Estudiantes en búsqueda del desarrollo comunitario

Judith Morán 

Con árboles, caminos, atrapasueños y bosques de plastilina jóvenes migrantes y de pueblos originarios se representaron a ellos mismos y a su entorno como parte de las actividades que llevaron a cabo durante las jornadas de capacitación e inducción, que tuvieron lugar en la universidad previo al arranque del ciclo escolar Otoño 2018. 

Son 15 estudiantes de la Red de Centros Educativos Interculturales Wixáritari y Na'ayerite, y cinco alumnos más integrados desde el Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven) provenientes de Oaxaca, Chiapas, Honduras y Guatemala. 

"Desde hace muchos años el ITESO ha colaborado con las comunidades wixaritari en proyectos educativos, específicamente con una red de escuelas en la sierra wixárika", explica Efraín Jiménez, coordinador del Programa de Interculturalidad Indígena del Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social (Cifovis) del ITESO. 

El también profesor destacó el aumento de aspirantes de las comunidades wixaritari, "el trabajo de los alumnos que ya han ingresado y el ejemplo de cómo se han abierto paso, finalmente les da mayor posibilidad a otros alumnos a animarse a hacer este reto". 

Durante dos semanas, los estudiantes asistieron a la jornada de inducción organizada por el C-Juven, además de la participación de las oficinas de Admisión, Finanzas, y el Cifovis. Con esta experiencia los alumnos se familiarizaron con la lógica del examen de ingreso al ITESO y participaron en un taller de orientación vocacional comunitaria.  

 "La diferencia con cualquier otro taller de orientación vocacional es que uno de los objetivos del convenio es que ellos tengan mayores herramientas para resolver las problemáticas de sus comunidades. Es un discernimiento de habilidades, gustos y pasiones que se tienen en cuanto a lo académico, pero en función de dar un servicio a su comunidad", señaló. 

Jiménez comentó que los jóvenes de pueblos originarios aportan a la universidad la riqueza de su cosmovisión a las distintas licenciaturas y a los diferentes espacios de participación. 

"Esto va dando pie a otros proyectos como la posibilidad de tener participación de los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) en las comunidades, que no se abren a cualquier espacio político o universitario. Este trabajo del ITESO ha hecho que las comunidades confíen la universidad. Saben que hay un interés genuino de desarrollo comunitario", añadió Jiménez. 

 "Son jóvenes con una gran capacidad, vamos entendiendo que la diferencia histórica ha sido la restricción de oportunidades y que cuando la universidad abre la posibilidad, las experiencias terminan siendo enriquecedoras para todos", finalizó el coordinador.