Involucrar a la comunidad es clave en el emprendimiento social
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Involucrar a la comunidad es clave en el emprendimiento social
Tina Marie Facca-Miess, académica de la John Carroll University, compartió con alumnos de la Escuela de Negocios ITESO la importancia de emprender respetando la dignidad humana y el bienestar común.
Adriana López-Acosta
Lo que más le ha llamado la atención a Tina Marie Facca-Miess de su experiencia en el Verano Internacional ITESO 2017 es que encuentra pocas diferencias entre los estudiantes de esta casa de estudios y los de la John Carroll University, institución estadounidense confiada a la Compañía de Jesús de la que es profesora desde hace seis años.
"Esto es lo valioso de la red y de la pedagogía ignaciana en el mundo. Las cosas que digo en mi clase en Cleveland son las mismas que digo en el salón del ITESO. También son las mismas que puedo compartir cuando enseño en campos de refugiados en Kenia (mediante el trabajo que se realiza desde la red Jesuit Worldwide Learning), donde les enseño de emprendimiento social", dice la profesora.
Del 22 de mayo al 2 de junio, Facca-Miess, quien funge como directora del Programa de Administración de Organizaciones sin Fines de Lucro de la John Carroll University, impartió la materia "Social entrepreneurship for sustainable social change" a estudiantes de la Escuela de Negocios ITESO, compartiendo el aula con Pilar López, profesora de esta casa de estudios.
Para Tina Marie esta experiencia en México la anima a continuar compartiendo, por medio de la enseñanza, las nuevas formas y modelos de negocio centrados en la persona. "Hablamos el mismo lenguaje porque compartimos esta pasión por el ser humano".
Tina Marie Facca-Miess durante su clase en el Verano Internacional ITESO 2017.
Para quienes no estén familiarizados con el concepto, ¿qué es emprendimiento social?
El emprendedor social intenta resolver un problema con su trabajo, pero este es en beneficio de una comunidad o una problemática social específica. En lugar de quedarse con las ganancias, las regresa a la empresa, organización, integrantes y personas a las que ayuda a encontrar la solución.
Por ejemplo, si eres una persona con una discapacidad, el emprendedor social trabajará contigo. Eventualmente, este "cliente" se involucrará con la empresa, a tal punto que él o ella se integrará en más que en el proceso de compra.
¿Desde cuándo inició este nuevo modelo de negocio?
Empezó a escucharse mucho más en los años setenta y ochenta. El gran salto fue cuando Muhammad Yunus (emprendedor y líder social en Bangladesh) ganó el Premio Nobel de la Paz en 2006 por sus esfuerzos de crear desarrollo social y económico desde la última escala socioeconómica.
Yunus conectó de manera muy concreta los negocios con la sociedad y esta idea de entregar a las personas un micro financiamiento para comenzar.
Generalmente, estas compañías dependen de fondos públicos para subsistir, ¿es correcto?
En este modelo es lo contrario. Se busca no depender de filantropía externa o de fondos gubernamentales. Se trata de ser autosustentables, y por eso el que las personas que se benefician participen con las organizaciones es vital, con un intercambio valioso para el donador y el beneficiario.
¿Qué ejemplos de emprendimiento social destacan para ti?
El Global Social Benefit Institute, de la Universidad de Santa Clara (también confiada a la Compañía de Jesús), que ayuda a emprendedores con asesoría empresarial, es un ejemplo de ecosistemas alrededor de estas empresas, y de profesionalismo en la preparación.
¿Qué es lo primero que debe tener en mente alguien que quiere emprender en esta rama?
Encuentren un objetivo que les apasione. Si no se tiene ese elemento, es imposible que sea un proyecto de largo alcance. Identifiquen sus recursos y no dejen de incluir un espacio para la reflexión de por qué hacemos las cosas.
Es importante siempre tocar base con los valores de la dignidad humana, el bien común, la solidaridad. Hay que trabajar con estos conceptos para identificar el problema social que se quiere resolver.
Colaboren siempre con otros. En lugar de ser competidores, como lo dicta la tendencia capitalista, encuentren la manera de complementarse. La colaboración es la nueva respuesta a los negocios.
Por último, disfruten la ambigüedad de este trabajo, porque no será de escritorio seguro y cómodo. Habrá cosas que no podrán entender al principio, pero se trata de seguir adelante y, con suerte, encontrarán personas que compartan su visión.
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