¿Cómo se cuenta una historia humana con la fotografía?

Judith Morán

Se escuchan truenos a lo lejos. En la pantalla, un par de textos ubican el tema: Ayotzinapa. Las montañas de Guerrero bajo una nube gris, el sonido de una campana y la voz de una de las madres de los desaparecidos leyendo una carta para su hijo son los primeros elementos del relato. Se trata de la visión que Matt Black, fotógrafo, plasmó en "Guerrero: el monstruo en las montañas", publicado en The New Yorker.  

Los fotoperiodistas Elizabeth Dalziel, egresada del ITESO, y Robert Hodge compartieron formas con las que las historias pueden distinguirse de lo que comúnmente se ve en los medios tradicionales de comunicación, en la conferencia  "La lucha contra el olvido. El enfoque de la mirada narrativa documental en los lenguajes visuales", que tuvo lugar el jueves 16 de agosto en el Auditorio D2. 

Robert Hodge, quien trabajó con Matt Black y es editor de la televisora pública británica Channel 4, señaló que con "Guerrero: El monstruo en las montañas" se buscó contar una historia compleja de manera simple, lo cual no siempre es fácil de lograr.  

Las compañías de noticias cuentan historias en dos o tres minutos y la reunión de la información también la hacen en un periodo corto. "La experiencia de lo que ocurre en estos lugares y de cómo sufren las comunidades no se obtiene cuando tienes reporteros que van a los lugares por uno o dos días", afirmó Hodge. 

Dalziel, quien colabora en National Geographic y The New York Times, señaló que a partir una asignación de información pueden surgir nuevos ángulos que pueden convertirse en proyectos personales. 

La egresada ejemplificó el caso de Adriana Zehbrauskas, fotógrafa brasileña a quien el New York Times le encargó producir una pieza multimedia con las fotografías de los desaparecidos. Lo que Adriana Zehbrauskas encontró es que las personas de la comunidad no tienen fotos impresas y pocas tenían imágenes digitales de sus hijos desaparecidos porque se les borraron, les robaron el celular en el que las tenían o se les perdió.

"En este caso las familias habían sufrido una pérdida doble: su hijo y la foto del hijo", relató Dalziel y a partir de ahí comenzó un proyecto para retratar e imprimirles a las personas de la comunidad sus fotos. Este proyecto salió primero en Instagram y posteriormente el material se publicó en el libro Family Matters. 

"Va más allá, al igual que (el trabajo de) Matt Black, nos da una idea de la familia, del pueblo y de la comunidad. Las desapariciones no pasaron en el vacío, les pasaron a alguien. Estas personas no existen solamente en la coyuntura de la noticia", resaltó Dalziel, quien agregó que los estudiantes pueden hacer proyectos similares. 

Hodge advirtió que una de las trampas al cubrir una historia es tratar de responder todas preguntas que las personas tienen, "cuando, en realidad, si te liberas de eso, puedes contar una historia de mejor manera haciendo preguntas en lugar de tratar de encontrar las respuestas". 

Adriana Zehbrauskas y Matt Black, dijo Robert Hodge, miran más allá de los hechos y muestran cómo la gente lidia con la tragedia. 

"No necesitan irse a Ayotzinapa o tener una historia gigantesca. Pueden hablar de su cotidianidad, porque para otra persona puede ser lo más exótico y la pueden montar, como Adriana lo hizo, en Instagram. Cuando empecé como periodista, para salir a un escaparate mundial necesitabas una infraestructura gigante que sólo la respaldaban las agencias grandes. Hoy día tienen el privilegio de tener su teléfono para mostrar su voz y su visión al mundo", afirmó Dalziel en la charla organizada por la revista Magis. 

"Agarren historias que están aquí, fotografíen las cosas que nadie está fotografiando; narren, hagan video y registren sonidos de cosas a las que nadie presta atención".