Cuando la basura nos alcanza, ¿cuáles son las soluciones?
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Cuando la basura nos alcanza, ¿cuáles son las soluciones?
Michel Richter, funcionario alemán, compartió algunas políticas públicas que han logrado reducir los residuos en Baviera.
Adriana López-Acosta
Baviera tiene12 mil habitantes distribuidos en 70 mil kilómetros cuadrados. Desde finales del decenio de los noventa, este estado de Alemania se propuso reforzar su economía de reciclaje y hasta 2011, se registra que 75 por ciento de sus residuos son recuperados con la finalidad de reutilizarlos o reciclarlos, en función de su composición y sus costos.
En México, apenas llega a 13 por ciento.
En la ponencia magistral "La basura ya nos alcanzó… ¿y ahora qué?", Michel Richter compartió a los asistentes a la Casa ITESO Clavigero, el pasado lunes 25 de mayo, algunas de las políticas públicas implementadas en Baviera que han logrado no sólo reducir los residuos en el estado, sino impulsar el crecimiento económico basado en la reutilización y el reciclaje.
Richter, jefe de la unidad de políticas de economía circular del Ministerio de Estado para el Medio Ambiente de Múnich, en Baviera, fue invitado a esta ponencia magistral por el ITESO, la Fundación Konrad Adenauer y la Red de Diálogo por el Medio Ambiente (Rediam).
Economía verde, paso a paso
Alemania cuenta con cinco mil compañías de manejo de residuos en el mercado, desde pequeñas empresas hasta firmas globales. Esto genera 250 mil empleos. Municipalmente, 70 por ciento de las compañías son privadas, y 30 son locales, y cada municipio regula sus métodos de recolección.
"La colaboración entre autoridades locales, el estado y las compañías privadas es esencial para el éxito", afirma Richter.
La economía del reciclaje está a la alza en Alemania. En la legislación de este país (que comparte con el resto de Europa), la jerarquía de tratamiento de residuos es la siguiente: evitar el consumo de productos que no se necesiten, la preparación de residuos para su reutilización; se promueve el reciclaje, la reutilización por medio de transformación en energía, y, como último recurso, la incineración y el relleno sanitario.
La recolección de los residuos tiene tres vertientes: a domicilio, en centros de acopio y el manejo de residuos peligrosos.
En el caso de la recolección a domicilio, este tiene cinco categorías de separación y el servicio se cobra ya sea por volumen o peso, dependiendo de la región.
El segundo método es en el que los ciudadanos asisten a los centros de acopio. Baviera tiene 20 mil contenedores y mil 700 centros de compra de vidrio, papel, metales, escombro de construcción y residuos de gran tamaño.
Finalmente, se encuentra la de residuos peligrosos.
Sus políticas han tenido éxito: en Baviera, de las 6.54 millones de toneladas de residuo que se generan al año, 4.44 millones se reintegran en reutilización o reciclaje; 2.25 millones se incineran o transforman reducir el volumen o para generar energía, y cada vez menos es enviado a los rellenos sanitarios.
Existen legislaciones claras sobre el manejo de residuos médicos, baterías, dispositivos electrónicos, residuos biodegradables y residuo automotriz.
Richter destacó los objetivos que se tienen a futuro, que apuntalan a una economía de residuo circular, en la que se enfatiza evitar generar basura, con el principio de que el generador de residuos debe hacerse responsable.
"Todo esto se ha llevado a cabo con pasos pequeños, y desde distintos sectores de la sociedad se puede comenzar", declara el funcionario alemán.
Al final de la ponencia, José Luis Contreras Becerra de Hasar's Grupo Ecológico y Antonio Villada de Caabsa Eagle —empresas que manejan residuos sólidos municipales, industriales y comerciales—, y de Rediam dialogaron sobre los retos de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) para tener mejores políticas en el manejo de residuos.
Se mencionaron trabas municipales para los equipos de recolección, la negativa de funcionarios para ponerle un costo a este servicio que pueda reinvertirse en mejores procesos de tratamiento, y se urgió por la existencia de alguna norma estatal de composteo.
"Separar orgánico de inorgánico no es económicamente viable porque no hay destino, no hay una normativa que obligue a realizarlo, y metemos en problemas a agricultores, porque la composta que existe no está certificada, ni hay obligatoriedad de que se utilice. De qué sirve separar, si no hacemos nada con ello. Si no es económicamente viable, nadie lo hace, y si no está normado, no sirve", dijo Sofía Chávez, de Proyecto Eco Vía AC y Casa CEM.
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