Primero se define qué problemas son relevantes; después se investigan

Adriana López-Acosta

Con casi 60 años de vida, la Universidad Jesuita de Guadalajara ya no puede ser considerada solamente como una institución abocada a la docencia.

"La investigación en esta universidad privada no sólo es pertinente, sino fundamental para el desarrollo de su vocación de búsqueda de la verdad, de analizar la realidad que nos rodea y de ofrecer alternativas", declaró David Velasco, SJ, académico del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Dsoj) del ITESO.

De acuerdo con lo citado por Velasco, en el Informe del Rector 2014 se reportaron nueve programas formales de investigación, 93 profesores con encargo de investigación — 27 de los cuales pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) — y 116 proyectos en proceso.

"Tenemos que meter en criba cuánto de eso que tenemos instalado y producido es fruto de esa sensibilidad a los graves problemas que nos rodean", instó el investigador del SNI.

Acompañado por Jorge Narro, académico del Centro de Formación Humana (CFH), el jesuita cerró las actividades de este semestre del ciclo Pensamiento Jesuita sobre la Actualidad, con el tema "De la pertinencia de la investigación, a la investigación pertinente", la cual se llevó a cabo el jueves 19 de noviembre en la terraza de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ.

En opinión de Velasco, hay una tarea pendiente: generar equipos de trabajo verdaderamente interdisciplinarios con la capacidad de desembocar, por ejemplo en Proyectos de Aplicación Profesional (PAP).

"Es, en parte, responsabilidad de los investigadores el que podamos socializar lo que investigamos, y no sólo eso, sino también identificar inquietudes de los compañeros de las Unidades Académicas Básicas (UAB), de departamentos o centros", dijo.

Recordó que un investigador, en palabras de Peter Hans Kolvenbach, SJ —quien fuera Superior General de la Compañía de Jesús—, debe preguntarse en dónde tiene puesto el corazón.

Velasco también citó al actual Superior General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, SJ, quien les ha pedido a los académicos preguntarse para qué y para quiénes investigan, cómo compartir dicho trabajo y quiénes resultan beneficiados.

Las problemáticas van primero

Para dar luz a la investigación pertinente en el ITESO, Velasco enunció dos fuentes: el documento de la Promoción de la justicia en las universidades de la Compañía de Jesús, en el cual se establecen seis características de la investigación: se realiza desde los pobres y para los pobres, es interdisciplinaria, tiene contacto con obra social dentro y fuera de la compañía, colabora en redes internacionales y tiene propuestas incidencia política.

La segunda fue la propuesta de la Universidad Católica de Córdoba, en Argentina, que establece cuatro áreas de problemas a investigar: marginalidad, discriminación y derechos humanos, salud pública, medio ambiente y desarrollo sustentable, y prácticas institucionales y políticas públicas.

"Para avanzar y caminar a esa investigación pertinente en el ITESO, lo primero no son las investigaciones y los investigadores, lo primero son las problemáticas. Hay que establecer qué problemáticas de nuestra región tienen mayor relevancia".