el robot va a ir y cortar los jitomates”, explicó. 

Para Zamora las nuevas herramientas de inteligencia artificial tenderán a unificarse e irse consolidando, algunas de las actuales tendrán que morir, como ocurrió en su origen con buscadores como AltaVista, Excite o Lycos, que acabaron derrotados por Google. Al final habrá desarrollos que serán capaces de hacer más de una cosa. Asimismo, por ejemplo, las escuelas tendrán agentes con inteligencia artificial que va a generar el contenido que se les quiere enseñar en tiempo real. 

“Todo esto trae retos, por ejemplo, la cantidad de energía que se consume por la IA y ustedes también tendrán que arreglar eso, porque será necesaria la creación de modelos optimizados para que sean eficientes en cuestión de energía. Por ejemplo, la energía que consume ChatGPT equivale a alimentar a 112 países en un año y consume 74 mil millones de litros de agua al día. Ustedes tendrán que arreglar ese problema”, mencionó. 

Otro de los desafíos es el manejo de datos personales y tecnologías como el deepfake (falsificar personas digitalmente), que enfrentan problemáticas que van más allá del uso de la tecnología e incluyen cuestiones éticas. “Ustedes tienen el desafío de ver cómo van a involucrar el contexto en la inteligencia artificial, para que no nada más se use el conocimiento. Ustedes van a hacer la IA del futuro para que tome la referencia del contexto”. 

Álvaro Iván Parres Peredo, director del Departamento de Electrónica Sistemas e Informática (DESI) del ITESO, entidad a cargo de esta ingeniería, destacó que además de los fundamentos técnicos y científicos, esta formación busca generar espacios para reflexionar sobre el impacto ético de la IA, con temas como los sesgos algorítmicos y la privacidad de datos. 

“La tecnología no es neutral, refleja los valores de quienes la crearon. En esta ingeniería dominarán algoritmos, desarrollarán modelos de aprendizaje automático, pero también vivirán un proceso de concientización, aprenderán que la tecnología es una herramienta para modificar realidades. En un mundo marcado por desigualdades profundas la IA no puede ser un privilegio para algunos pocos, por ellos planteamos retos que provoquen un cambio social”, declaró. 

José Francisco Cervantes Álvarez, coordinador de esta ingeniería, explicó que la carrera fue el resultado de una colaboración muy intensa con actores de distintos departamentos, no sólo del DESI. También resaltó que esta propuesta aborda algunas áreas fundamentales que van a permitirle diferenciarse del resto de las carreras que existen a nivel nacional, principalmente con una formación integral para formar ingenieros competentes y responsables. 

“Los egresados de esta carrera van a representar un gran reto para las generaciones que ya tenemos varios años, sobre todo si queremos trabajar en estas áreas. Yo mismo fui egresado en una maestría en IA y estudié antes sistemas computacionales”, comentó.