Analiza la presencia de la mujer en medios de comunicación

Adriana López-Acosta

"¿Quiénes ocupan las primeras páginas y en qué fotos? ¿Dentro de las estructuras sociales qué parte tomamos las mujeres?", esta fue la reflexión con la que Liliana Hendel, activista, psicóloga, periodista y feminista argentina partió para dictar la conferencia basada en su libro Violencias de género, las mentiras del patriarcado, el pasado 20 de marzo en el auditorio M.

La plática fue organizada  por las carreras del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos, así como la Licenciatura Periodismo y Comunicación Pública y la Unión de Sociedades de Alumnos del ITESO.

Hendel recordó el asesinato de Marielle Franco, concejala en Río de Janeiro, Brasil, sucedido el pasado 14 de marzo. El crimen se dio en un contexto de creciente violencia y choques políticos de Brasil. Ella era una figura de la izquierda joven brasileña y activista por los derechos humanos de las mujeres negras y en situación de pobreza.

"La mataron porque era mujer, negra, lesbiana y no se callaba la boca. Todas las que quedamos vivas estamos para recordarla y seguir en este camino", expresó Hendel, a la hora de especificar la importancia de tipificar el feminicidio como tal, debido a que responde al asesinato a una mujer en unos contextos social y político determinados.

En 2017, Monitor de la Violencia registró cuatro mil 473 homicidios de mujeres, una de las causas por las que luchaba Franco, así como por la juventud negra sin acceso a educación, que es la principal víctima de muertes violentas en el país sudamericano, de acuerdo con el Atlas de Violencia 2017.

"No se puede entrar a este tema sin decir que la violencia más visibilizada es la de los feminicidios, pero no es la única", expresó.

La discusión de si el feminismo es lo mismo que el machismo debe dejarse de lado ya, afirmó la activista, al recordar que es un movimiento político teórico que cuestiona la desigualdad entre hombres y mujeres. ,

"No es el hombre malo contra la mujer, también los varones son víctimas de esta cuestión hegemónica. El patriarcado y el machismo no están en los genitales, están en el marco teórico", explicó Hendel y añadió que esta situación también se ve en qué tanto las mujeres en democracias como Argentina o México son ciudadanas de segunda clase.

¿Cuántas mujeres hay donde el poder se juega?", se preguntó la conferenciante, y mostró algunos de los resultados de las investigaciones de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, de la cual es presidenta. Eran fotografías en periódicos de jueces, políticos, artistas, deportistas, todas sin una sola mujer a cuadro. 

Y mostró en dónde sí aparecen las mujeres en los medios y cómo: en revistas de sociales, en anuncios publicitarios para reducir tallas, o en encabezados de los llamados "crímenes pasionales", en los que se omiten los nombres de las víctimas y se utilizan eufemismos para no mencionar un feminicidio.

También aparecen, afirmó, en las campañas contra la violencia de género o el acoso sexual, con mensajes en los que se les incita a defenderse y denunciar.

"Pero nadie le dice al victimario que no lo haga. Idealizamos el dispositivo de la denuncia y desde los medios insistimos en que las victimas pudieron denunciar. Pero estos sistemas no las protegen porque la justicia se inserta en el sistema patriarcal", dijo.

También aparecen en los medios y en la opinión social como fanáticas y radicales que pintan las calles tras marchas. O como objetos de deseo en publicidad, y con códigos que imponen una estética que conduce a trastornos físicos y emocionales.

La ponente se refirió a la idealización del amor romántico como una forma de opresión. "El amor es clave para instalar las violencias en las mujeres. Ideas como ‘el amor todo lo puede', ‘los que se pelean se aman' son un acta de defunción", dijo, y mencionó cómo la idealización de la maternidad como función primaria de la mujer debe de-construirse, y fomentar el feminismo como ancla para la búsqueda de un piso parejo entre ciudadanos y ciudadanas.

"Nadie se salva sola. Sólo encontrándonos podremos tomar conciencia de que las cosas están funcionando mal y tenemos la posibilidad y responsabilidad de cambiarla", dijo.