Ignacio Ellacuría, SJ, un faro que ilumina los esfuerzos universitarios en pro de los ddhh
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Ignacio Ellacuría, SJ, un faro que ilumina los esfuerzos universitarios en pro de los ddhh
En la cátedra latinoamericana que conmemora al jesuita, Alejandra Nuño, directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, del ITESO, destacó el papel del centro para incidir en la realidad empleando el peso de la universidad para transformarla.
Érika Torres
En la semana en la que se conmemora el 31 aniversario del asesinato de los jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Armando López, Joaquín López, y de Elba Ramos y su hija Celina, dos colaboradoras de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, conocida como la UCA, Alejandra Nuño, directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, (CUDJ) del ITESO, participó en la mesa "Violencia y justicia: sanciones, reparación del daño, mediaciones", en el marco de la Cátedra Latinoamericana Ignacio Ellacuría, SJ.
Nuño inicio la ronda de ponencias comentando que "como cada centro jesuita de enseñanza superior (en el CUDJ) estamos llamados a vivir en estas realidades sociales, a iluminarlas con inteligencia y a emplear todo el peso de la universidad para transformarlas."
El CUDJ se abrió con cuatro programas definidos a raíz de un diagnóstico previo para saber cuáles eran los problemas principales que aquejaban a Jalisco: desaparición, tortura y ejecuciones extrajudiciales, seguridad ciudadana y justicia, violencias de género y derecho al agua y al territorio.
El decreto de la creación del centro indica que tiene la facultad para litigar estratégicamente, así como las encomiendas de contribuir al fortalecimiento institucional y de las capacidades de diferentes actores sociales; incidir en políticas públicas a favor de los derechos humanos; analizar, investigar, criticar y revisar la situación de los derechos humanos en Jalisco y en otros lugares, y hacer un acompañamiento transversal a víctimas de violaciones de los derechos humanos.
Tras esta introducción sobre la creación del CUDJ, Nuño se enfocó en explicar lo que se ha tratado de hacer desde el programa de desapariciones, los aprendizajes obtenidos en los últimos meses y la visión a futuro.
"El tema de las desapariciones nos llamaba a hacer algunas acciones al interior de la universidad, entonces el tema era cómo empezábamos a sensibilizar y hacer un involucramiento de la comunidad universitaria", expresó.
Así se dieron las condiciones para organizar un espacio de reflexión y propuesta sobre desapariciones en Jalisco. Inicialmente pensado como una charla magistral con José Ramón Cossío, ex ministro de la Suprema Corte de Justicia, la efervescencia de alumnos y profesores terminó convirtiéndolo en un foro de una semana de duración.
Hubo un esfuerzo muy importante para planear dinámicas de sensibilización al interior de la universidad. Toda la comunidad universitaria se involucró, desde el Rector hasta familias con un integrante desaparecido.
Un momento de acompañamiento espiritual muy significativo para las familias fue la misa por las y los desaparecidos, oficiada por seis jesuitas. Las fotos de los familiares desaparecidos, las cuales estuvieron cerca del altar durante la misa, se quedaron el resto del foro como un recuerdo de la razón de ser del mismo.
Si bien el foro puso al ITESO como un referente sobre el tema, el desafío más importante fue continuar acompañando a las familias en diferentes aspectos. Tras el foro el CUDJ lanzó una serie de cápsulas de autocuidado para que las familias entendieran que en la medida en que están fuertes emocional y físicamente, en esa medida pueden continuar su labor de búsqueda, su exigencia de justicia y de verdad por sus seres queridos desaparecidos.
También se ha hecho acompañamiento técnico y político en el proceso legislativo en Jalisco con grupos de familiares de desaparecidas y desaparecidos.
"Así como desde hace 31 años en El Salvador, en América Latina, en México y en Jalisco seguimos viviendo tiempos convulsos, es muy apremiante que tengamos una investigación aplicada que sea pertinente para visibilizar las violencias, las exclusiones, que se atreva a increpar a los sistemas políticos que tal vez nos han quedado a deber mucho. Creo en esa incidencia dirigida a transformar realidades, así como en el acompañamiento cercano, humano y eficaz, es decir, que responda a las necesidades de las familias", dijo Nuño.
Luis Arriaga Valenzuela, SJ, rector del ITESO, se refirió a la necesidad de potenciar el trabajo en derechos humanos que ha estado haciendo la universidad desde hace varias décadas. Fue por ello que creó CUDJ, dijo, con una vocación de intervención social universitaria.
Saúl Cuautle, SJ, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México-Tijuana y del Tecnológico Universitario Valle de Chalco (Tuvch), mencionó que el pensamiento de Ignacio Ellacuría sirve de marco para el análisis y la reflexión de nuestra realidad.
"Para Ellacuría no bastaba que con la dimensión intelectual conociéramos la realidad, él especialmente se fijaba en que era necesario un momento ético en el que nos detuviéramos a comprender lo que ocurre en nuestra realidad para luego influir en los acontecimientos y hacer que la realidad histórica y presente se encamine hacia la esperanza, hacia la realización del reino de Dios y no hacia un abismo, no hacia una destrucción, no hacia una poca solidaridad entre los humanos", dijo.
Ignacio Ellacuría, señaló Cuautle, veía que las universidades y sus académicos son actores principales, actores sociales vivos y presentes para el análisis de la realidad y para dar respuestas a partir de cada uno de los enfoques que van resultando de esa mirada que se hace de la realidad, de la justicia y la esperanza, además de la formación de una comunidad que logre romper todas las situaciones que nos llevan a los distintos problemas sociales que actualmente vivimos.
Los otros dos ponentes que participaron fueron Lidia Rodríguez, coordinadora de la Cátedra Ellacuría del Tuvch, con el tema "Valle de Chalco: violencia y desaparecidas", y Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana Ibero Ciudad de México, quien habló acerca de las profundas contradicciones que presenta la historia de las violencias en México.
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