¿Cómo valdría la pena observar las ciudades del Siglo XXI?
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¿Cómo valdría la pena observar las ciudades del Siglo XXI?
En "Observación urbana sistémica. Hacia una evaluación de ciudades desde la complejidad", Alejandro Mendo propone examinar desde las ciencias de la complejidad la transformación de las urbes contemporáneas.
Enrique González
Cuando se analiza y se pretende mejorar una ciudad, de ella se puede decir que tiene 100 parques y que necesita 100 más, que tiene diez bibliotecas y necesita otras 30, o que 80 por ciento de sus habitantes se mueve en transporte público, es decir, se puede recurrir al dato duro.
O también se puede ir más allá, utilizando ese universo transdisciplinario, bautizado como las ciencias de la complejidad y los sistemas dinámicos, y hacer preguntas más finas, darle seguimiento a los procesos que desembocan en las transformaciones –benéficas o nocivas- que determinan el presente y el futuro de grandes manchas urbanas como la Zona Metropolitana de Guadalajara, en la que actualmente conviven más de 4 millones de personas.
Esta última es la apuesta del libro Observación urbana sistémica. Hacia una evaluación de ciudades desde la complejidad, escrito por Alejandro Mendo, académico del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO, y presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara la noche del miércoles 2 de diciembre.
"La sociedad tiene en sus manos la conducción de la realidad colectiva", afirmó Mendo, quien subrayó que algunos de los pocos y significativos cambios –para bien- que ha experimentado la capital de Jalisco han surgido desde la ciudadanía, por ejemplo, la Vía RecreActiva.
"Se han originado en la base social y después se han elevado y se han instituido hasta que son tomados en cuenta por los gobernantes".
Mendo, quien presentó el libro en el stand del ITESO en la feria, estuvo flanqueado por los también investigadores Enrique Luengo (ITESO) y Jesús Rodríguez (UdeG), quienes calificaron su trabajo como un insumo fundamental si se pretende conocer a fondo los problemas de las urbes y darles una solución.
"¿Cómo observar la ciudad en movimiento? ¿Cómo medir la agudización de sus problemáticas o las modificaciones de la calidad de vida de los asentamientos urbanos? ¿De qué manera el conocimiento de estas observaciones o mediciones puede contribuir a un mejor habitar de la ciudad?" son las tres preguntas claves que se hace el autor a lo largo del libro, consideró Luengo.
Nuevas maneras de observar
Movilidad, pobreza, migración, crecimiento descontrolado, violencias, infraestructura educativa y cultural… son tantos y tan complejos los retos y problemas que enfrenta una ciudad del tamaño de Guadalajara que resulta urgente construir nuevas generaciones de observatorios urbanos, coincidieron autor y presentadores.
"Este tipo de monitorización de indicadores cualitativos o sistémicos está teniendo muy buena recepción en instancias de coordinación metropolitana ya existentes", señaló Mendo, quien forma parte del Consejo Ciudadano Metropolitano, desde donde ya se está planeando lanzar un observatorio de la metrópoli empleando indicadores relacionados con las ciencias de la complejidad.
"Ya no es la información cuantitativa del tipo: ‘¿cuántos metros de áreas verdes hay por habitante?', sino que vamos al grano: ‘¿los municipios comparten recursos en la atención de problemáticas generalizadas, sí o no?' Eso es lo que queremos ver y creemos que podría responder a las inquietudes y problemáticas cotidianas".
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