Gestión cultural: hacer que las cosas sucedan
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Gestión cultural: hacer que las cosas sucedan
Esta licenciatura cumple diez años desde que comenzó a impartirse en el ITESO. Aunque ahora es más clara la figura del gestor cultural aún hay mucho por hacer en la materia, sobre todo a partir de la pandemia de Covid-19.
Édgar Velasco
En un principio Vivian Cárdenas quería ser médica. Valeria Dimanche, por su parte, quería ser arqueóloga. Un día Cárdenas tuvo un encontronazo con la vida real del personal de salud y mejor quiso ser comunicóloga. Dimanche, en cambio, como no podía irse a Xalapa a estudiar arqueología, mejor le echó el ojo a la antropología. Al final de sus estudios universitarios sus títulos no decían ni médica ni comunicóloga ni arqueóloga ni antropóloga: ambas son egresadas de la Licenciatura en Gestión Cultural, que en este Otoño 2020 cumple diez años de haber comenzado a impartirse en el ITESO y que ha contribuido a dar a conocer un perfil que poco a poco ha ido ganando espacios y consolidándose como una profesión.
Los orígenes de la Licenciatura en Gestión Cultural pueden rastrearse hasta 1999, año en el que el ITESO organizó uno de los primeros diplomados formales de la región enfocados en esta área del conocimiento. Ese, recuerda Alfonso Hernández Barba, "fue uno de los muchos antecedentes para la carrera, aunque el principio formal de los trabajos para echarla a andar comenzó en 2002".
El profesor del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO, al cual está adscrita la carrera como parte del conjunto de programas académicos en comunicación y cultura, explica que antes de abrir la licenciatura como tal fue necesaria una serie de pasos, que incluyó la formación del personal académico a nivel de posgrado en gestión cultural; el establecimiento de un centro cultural, lo que derivó en la vocación de la Casa ITESO Clavigero; la creación de un festival cultural, el Festival Cultural Universitario que se lleva a cabo cada año, así como la creación de un área complementaria con aproximadamente 50 asignaturas enfocadas en la cultura que terminaron incluidas en los planes de estudio de la carrera.
Hace diez años la figura del gestor cultural estaba diluida. Quienes ejercían la gestión cultural contaban con diferentes formaciones y pocos tenían una formación específica.
"Mucho menos tenían una base teórica o metodológica, digamos que se habían formado en la práctica. Para nosotros era cada vez más evidente que era necesario formar personas para el sector cultural que pudieran incidir en las instituciones públicas y privadas", dice Hernández al recordar el contexto que vio nacer la licenciatura.
Cambios extraños que hay en mí
Vivian Cárdenas llegó a Guadalajara procedente del Instituto Cultural Tampico, colegio confiado a la Compañía de Jesús. Llegó con una beca para inscribirse a la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Aunque siempre había querido ser doctora, vivió un "trauma después de ver cómo funcionaban los hospitales públicos", cuenta, y cambió de idea luego de asistir a una charla con el escritor y editor Martín Solares, egresado del ITESO.
"Siempre me había atraído el mundo editorial, las traducciones, así que decidí estudiar comunicación", recuerda Cárdenas. Sin embargo no era el único cambio vocacional que experimentaría. Después de haber cursado un semestre en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación decidió cambiarse a la carrera de Gestión Cultural, algo que califica como "una de las mejores decisiones que pude haber tomado en la vida".
Algo parecido experimentó Valeria Dimanche. Ella siempre había querido ser arqueóloga, pero debía trasladarse a Xalapa, Veracruz, para cursar la carrera. Como no podía hacerlo, pensó en matricularse en la Licenciatura en Antropología de la Universidad de Guadalajara. En esas estaba cuando, relata, "descubrí que mi motivo para estudiar arqueología era compartir con otros la emoción que me daba visitar un sitio arqueológico, la historia detrás de las construcciones, invitar a otras personas a que vieran todo eso desde una perspectiva de comunidad".
Viaje a Puebla organizado por la Licenciatura en Gestión Cultural del ITESO.
Asistió a una charla con gestores culturales y supo lo que quería: aprender a usar diferentes lenguajes para compartir con las personas. Así, convenció a sus padres de matricularse en la Licenciatura en Gestión Cultural.
"Lo que le dio seguridad a mi papá fue escuchar que el ITESO estaba apostando por la carrera, lo que era señal de que sí había futuro", cuenta Dimanche.
Cárdenas pasó por revistas, hizo traducciones y corrección de estilo, fue profesora y freelance. Hasta que los caminos del ejercicio profesional la llevaron a colaborar con el Colegio Nacional, al que se integró en 2016 como parte del Departamento de Difusión, donde, entre otras tareas, se encargaba de organizar las que describe como "exposiciones chiquitas". Ahora su puesto es el de coordinadora de exposiciones y colecciones. "Ya hago cosas más relacionadas con la gestión cultural".
Al hablar sobre su formación en el ITESO, señala que la universidad le permitió aprender "a reaccionar a lo no planeado, a improvisar, a tejer redes. También me enseñó a saber que el trabajo desde una institución es para la gente, algo que es muy fácil perder de vista".
Una de las cosas particulares del ITESO es que enseña a "ver los proyectos culturales como transformadores sociales y a orientar todo lo que se planea a partir de esa visión", dice.
Dimanche es coordinadora de Gestión Cultural en el Centro de Promoción Cultural del ITESO. También fundó Cardumen, empresa dedicada a vincular a la comunidad artística con los diferentes agentes, personajes, públicos e instituciones del ecosistema cultural.
El ejercicio profesional la ha llevado a ver la gestión cultural como "una labor de traducción, ya que implica dominar muchos lenguajes, no sólo los relacionados con el arte o los lenguajes escénicos". Cuenta que estudiar en el ITESO le permitió tener contacto con todos esos lenguajes, además de posicionarse en el mapa.
Concluye describiendo la gestión cultural como "un campo abierto para quienes tienen pasión por que las cosas sucedan. Los gestores culturales somos adictos al movimiento".
Nuevo escenario, nuevos retos
Con diez años de existencia, la historia y el desarrollo de la Licenciatura en Gestión Cultural tiene un balance positivo. Así lo ve Fabiola Núñez, actual coordinadora de la carrera, quien señala que esta oferta académica "ha ido creciendo, se ha estabilizado y fortalecido en todos los sentidos. Se ha aproximado más al ejercicio de la gestión cultural y ampliado sus redes".
Fabiola Núñez, coordinadora de la Licenciatura en Gestión Cultural del ITESO.
Por medio de esta licenciatura, el ITESO forma parte de la Red Universitaria de Gestión Cultural México que agrupa a nueve universidades y que en noviembre tendrá su cuarto encuentro. También se han organizado cuatro coloquios de investigación y el plan de estudios se ha actualizado una vez. Este año se obtuvo la primera acreditación para el programa académico. Hasta antes de la pandemia se habían realizado diferentes viajes de estudios que servían como espacios para conocer cómo se gestiona la cultura en otros estados del país.
Actualmente la licenciatura cuenta con 120 estudiantes y 150 egresados, que trabajan en espacios como el Colegio Nacional, el Teatro de la Ciudad en Irapuato o la Universidad de San Nicolás de Hidalgo en Morelia. Otros son gestores independientes y laboran como representantes de músicos y artistas plásticos. Otros gestionan galerías, centros culturales o casas productoras, y los hay también trabajando en centros culturales de Zapopan y en el Patronato del Centro Histórico.
En cuanto a la inserción laboral, Fabiola Núñez señala que es un tema complejo como ocurre con todas las carreras. Por otra parte, dice, "el perfil del gestor cultural no tiene tanto reconocimiento fuera del ámbito de la cultura".
En ese sentido, añade la coordinadora, hay mucho camino por recorrer. "Hay que ver la cultura como un motor de desarrollo. Hay una política cultural muy pobre. Sí, aparecen cosas, pero no se instrumentan; hay recortes presupuestales, no hay continuidad, falta ampliar los horizontes. Hay que promover la política cultural a partir de actividades organizadas por colectivos, organizaciones y universidades".
Imagen del trabajo realizado en el Proyecto de Aplicación Profesional "Cultura y transformación social".
Los retos que enfrenta la formación de gestores culturales son muchos. El primero y que llegó de pronto fue adaptarse a la nueva dinámica que vino a imponer el confinamiento por la contingencia sanitaria. También está el aspecto de la internacionalización, la vinculación con la nueva Licenciatura en Arte y Creación y tener más presencia en escenarios fuera del ITESO.
Aunque cambios hay muchos, y aun cuando han pasado diez años, el objetivo de la Licenciatura en Gestión Cultural, descrito por Fabiola Núñez, se mantiene: "profesionalizar agentes que puedan intervenir en los imaginarios de la gente, en la producción del arte, en el diseño de políticas públicas y en la economía de la cultura".
Los festejos
La coordinadora dice que el décimo aniversario de la Licenciatura en Gestión Cultural "llegó en un momento complejo que nos plantea nuevos retos. No nos vamos a reunir, pero sí vamos a realizar actividades para reconocernos como comunidad de gestores culturales, para ver qué están haciendo nuestros egresados y para reflexionar sobre el ejercicio de la gestión cultural".
Los festejos arrancan el 23 de septiembre con una conferencia a cargo de Víctor Vich, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú y en la Escuela Nacional de Bellas Artes, quién dictará la conferencia "Desculturizar la cultura: ¿qué es un gestor cultural?", en la cual se abordará la necesidad de vincular las políticas culturales con proyectos de transformación social.
Después de la conferencia de Vich se llevarán a cabo siete paneles temáticos con egresados, que serán moderados por un profesor de la carrera y organizados por los alumnos. Los temas serán el papel del gestor cultural en las instituciones en el arte, en las industrias culturales, en el patrimonio, en la investigación, en la intervención social y el emprendimiento. Dichas mesas tendrán lugar cada quince días a partir del miércoles 23 a las 18:00 horas, y podrán seguirse por el canal de la Licenciatura en Gestión Cultural en Youtube.
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