Múltiples programas de salud y pensiones traban la seguridad social universal
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Múltiples programas de salud y pensiones traban la seguridad social universal
Especialistas abordaron los retos de la seguridad social en México y los desafíos que implica desarrollar un sistema único.
Gustavo Abarca
Un sistema de seguridad social universal implica "otorgarle a todas las personas, por el simple hecho de ser mexicanas, un piso mínimo de protección social", que incluya acceso al derecho a la salud, a una pensión garantizada por el Estado y protección del ingreso ante riesgos, expresó Mireya Pasillas, especialista en política social y profesora del ITESO.
Durante la conferencia "Seguridad social universal: la reforma pendiente", organizada por la Cátedra Konrad Adenauer ITESO el 15 de marzo, Pasillas recordó que la falta de este "piso mínimo" repercute en la población, ya que cuando una persona padece una enfermedad, tiene un accidente o sale del mercado laboral "los efectos suelen ser empobrecedores para los hogares".
De acuerdo con cifras presentadas por Pasillas, 72 por ciento de la población tiene una carencia social, de este grupo 46 por ciento carece de seguro social, pensión o acceso a la salud, por lo que su pobreza es "multidimensional". "Si hubiera un sistema de seguridad social universal, por pura definición, saldrían de la pobreza casi 16 millones de personas", afirmó Pasillas.
Ricardo Pérez Cuevas, especialista en protección social y salud en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destacó que en México, la suma de personas afiliadas a programas de seguridad social es mayor que el total la población.
En otras palabras, hay muchos programas de seguridad social y hay personas que están afiliadas en más de uno.
"Los trabajadores no asalariados se benefician de un conjunto de programas paralelos alrededor de programas ‘sociales'. En la Ciudad de México hay más de 70 programas, financiados por el gobierno de la ciudad, a los que puede acceder, por ejemplo, un adulto mayor, independientemente de que tenga Seguro Social o no", comentó el especialista.
Ricardo Pérez Cuevas, especialista en protección social y salud en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, "los trabajadores formales están obligados a pagar por sus prestaciones en salud, pensión y sociales. Por cada peso que se gasta en salud en la seguridad social, 70 centavos los pagan los trabajadores y sus empleadores, mientras que 30 centavos son pagados por el gobierno".
Fausto Hernández Trillo, economista y profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), señaló que hay logros en materia de salud, como el incremento en la cobertura de atención a niños con cáncer y la reducción de 30 a 5 por ciento de los casos que abandonan el tratamiento, pero uno de los grandes desafíos que se encaran para implementar un sistema de seguridad social universal es la unificación en los múltiples programas existentes.
El académico expresó que en el México "formal" hay muchos programas, pero también en el "informal", y que el gobierno tiene políticas distintas no integradas según estén dirigidas a los trabajadores "formales" o "Informales".
"En términos de trabajo, tres cuartas partes no tienen seguridad social formal. No es un problema de falta de seguridad social, es que la falta de seguridad social ‘convierte' a los cuates en informales y esto convierte en poco productivo al país".
Hay más de 106 programas distintos de pensiones, señaló, y buena parte de la complejidad radica en que hay una gran heterogeneidad entre éstos, ya que "cada uno tiene sus reglas, años de cotización, retiro y tasas contributivas y esquemas de ahorro voluntario", por lo que sugirió, en caso de que se desarrolle un sistema de seguridad social universal, que no se eliminen todos los programas, pero que se lleve a cabo una unificación de criterios en temas como edad de retiro, tasas contributivas y ahorro voluntario. Que la unificación sea una base.
Para financiar un sistema de este tipo, en caso de que se llegue a implementar, el académico planteó que a escala global está la tendencia de reducir el Impuesto Sobre la Renta y aumentar el impuesto al consumo. Explicó que en el caso de México está el Impuesto al Valor Agregado (IVA), además de que se podría considerar la creación de impuestos ambientales por hacer uso de algo que contamine, congestione y cause accidentes, como la gasolina, que es un insumo para echar andar los autos, por ejemplo.
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