Los discursos de odio degradan el derecho a la libertad de expresión
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Los discursos de odio degradan el derecho a la libertad de expresión
El Comité Interdireccional para la Igualdad de Género y la Comisión para Atender Asuntos de Género del ITESO organizaron el seminario "Discursos de odio y conflictos de género en redes sociales: ¿qué nos toca como comunidad universitaria?".
Judith Morán
El discurso de odio cancela la posibilidad de negociación, ya que la reduce a una ecuación de bandos antagónicos "en la que forzosamente uno de estos bandos tiene la verdad", señaló Alina Peña, académica del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO, en el webinar "Discursos de odio y conflictos de género en redes sociales: ¿qué nos toca como comunidad universitaria?", organizado por el Comité Interdireccional para la Igualdad de Género y por la Comisión para Atender Asuntos de Género del ITESO.
La profesora añadió que los discursos de odio impactan "un escenario social en el cual es imposible la política y eso me parece peligroso. Va en contra de lo social", añadió.
Pedro Reyes, SJ, integrante de la Comisión para Atender Asuntos de Género, agregó que el discurso de odio propone estrategias que buscan quitarle el carácter de interlocutores válidos a las personas o a los grupos que quieren hacer valer asuntos que les parecen importantes.
Por eso, dijo, se crean estereotipos para descalificar a las personas, incluso antes de ser escuchadas en la arena política.
En ese sentido, Peña ejemplificó con la palabra "feminazi", que descontextualiza lo que es el nazismo y reduce lo que son los feminismos, además de que cosifica a las personas que concuerdan con el feminismo.
Reyes recordó que la libertad de expresión "es un reclamo que viene desde grupos determinados a los que se les ha negado esa participación en la esfera política, y esa característica no abandona a la libertad de expresión como derecho humano".
Alejandra Pedroza, periodista e investigadora, dijo que el discurso de odio invalida o descalifica "a las personas por lo que son o por lo que les define, esto puede ser por religión, nacionalidad o género. Entonces aquí salta la pregunta: ¿por qué ocuparnos del discurso de odio en términos de género? La violencia contra las mujeres tiene distintas formas en las que la vemos materializada. Puede ser sexual, física o verbal, y el canal para la violencia verbal es el discurso de odio".
La periodista destacó que al identificar ese tipo de discursos se previenen otras formas de violencia. "Al prevenir discurso de odio estamos previniendo la normalización de la violencia, estamos atacando un ambiente de violencia en general".
En cuanto a los discursos de odio en redes sociales, Peña señaló que han devenido en un diálogo de sordos y en el abaratamiento del derecho a la libertad de expresión, porque ésta "se termina cuando de por medio va la dignidad de alguien".
"Las redes sociales son un arma de doble filo, cuando entramos a Twitter o Facebook y nos embalamos en alguna discusión el punto de encuentro se pierde. Se cancela cualquier posibilidad de construcción política. El gran desafío para las redes, para nosotros y la universidad es cómo salir del impasse de la polarización", destacó.
Para Reyes "nuestras universidades deben seguir siendo espacios que respeten el principio fundamental de buscar promover el consenso, pero respetando el disenso".
Recordó que las universidades nacieron como organizaciones de estudiantes y profesores que se declaraban libres para discutir los problemas de la vida pública. .
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