Las mujeres viven la migración de una manera más vulnerable y menos visible
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Las mujeres viven la migración de una manera más vulnerable y menos visible
Mauricio Gaborit, académico de la Universidad José Simeón Cañas, presentó un estudio sobre el paso de migrantes de El Salvador por México.
Judith Morán
El Instituto Nacional de Migración (INM) y la policía federal y municipal son señalados por los migrantes centroamericanos como las figuras que más violentan sus derechos y los extorsionan, según una investigación que presentó Mauricio Gaborit, académico de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador, en el marco del coloquio "Abriendo caminos para la hospitalidad", dentro del Encuentro de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica y Norteamérica en el ITESO.
"(Además) el INM tiende a desanimar a las personas para tratar de que soliciten su condición de persona refugiada", afirmó el 3 de noviembre pasado en el Auditorio M ante representantes de la red e integrantes de la comunidad universitaria.
Gaborit abordó el fenómeno migratorio desde lo que relatan los migrantes de El Salvador que han sido deportados en su intento por llegar a Estados Unidos, historias que tienen como punto en común la violencia.
En el estudio, en el que se analizaron los datos de repatriación de 64 mil salvadoreños entre 2012 y 2013, se muestra que dos de cada tres migrantes salvadoreños cumplieron con los estudios de nivel básico, pero que los índices de migración de profesionales han ido en aumento no sólo por razones económicas, también por la inseguridad por las pandillas.
"Las pandillas en El Salvador tienen una red tan efectiva que las personas no consideran la migración interna", relató el también director del Departamento de Psicología Social de la Universidad Simeón Cañas tras señalar que hay pocas denuncias contra el crimen organizado puesto que la policía sólo les brindará ayuda por un tiempo limitado y las pandillas "tienen todo el tiempo del mundo".
Con un par de mapas, el académico mostró que las zonas de El Salvador con mayor número de personas que migran coinciden con los sitios donde hay más asesinatos.
La migración de las mujeres se entiende poco
La mayoría de los repatriados son hombres. Las mujeres, al ser minoría, generalmente no son visibilizadas. "La migración de mujeres se entiende poco, y la forma en que es tratada la mujer es muchísimo más violenta que la forma en que se trata a los hombres, tanto por los polleros como por los personeros del gobierno de México", dijo.
Gaborit señaló que las mujeres creen que en su trayecto de migración están expuestas a la violación y toman medidas para no embarazarse. "Entonces bajan la guardia y creen que van protegidas, pero contra la violencia no hay protección".
El académico narró algunos testimonios de mujeres que sufrieron agravios durante varios días.
Al hablar de las extorsiones por parte de las pandillas, Gaborit denunció que mientras los hombres reciben amenazas para ser reclutados, la extorsión a las mujeres salvadoreñas tiene una connotación sexual para que se conviertan en parejas de un miembro de la pandilla o le sean fieles a una ex pareja. "Al negarse o decidir no continuar saben que su vida peligra, entonces ellas tienen que salir (del país) en una situación de extrema vulnerabilidad", al no tener un plan ni medios económicos para salir de El Salvador.
Agregó que cuando las mujeres salvadoreñas deciden migrar ya han sido víctimas de abuso sexual y físico, muchas veces por años, y el detonante para salir del país es cuando tienen la certeza de que si no lo hacen serán asesinadas.
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