El cosmopolitismo democrático debe proteger la dignidad de todos los seres humanos
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"El cosmopolitismo democrático debe proteger la dignidad de todos los seres humanos"
Adela Cortina, filósofa y académica de la Universidad de Valencia, dictó la conferencia inaugural del VIII Congreso Internacional de Ciencia Política sobre Desigualdad, Corrupción y Populismo, coorganizado por el ITESO.
Judith Morán
"El problema del Covid-19 no es sólo clínico, sino también de pobreza y desigualdad", señaló la filósofa Adela Cortina en la conferencia magistral "Erradicación de la pobreza y cosmopolitismo democrático en un mundo global", que inauguró el VIII Congreso Internacional de Ciencia Política sobre Desigualdad, Corrupción y Populismo, coorganizado por el ITESO.
La catedrática de la Universidad de Valencia citó el trabajo en el que Robert Horton, redactor en jefe de la revista médica The Lancet, apunta que el Covid-19 no es una pandemia, es una sindemia y este acercamiento permite entenderlo de manera amplia con sus consecuencias que afectan a la sanidad, la educación, el empleo, la vivienda, la alimentación y medio ambiente.
Para remontar la actual crisis, dijo Cortina, es necesario "analizar las carencias que ya estaban presentes en nuestro mundo, pero que han salido a la luz con más claridad y se han agudizado con la crisis sanitaria; tomar medidas para superarlas y aprovechar cuanto hayamos podido aprender de tanto sufrimiento para el futuro".
Entre los primeros aprendizajes están el saber lo vulnerables que somos y que la solidaridad es indispensable para sobrevivir, además de priorizar la investigación científica y, en especial, combatir la pobreza, "porque el contagio, las muertes y las consecuencias de los confinamientos empeoran según el lugar en el que se producen y el distrito postal de las ciudades y de los pueblos".
Cortina enfatizó que la actual crisis ha mostrado que las personas y los países son interdependientes, debido a que "cada uno por sí solo es insuficiente para resolver problemas cruciales como el de la sindemia o el de la pobreza".
Recordó que el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio es, precisamente, la erradicación de la pobreza y que en 2020, en un informe, ya se señalaba que antes de la pandemia por el Covid-19 el mundo estaba lejos de acabar con la pobreza para 2030 y que la emergencia sanitaria causó un aumento en la pobreza global. Se añadieron 71 millones de oprimidos por la pobreza extrema y también aumentaron la inseguridad alimentaria y el hambre.
"El principal problema para del desarrollo humano en estos tiempos de globalización es el de la pobreza", señaló la filósofa española.
Para la catedrática, la riqueza producida por la globalización y las revoluciones 4.0 y 5.0 deberían permitir que todas las personas tuvieran cubiertas sus necesidades básicas.
"La pobreza (hoy) no es inevitable. La revolución industrial ha ido produciendo riqueza suficiente para que todos los seres humanos tengan recursos materiales para llevar una vida digna", y agregó que "no ser pobre involuntariamente es un derecho que los estados deben satisfacer".
La globalización, reconoció, es un fenómeno asimétrico puesto que favorece de modo desigual a personas y países. "Desde el punto de vista político no existe un gobierno mundial capaz de controlar los movimientos económicos y sociales, no se ha construido aquel estado mundial o aquella confederación de estados, de la que hablaba (Immanuel) Kant, capaz de garantizar el nacimiento y la supervivencia de una sociedad cosmopolita, tampoco una auténtica gobernanza global".
Ante este panorama, Cortina propuso un cosmopolitismo democrático que esté llamado a erradicar la pobreza y que "debe ser construido para proteger la dignidad de todos los seres humanos".
Advirtió sobre el resurgimiento de los nacionalismos y los llamó miopes porque "son incapaces de entender la realidad y de dar orientaciones acertadas para la acción, la globalidad nos está situando en otro contexto"
Cortina añadió que, a su juicio, si bien es cierto que ese cosmopolitismo debe estar arraigado en las comunidades concretas y en los contextos concretos de acción, ya sea en México, España o en cualquier otra nación, "el cosmopolita no debe ser ese ciudadano que vive en cualquier lugar, que se desentiende de todo y que no se compromete con nada. El cosmopolita tiene que estar comprometido con su nación, con su país y en el contexto con una mirada abierta al mundo".
La conferencia completa de Adela Cortina se puede ver en: https://www.facebook.com/AMECIP/videos/395143328377792/.
El VIII Congreso Internacional de Ciencia Política sobre Desigualdad, Corrupción y Populismo es organizado por la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas, el ITESO, el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Oficina de Visitantes y Convenciones de Guadalajara, y continuará con sus actividades los días 9, 10 y 11 de diciembre. Más información sobre el programa en https://congreso.amecip.com/.
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