El derecho a la alimentación es el más violentado en todo el mundo
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El derecho a la alimentación es el más violentado en todo el mundo
El décimo primer número de "Clavigero" se adentra en el tema desde la agricultura, la normatividad nacional e internacional, la nutrición y la comercialización de alimentos.
Montserrat Muñoz
México es un país variopinto en climas, culturas, geografías y realidades sociales. Realidades como que más de 13 por ciento de la población infantil sufre desnutrición, mientras que uno de cada tres niños vive con obesidad o sobrepeso, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 (Ensanut MC 2016).
Es por esto que Clavigero, publicación editada por el Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social (Cifovis), el Departamento de Estudios Socioculturales (DESO), el Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES) y la Oficina de Publicaciones del ITESO, dedica un número al derecho a la alimentación adecuada, clasificado como el derecho fundamental más violentado en el mundo de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
"Todo el mundo come, de ahí la importancia de este tema. El derecho a la alimentación te permite tener todos los demás derechos. Hay algo muy triste, que es que la mitad de la gente en este país se va a dormir sin comer. Cuando hablamos de este derecho estamos hablando del hambre continua y cotidiana. No es un asunto técnico, sino más bien ético", compartió Jaime Morales Hernández, académico del Cifovis y uno de los coordinadores del número, durante la presentación del mismo realizada en Casa ITESO Clavigero el 22 de agosto pasado.
Roberto Paulo Orozco Hernández, académico del DPES del ITESO y también uno de los coordinadores de esta edición, comentó que este problema va más allá de la obesidad o la desnutrición.
"Ya es un problema civilizatorio. La agricultura es uno de los principales factores que están determinando el calentamiento global y si no cambiamos la forma de producir y en que consumimos los alimentos, nos vamos a extinguir en 50 años. Cómo comemos y qué comemos tiene mucho la culpa", mencionó.
El también coordinador del Observatorio del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada ¿Qué comemos? señaló que este organismo puede aportar esquemas para la sistematización, el análisis y la discusión de los datos, así como incidir en la sensibilización del tema en diferentes esferas.
"Queremos poner en la agenda pública el tema del derecho humano a la alimentación adecuada y llegar a los tomadores de decisiones, trabajando en conjunto con la cuádruple hélice (academia, gobierno, iniciativa privada y sociedad) para tomar acción", dijo.
En tanto, Laura Leticia Salazar Preciado, investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), resaltó que la alimentación y nutrición deben analizarse desde diversos enfoques, entre los cuales están el social, económico, político y de salud.
"El tener acceso a agua y alimentos seguros y de calidad nutricia es un reto latente en muchas comunidades y zonas geográficas de nuestro país. De igual manera lo es la gran cantidad de opciones alimentarias de alto valor calórico, como cadenas de comida rápida y tiendas de conveniencia tanto en zonas rurales como urbanas", mencionó la también integrante del observatorio.
"Esto muestra una situación urgente, incongruente e indignante en un país donde se produce una gran cantidad de alimentos con buenas características desde el punto de vista nutricional, y que ha sido desplazado por el consumo de alimentos altamente procesados y de poco valor nutricio, especialmente en las poblaciones más vulnerables del país", afirmó.
La académica dijo que es papel de la academia vigilar y desarrollar estrategias que coadyuven al cumplimiento de este derecho, y exhortó a los consumidores a hacer consciencia e involucrarse en iniciativas de políticas públicas, adquirir alimentos de productores locales y disminuir el consumo de productos procesados.
Con 13 textos de académicos e integrantes de la sociedad civil organizada, el décimo primer número de Clavigero invita al lector a informarse y a partir de ello a reflexionar y tomar acción participativa en la materia.
Acudieron a la presentación Víctor Flores, coordinador de la Feria de Productores; Laura Alcázar, de la cooperativa de consumo consciente MILPA, y Felipe Iñiguez, integrante de la Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias (RASA) y del comité de certificación participativa El Jilote.
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Nutrición y Ciencias de los Alimentos