Apuestan por incluir el bienestar humano en el desarrollo
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Apuestan por incluir el bienestar humano en el desarrollo
Convertir las evaluaciones de impacto ambiental en una herramienta para la planeación fue la propuesta que estudiantes hicieron a la Semadet.
Judith Morán
Antes de comenzar con la construcción de la línea 3 del tren ligero se presentó una evaluación de impacto ambiental como parte de los trámites que deben realizarse ante la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco (Semadet). Este y otros proyectos como la construcción de una carretera, una presa o un nuevo desarrollo urbano, por ejemplo, deben cumplir con este requisito.
A decir de Javier Clausen, académico del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales del ITESO, las evaluaciones de impacto son un trámite que no se hace bien en México, pero en Jalisco eso podría cambiar.
La Semadet se acercó al ITESO para replantear la manera en la que se hacen las evaluaciones de impacto y los resultados fueron expuestos en la conferencia anual de la Asociación Internacional para Valoración de Impacto (IAIA, por sus siglas en inglés) en Florencia, Italia, en abril de 2015.
Grace Gómez Quiroga, Rafael Chávez García Silva y Alejandra Torres Rodríguez, alumnos de Ingeniería Ambiental trabajaron desde agosto de 2014 en la propuesta junto con Clausen, en el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) "Proyectos de impacto socio-ambiental".
"La Semadet tiene interés de mejorar el sistema de evaluación de impacto, quiere cambiar el reglamento, (lo cual) solamente es una parte de todo el trabajo que se tiene que hacer para que la evaluación de impacto ambiental deje de ser un trámite y sea una herramienta efectiva para la planeación y gestión", señala Grace Gómez.
El cambio va desde un entendimiento más complejo de lo que la Ley General de Equilibrio Ecológico define como ambiente, dice Rafael Chávez. El ambiente está integrado por cuestiones culturales, sociales, etcétera, y deben incluirse en las evaluaciones de impacto.
"En la evaluación que hicimos vimos que desde el nivel de los consultores se están haciendo trabajos muy básicos, se quedan muy cortos al alcance de ciertos impactos", señala Rafael y va más allá: "Ahora quien le paga al consultor es el promovente del proyecto y le conviene que le aprueben la evaluación, aunque no necesariamente tiene que ser eso un ciclo vicioso, aquí (en México) sí lo es".
Las consecuencias de un proyecto o plan deben construirse con los afectados y expertos, no sólo el consultor que puede o no saber del tema, esa es la visión que se tiene en la IAIA, señala Clausen.
"En otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que México es integrante, antes de planear y pensar se trata de ver qué consecuencias va a tener (un proyecto) en el ambiente, en la gente, en la salud, en la cultura, y eso es complicado porque es hacer futurología", dice el académico.
"El objetivo del PAP es empezar a llevar a Jalisco a tener un sistema que se acerque a esto. Estamos empezando".
En Chile un proyecto similar llevó cuatro años y costó 2 millones de euros, en Paquistán les tomó nueve años de planeación y cuatro de ejecución.
- ¿Cuál debería ser la ruta para abrir, por ejemplo, una mina?
Grace Gómez: Hay cuestiones de forma que se pueden mejorar, porque está la discusión en algunas conferencias de la IAIA de cuál es la mejor manera de presentar la información para los tomadores de decisiones y no es entregar un reporte de miles de páginas, sino usar sistemas de información geográfica y presentar de otra manera la información estadística. Por otro lado, sería el producto de un proceso participativo y no una enumeración infinita de cosas que no complejiza, que enumera el ambiente en vez de entenderlo, explicarlo y comprender cómo lo que propones va a afectarlo.
Javier Clausen: La pregunta que va arriba es ¿hace falta una mina? Es una pregunta estratégica. ¿Por qué ahora y ahí? ¿Qué gana la comunidad? ¿Qué gana el estado? Generalmente la justificación es que va a dar empleo y le deja dinero al estado, pero ¿empleo para quién? ¿Va a generar migración inducida como las presas? ¿Necesitamos una mina? Entonces, empieza desde el territorio, desde el sector, desde evaluar las consecuencias de la actividad minera en determinado lugar.
Y luego, la estimación de cuáles pueden ser los problemas se hace de manera participativa con la gente que puede ser afectada y con los que saben del tema.
La evaluación de impacto incluye cosas sociales como negociación de la aceptación, las compensaciones, el trabajo con mujeres y a quién le vamos a dejar los beneficios de que haya una mina.
Rafael Chávez: Es importante que en ese reporte también se establezcan alternativas de decir, ¿qué pasa si cambio esto en el diseño? ¿Qué pasa si cambio esto otro? Que sea un instrumento para que quien tenga el poder de tomar la decisión diga toda esta evaluación me sirve para decir qué no pasa, o vete por la opción C que es la mejor con estas mitigaciones extra.
Javier Clausen: Puede que diga con esas condiciones yo no la voy a explotar (a la mina). Y eso a la vez resuelve conflictos ambientales.
Además, dice Rafael, se debe identificar cómo se mitigarán los impactos a largo plazo de la obra, como podría ocurrir en la separación de basura o el trabajo en horas en las que no se afecte a la fauna del lugar.
Para Grace Gómez su participación en el congreso en Florencia fue la corroboración de que lo que el equipo está intentando hacer en Jalisco ya se está discutiendo a nivel internacional, aunque en el país todavía no se toca el tema.
El equipo encontró proyectos similares al que ellos propusieron como en Paquistán, donde la apuesta fue generar capacidades, de conocimientos en instituciones y consultores para el bienestar humano, incluso con nuevas herramientas de evaluación a la salud.
"Lo que está en juego aquí en este tipo de planeación al final sí es el bienestar humano, entonces no es incorporar ambiente a la evaluación sino bienestar humano a desarrollo", dice Grace.
En el trabajo del PAP también involucraron a funcionarios de la Semadet. Rafael cuenta que de alguna manera comenzó la generación de capacidades, "leímos un montón (sobre sistemas de evaluación de impactos) y algo muy enriquecedor fue estar hablando con el director de impacto ambiental directamente acerca de estas lecturas".
- ¿Qué cambios esperan con su propuesta?
Grace Gómez: El primer cambio que ya se está logrando es que se den cuenta de cómo se dan las cosas en el resto del mundo y que sí es posible caminar para allá.
Rafael Chávez: A partir de eso hay que darse cuenta que cambiar el reglamento no es todo, y ya hemos tenido reuniones con la titular de la Secretaría (Magdalena Ruiz) y le gusta la idea. Lo que seguiría es cómo (las propuestas) se van a ir haciendo realidad.
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