Un inventor mexicano

Adriana López-Acosta

Desde antes de egresar de Ingeniería en Electrónica del ITESO en 1992, Manuel Gutiérrez Novelo soñaba con realizar contenidos en tercera dimensión (3D), experiencias de inmersión y realidad virtual.

Cuando era pequeño, sus abuelos le obsequiaron un juguete que proyectaba imágenes fijas en tercera dimensión, llamado 3D View Master. Manuel se pasaba el tiempo observando imágenes de delfines, preguntándose por qué nadie inventaba un sistema que pudiera emular este efecto en sus programas de televisión favoritos.

Su idea se ha concretado, diseñada y manufacturada por su empresa, ImmersiON-VRelia, la cual produce dispositivos de realidad virtual (los cascos) conocidos como head mounted displays.

Go, su casco de realidad virtual portátil, ya está a la venta para el público masivo, con tecnología que puede utilizarse con cualquier smartphone.

Aunque emigró a Estados Unidos en 2003, donde fundó su compañía, piensa trasladar este año su planta productiva a Guadalajara, contratar personal mexicano y aumentar su producción.

Picando piedra

En México tenía un trabajo estable y seguro, pero la idea de una televisión capaz de reproducir imágenes en 3D continuó en la cabeza de Manuel. Cuando se lo compartió a su esposa, en 1999, ella lo animó a diseñarla él mismo, así que se encerró en una cabaña en Tapalpa durante dos meses para crear su primer prototipo de cámaras, transmisión y grabación de 3D, además de un head mounted display.

En 2001 abrió la empresa TDVision y comenzó a tocar puertas en busca de inversionistas. Pero esas puertas no se abrían.

"El mismo director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en ese entonces, cuando vio el prototipo me dijo: ‘es una maravilla, es el futuro… pero vete de México si quieres que pegue'. Y es que muchos empresarios e inversionistas mexicanos no están acostumbrados a invertir en nuevas tecnologías que representan un riesgo potencial", cuenta el empresario.

Empacó maletas y se mudó a Irvine, California, a buscar socios e inversionistas. Encontró interés en empresas de tecnología militar dispuestas a invertir en su proyecto de cámaras 3D y head mounted displays. Pero el sueño de llevar esta tecnología a los hogares seguía.

La idea se concretó cuando una de sus 35 patentes se utilizó en la codificación de video en formato Blu-ray 3D. La International 3D & Advanced Imaging Society reconoció este esfuerzo en 2013 y le otorgó el Premio Lumiere a la empresa TDVision, por su aportación a este nuevo formato de la Blu-ray Disc Association.

El egresado fundó la empresa ImmersiON-VRelia (www.immersionvrelia.com), en asociación con una compañía española dedicada a la realidad aumentada para uso personal, con diseño de head mounted displays de precio accesible (menos de 90 dólares), el casco Go.

"Tu teléfono se convierte en un portal de realidad virtual. Hoy la tecnología permite que lo que antes solo podían usar los militares, ahora lo tengas en tu celular".

También existe una versión con pantalla propia para aplicaciones de realidad virtual más avanzadas, llamada BlueSky Pro. Y este es el primer paso, de acuerdo con Manuel.

Pero más allá del entretenimiento, lo que le mueve es la aplicación de la realidad virtual en la educación. ¿Cómo? Utilizando sus productos para "viajar" por el sistema solar, el interior de un átomo o la anatomía del cuerpo, todo generado por computadora en un ambiente tridimensional.

"Imagínate que pudiéramos llevar experiencias de realidad virtual a todos los niveles educativos de México y del mundo. Tendríamos una nueva generación de estudiantes que aprendan más rápido y generen nuevas ideas e inventos".

No a la fuga de cerebros

Aunque lleva más de diez años trabajando fuera de México, Manuel no se olvida de México ni del ITESO. Recuerda las charlas con profesores como Arturo Gómez y Martín Sinsel, a quienes menciona como sus mejores maestros, además de Pedro Ramírez, hoy director de Relaciones Externas, quien fuera su padrino de generación.

"Sus lecciones eran extraordinarias. Los recuerdo con mucho cariño y aprecio, porque más allá de la clase, platicábamos largo y tendido acerca de los avances en tecnología, de los retos del mundo real".

Además de la apertura de la planta de ImmersiON-VRelia en Guadalajara, Manuel quiere asegurarse de que los nuevos inventos se queden en México.

Hace dos años abrió la firma asesora Angel Inventum (www.angelinventum.com), con oficina en la Ciudad de México, en la que apoya a inventores mexicanos a transformar sus ideas en productos rentables.

"Queremos aportar a los inventores mexicanos que tengan buenas ideas, desde que las conciben en sus cabezas hasta el producto final. Hay una creatividad inmensa en México, pero no saben por dónde empezar".