¿Qué tiene que ver la ética con la pandemia?
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¿Qué tiene que ver la ética con la pandemia?
Especialistas en bioética abordaron cuestiones éticas en temas como la industria farmacéutica y el triage durante emergencia sanitaria en el conversatorio "Covid-19. Perspectiva ética", organizado por el Departamento de Formación Humana del ITESO.
Judith Morán
¿Las empresas farmacéuticas tienen como interés principal el bienestar común? ¿El confinamiento es la mejor forma de enfrentar la emergencia sanitaria? ¿Cómo decidir quién tiene derecho a un respirador en caso de que este este tipo de dispositivos escaseen? Estas fueron algunas de las preguntas que rondaron el diálogo "Covid-19. Perspectiva ética", organizado por el Departamento de Formación Humana (DFH) del ITESO, en el que participaron profesores del ITESO especialistas en bioética.
Eneyda Suñer, académica del DFH, señaló que las farmacéuticas no buscan curar enfermedades, sino medicar. Recordó el libro Pautas bioéticas. La Industria farmacéutica, entre la ciencia y el mercado (2012), de Ricardo Páez, en el que se afirma que 90 por ciento de los medicamentos que se producen están enfocados a 10 por ciento de las enfermedades conocidas, en especial a las que afectan a los países desarrollados.
"No es negocio curar. La obsolescencia programada, que tanto se denuncia en otros negocios, también aplica en la industria farmacéutica porque la salud es un negocio para las empresas, y la dependencia de medicamentos que sólo dosifican la enfermedad y que generan efectos secundarios que llevan a otros medicamentos hacen de los pacientes productos obsoletos mantenidos con vida mientras puedan pagar medicamentos y tratamientos", consideró Suñer.
Tras hablar del valor de marca de las compañías farmacéuticas y de cómo las vacunas seguramente las beneficiaron, la académica cuestionó que, por ejemplo, el medicamento Remdesivir, auxiliar en el tratamiento del Covid-19 tenga un costo aproximado de 10 dólares y se venda en 3 mil cuando se trata de un fármaco que se desarrolló para la hepatitis C sin éxito y que también se probó contra el ébola, y tampoco funcionó.
"Otro problema que nos plantean las farmacéuticas con las vacunas es la fragmentación del mercado y las cláusulas de confidencialidad que tienen con gobiernos, lo que hace que sus transacciones sean opacas. No sabemos en realidad lo que se está pagando por las vacunas, exceptuando el costo de la de Pfizer", señaló la profesora, y agregó que uno de los argumentos de esta opacidad es que se cobrará más a los países ricos para que las vacunas sean asequibles a los países pobres.
Sin embargo, a pesar de que esto podría tener un tinte similar al arquetipo de héroe estilo Robin Hood, Suñer resaltó el hecho de que en realidad los países ricos son quienes acaparan las vacunas y recordó que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que "el mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico".
"Es verdad que buena parte del apoyo que han recibido las farmacéuticas que han desarrollado vacunas ha sido de los países más ricos, también es verdad que si no se inmuniza a 70 por ciento de la población de nada sirve" por las mutaciones que sufrirá el virus y que podrían hacer obsoletas a las vacunas actuales, añadió.
Para la profesora el tema de las patentes en esta crisis mundial muestra una voracidad enorme, aun cuando Sudáfrica e India sugirieron su suspensión para producir las vacunas en otros países. "La respuesta de los voceros de algunas farmacéuticas fue que no sólo es una cuestión legal, sino de ciencia porque otros países no tienen ni los equipos ni el personal para producirlas. Pareciera que las farmacéuticas tienen el dominio de la ciencia y que la subordinación del bien individual al bien común es algo que aplica sólo a los ciudadanos de a pie, no a las grandes multinacionales, ellas no subordinan su bien privado por ningún bien común".
Sobre las vacunas, Michele Brennan, doctora en farmacología, explicó qué son, cómo se desarrollan, los tipos y sus componentes. Al abordar la preocupación sobre el uso de células de fetos en el desarrollo, producción y pruebas de las vacunas, la también profesora del ITESO mostró la información del Instituto Charlotte Lozier sobre las firmas que desarrollaron o están en vías de producir vacunas contra el Covid-19.
"Quiero que noten algo importante, en la tecnología génica ya se utilizan secuencias por computadora, que es muy importante porque evita el uso de dicho tipo de células". De hecho, dijo, la mayoría de las vacunas de ARN o ADN que todavía no están autorizadas "han sido secuenciadas por computadora".
Por su parte, Ángel Rangel habló de la discriminación hacia las personas con discapacidad en los sistemas de triage durante esta pandemia.
El triage, explicó, "es un sistema para maximizar escasos recursos en momentos en los que el objetivo es salvar la mayor cantidad de vidas", y agregó que el problema son los criterios que se usan para determinar a quién se atiende.
En España, por ejemplo, la Sociedad de Enfermedades Coronarias definió en 2020 que las personas "con deterioro cognitivo, por demencia y otras enfermedades degenerativas, no serían subsidiarios de ventilación mecánica invasiva", además de que propone criterios como el valor social para determinar a quiénes se les da prioridad sin definir qué es dicho valor.
"¿Cómo puedo determinar que una profesión, o lo que hace una persona, es más valiosa que lo que hace otra?", cuestionó el profesor.
Añadió que existen dos tipos de discriminación hacia las personas con discapacidad. "La primera es la implícita, en la que se asocian con menor calidad de vida o mayor fragilidad criterios como la dependencia o la necesidad de apoyo. Si una persona requiere apoyo de terceros se supone que tiene una menor calidad de vida o que es más frágil ante cierta enfermedad, aunque clínicamente no haya una manera de demostrarlo". La segunda es la explícita, que se da cuando la discapacidad es un criterio en los sistemas de triage para decidir qué personas son prioridad.
"Es importante recordar que todos los seres humanos sin distinción tenemos igual dignidad y que no es justo distinguir entre personas de primera o segunda calidad. Las situaciones de crisis son momentos fundamentales para mantener los valores de las sociedades y proteger a los más vulnerables como las personas con discapacidad o de la tercera edad".
En el diálogo también participaron Juan José Padilla y Marcel Salles, quienes abordaron las políticas públicas y la posverdad, respectivamente.
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