Falta de información, carnada para la mala fama de los tiburones
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Falta de información, carnada para la mala fama de los tiburones
Mario Jaime, biólogo marino, abogó en el Café Scientifique ITESO por la protección de estas especies.
Enrique González
"No son ni satán, ni tampoco Bambi".
Los tiburones, unas de las criaturas con más años habitando este planeta (unos 450 millones), sus legendarias mandíbulas, su enorme diversidad que se refleja en las alrededor de 370 especies conocidas, los no pocos mitos a su alrededor, el temor acrecentado por películas o historias de marinos y bañistas o sus sorprendentes hábitos reproductivos o migratorios, le dieron forma al primer Café Scientifique ITESO del año, la noche del martes 3 de febrero.
"Con los tiburones es muy difícil que alguien sienta empatía. La base de nuestras pesadillas son los dientes", afirmó Mario Jaime, biólogo marino adscrito al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para explicar la escasa protección que reciben a escala mundial estos peces cartilaginosos (no tienen huesos).
En los mares de México se registra una muy escasa protección a estos animales (el tiburón ballena es una excepción). Se calcula que el ser humano mata cada año alrededor de 200 millones de ejemplares. España ocupa el primer lugar entre los países cazadores, la mayoría de las ocasiones para cortarles la aleta, ingrediente principal de una sopa muy consumida en Asia.
Con un promedio de cinco muertes humanas al año por ataque de tiburón, Jaime subrayó que nosotros somos el peligro para ellos, y no al revés.
El experto recordó cuáles son las tres especies más peligrosas para el ser humano –las que acaparan prácticamente la totalidad de ataques a surfistas, bañistas o marineros– y compartió algunos datos científicos que demuestran cómo los tiburones se han sabido adaptar al mar, "un medio sumamente hostil", por ejemplo: algunos nadan hasta a 100 kilómetros por hora; al tiburón blanco le crecen cada año –y luego va desechando– unos tres mil afilados dientes; hay tiburones que practican la partenogénesis, es decir, hembras que tienen crías sin necesidad del macho; los hay ovíparos (ponen huevos), ovovivíparos (el embrión crece en un huevo dentro de la hembra y luego ésta da a luz a la cría) y vivíparos (pueden tener dos úteros); les fascina la sangre y, si detectan aunque sea una gota en el agua, experimentan lo que se conoce como "frenesí alimenticio"; la mordida de tiburón es la más poderosa del mundo, tres veces más que la de un león y 20 que la de un ser humano.
Los tres peligrosos
El tiburón "Tigre" o "Tintorera, el tiburón "Toro" y el tiburón "Blanco", este último el más peligroso de todos.
Estas son las especies de las que se tiene que cuidar el ser humano cuando ingrese a sus dominios. La mayoría de las veces, mencionó el biólogo, los tiburones ni siquiera le harán caso al bañista, pescador o buzo varón (93 por ciento de los ataques son a hombres), pero el chapoteo, una herida o una imprudencia pueden resultar mortales.
La revista National Geographic apunta que las posibilidades de morir de gripa son una entre 63, mientras que las de muerte por ataque de tiburón son de una entre tres millones 700 mil.
Después de hablar del gigantesco pariente prehistórico de los tiburones, el Megalodón (20 metros de longitud y 50 toneladas de peso), Jaime, doctor en Ciencias Marinas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y quien ha estudiado a los tiburones en lugares como la Isla Guadalupe o Australia, se declaró pesimista en relación con la protección que se les dará a estas especies en el futuro.
"Soy bien pesimista, la verdad. Soy misántropo, no confío en el ser humano", expresó el Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo 2012 por su libro Tiburones. Supervivientes en el tiempo e integrante del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste.
Su pasión por una divulgación que abarque al público en general, respondió a pregunta expresa, es igual a la que tiene por la investigación, ya que su temprano interés por la ciencia no nació después de leer un journal o revistas especializadas, sino gracias publicaciones como Muy Interesante o documentales de National Geographic vistos en la televisión.
Si quiere saber más sobre el Café Scientifique ITESO, puede ingresar a http://goo.gl/GtC40V, o seguirlo en Twitter como @CScientifique.
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