Información para la toma de decisiones

Judith Morán

"Muchas veces en la investigación parece que la gente no está dentro de los números", señala Rodrigo Villalpando, egresado de Ingeniería Ambiental, al hablar de los resultados de la investigación en la que participó desde el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) "Proyectos de impacto socio-ambiental, cartografía ambiental".

La investigación fue dirigida por David Rizo, académico del ITESO, para su tesis del Doctorado en Recursos Hídricos y Medio Ambiente, en la Universidad de Málaga, España. Para ello Rodrigo y David trabajaron a distancia.

Rodrigo desarrolló un programa para manejar grandes volúmenes de datos en el que vació la información de 45 años de las 154 estaciones meteorológicas ubicadas a lo largo del río Santiago.

"La cuenca es muy importante. Siete millones y medio de personas habitan en este lugar", razón por la que afirma que "cada número que se toma tiene que ver con una persona. Ese dato de lluvia está relacionado con las personas que viven alrededor y cómo les puede afectar".

Villalpando presentó su trabajo en el foro Innovation Match MX, que se realizó en Expo Guadalajara el año pasado. Y aunque no tenía entre sus planes inmediatos estudiar una maestría, ganó una beca para estudiar un posgrado en Ingeniería Civil, en la Universidad de Memphis, Estados Unidos.

¿Qué descubrimientos hicieron durante la investigación?

Nos dimos cuenta, por ejemplo, de que la precipitación aumenta al disminuir la altura. En otras cuencas llueve más donde más altura hay, por ejemplo, hacia las montañas, y en este caso no, llueve más mientras se está cerca del mar.

El año más húmedo fue 1992 y el año más seco fue 2011. A partir de estos datos podemos sacar índices de sequías y ver dónde puede haber problemas de este tipo y dónde le debo avisar a la gente que tenga cuidado.

¿Qué otros usos se le puede usar esta información?

Decir al gobierno, instituciones y ONG que enfoquen sus recursos a esta zona porque es la que puede tener problemas. Lo interesante es que todos esos números se pueden proyectar en mapas y ver las zonas que tienen o no peligro.

Una buena base de datos te permite hacer una buena investigación y con ella, ahora sí, puedes involucrar a la gente, al gobierno, a todos para tomar decisiones sobre el manejo y gestión de la cuenca y del agua.