En cualquier escenario de triunfo electoral, la agenda migratoria en Estados Unidos significaría una vuelta al pasado

Montserrat Muñoz

Regresar en el tiempo parece ser la apuesta de ambos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, al menos en materia migratoria. Por una parte, el actual presidente Donald Trump quiere continuar con las políticas que han buscado criminalizar la migración; por la otra, Joseph Biden, el candidato del Partido Demócrata, buscaría deshacer las reformas administrativas que el gobierno republicano ha implementado los últimos cuatro años. 

Tanto la opción republicana como la demócrata implican volver al pasado, a la década de los sesenta, si fuese Trump el triunfador, y a 2016, si ganara Biden. En este último escenario, "no basta con echar atrás las medidas a como estábamos en 2016. En ese  entonces la política migratoria de Estados Unidos enfrentaba serios problemas: tener a más de 11 millones de personas en situación irregular es una política migratoria fallida", comentó Helena Olea, directora asociada de Programas para Alianza Américas. 

"Estamos ante un vacío de propuestas para una segunda administración de Trump. Eso nos deja un escenario de preocupación", lamentó Olea. "Las dos propuestas son una mirada al pasado. El problema es que no podemos volver hacia atrás, necesitamos una visión a futuro", agregó. 

Esta fue una de las conclusiones a las que llegaron Olea y Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi) en el conversatorio "¿Hay luz en el horizonte? Perspectivas de la agenda migratoria en el contexto electoral de Estados Unidos", organizado por el Programa de Asuntos Migratorios (Prami) y el Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Dsoj) del ITESO, así como por la Coordinación Sistémica con Migrantes (CSM) del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). 

En un diálogo moderado por Karina Arias, académica del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Dsoj) del ITESO, las ponentes coincidieron en que la pandemia ha impactado en el panorama electoral, especialmente en el antes desdibujado tema de acceso a la salud y también en las propuestas en materia económica. 

"La migración ha pasado a ser una preocupación no olvidada, pero si posterior. La discusión en Estados Unidos es si los migrantes van a estar compitiendo con los nacionales en un contexto de gran desempleo", dijo Olea. 

Kuhner señaló que la coyuntura no ha sido benéfica para la plataforma de Trump, quien tenía planeado seguir considerando a la migración como un problema de seguridad nacional, basado en un discurso nacionalista y xenófobo, tal como lo hizo en la campaña de 2016. El republicano busca reafirmar el aspecto negativo de la migración, al ver a los migrantes como un peligro para la salud y la economía en el contexto de la contingencia sanitaria. 

Las propuestas de Biden, si bien más detalladas que las de su contrincante, resultan incompletas, opinó Olea. "Dice que se va a discutir sobre posibilidades de programas de reasentamiento con México y Centroamérica. ¿De qué estamos hablando? ¿De alguna especie de reformulación de los acuerdos de asilo con Centroamérica? ¿Va a incluir a México en esta medida?". 

Latinos en la incertidumbre

En el caso de ganar, Biden buscaría hacer reformas legislativas en diversos temas, incluido el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), en el cual no han existido cambios desde 2012, señaló Gretchen Kuhner. Recordó que hay más de 625 mil mexicanos y mexicanas dreamers, por lo cual el tema es prioritario para definir la relación que se mantenga con México.

"Si toda esta población tuviera oportunidad de tener un camino hacia a la ciudadanía, tendría implicaciones importantes", destacó la directora del Imumi, quien agregó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha tomado una posición muy cómoda ante Estados Unidos en el aspecto migratorio.  

Kuhner agregó que los temas del agua y del control de armas podrían ser espacio de coincidencia entre el gobierno mexicano y el estadounidense, en caso de que gane Biden, mientras que lo referente al cambio climático, la violencia y el narcotráfico serían potenciales puntos críticos entre los países. 

Otro factor importante a considerar para la elección es el voto latino. Más bien, los votos latinos puesto que en esta ocasión "no es monolítico, se observa un comportamiento diferente", dijo Olea.  

"Son personas que se sienten impactadas por el racismo sistémico y que reconocen el impacto de la narrativa antinmigrante y, por lo tanto, hacen parte de esa oposición a Trump. Pero hay otro voto latino que apoya a Trump, son sectores que han incorporado la retórica antinmigrante y además el discurso machista le encanta al voto masculino latino", comentó. 

Las encuestas están muy parejas, señaló la académica. "Ambos escenarios son posibles y por eso es importante reflexionar en términos de qué consecuencias tendría para las relaciones comerciales, para la política migratoria y otros temas", advirtió.