El conocimiento hoy está en Internet
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El conocimiento hoy está en Internet
En México las instituciones educativas no aprovechan el uso de teléfonos celulares inteligentes para gestionar la educación.
Judith Morán
"Un fantasma recorre el mundo y desde abajo se está imponiendo", dice Edgar Altamirano Carmona al hablar del uso de la internet como una herramienta de gestión de conocimiento para estudiantes, profesores y profesionistas.
Cuando quiere situar la importancia del aprendizaje en red, Altamirano Carmona tiene una experiencia que contar: "En una charla en un colegio de bachilleres me encontré con un profesor que me dice que da clases de reparación de licuadoras viejas. Me pregunta: ‘¿Para qué me sirve la internet?' Empezamos a buscar y aparecieron los planos de licuadoras viejas, desactualizadas. Él abre los ojos y dice: ‘¿Se pueden imprimir?'".
El académico de la Universidad Autónoma de Guerrero señala que el conocimiento de cualquier área está distribuido en la internet. "Cada dos años la cantidad de información y conocimiento se duplica. Por ello en esta época tenemos que practicar el aprendizaje permanente (long life learning)".
La ruta del aprendizaje en línea tiene dos vías: individual y el colectiva. La primera se conoce como entorno personal de aprendizaje o Personal Learning Enviroment (PLE, por sus siglas en inglés); la colectiva se realiza por inmersión, donde el aprendizaje es resultado de una interacción social.
Altamirano Carmona estuvo al frente del taller "El profesionista conectado", en el marco del XXI Simposium de Educación que se realizó en febrero pasado en el ITESO.
Los profesionales hoy están obligados a saber cómo trabajar en la internet, ese "lugar" en el que han estado más de cuatro mil millones de habitantes al menos una vez. Según las estadísticas, "dos mil 500 millones son usuarios cotidianos de la internet, uno de cada tres habitantes del mundo", señala.
¿Cómo se puede gestionar el aprendizaje después de la universidad?
"Se lleva a cabo en la internet con las comunidades de aprendizaje y práctica que son lo que antes conocíamos como asociaciones de profesionistas, esas están pasando a la internet y además son masivas. Es una manera de mantener ese contacto con la gente de tu profesión y de poder compartir, aprender y conocer".
En la conceptualización de Graham Attwell, integrante del proyecto de Educación Abierta de la Comisión Europea, el PLE supone un cambio no sólo en la manera en que se usa la tecnología en la educación, también en la filosofía de la educación ya que el proceso implica mayor responsabilidad e independencia por parte de quien busca aprender.
¿Cuál es la situación de México frente a otros países en cuanto a gestión de aprendizaje en red?
"Estamos atrasados porque en Europa ya se está trabajando el aprendizaje móvil, en los posgrados te dan una tablet y va toda la información del posgrado. Los tiempos y lugares para trabajar ya no son exclusivos del aula".
La experiencia de integrar dispositivos móviles en procesos de enseñanza formal no se limita al hecho de poder tener a la mano el material de consulta. Tal es el caso del Departamento de Biología de la Universidad de Yale donde en 2012 se lanzó un programa en el que los alumnos, en lugar de ver las imágenes de las células en un libro electrónico, conectan sus tabletas a un microscopio digital lo que les permite guardar y hacer apuntes de una imagen en vivo.
Invertir la pirámide de inversión de uso de la internet
En los talleres que imparte, Altamirano Carmona promueve entre profesores el uso de recursos disponibles en la internet, pero ve un obstáculo en su divulgación: "Hay un problema importante, y esto ocurre incluso en Europa: los funcionarios de la educación y líderes académicos son los que tienen más retraso en la incorporación de la internet para aprender y trabajar".
En México el 64 por ciento de los usuarios de la internet tiene entre 12 y 34 años de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de Información en los Hogares del 2012, que publicó el INEGI.
¿Hay condiciones para invertirla?
"Es una batalla perdida pero hay que darla. Con un solo (profesor) que uno consiga integrar (al uso de la internet) ya es una satisfacción. La gente es reacia porque así se formaron".
Añadió que "cada vez hay más profesores de bachillerato y secundaria que trabajan con blogs". Aunque confía en que el cambio de la pirámide ocurrirá, Altamirano considera fundamental el papel de los profesores para conseguirlo.
"Antes se decía ‘necesito tecnologías para comunicar e informar', eso ya no es suficiente, ahora se llaman Tecnologías para el Aprendizaje y la Gestión (TAG). Es decir, administración de conocimientos en la internet, saber trabajar colaborativamente, enseñar a los alumnos a generar conocimiento y dejarlo en internet, lo que algunos llamamos el conocimiento conectivo", dice.
¿De qué herramientas puede apoyarse un profesor?
"Hay infinidad de herramientas que cambian todo el tiempo, por lo que (el profesionista) debe aprender la lógica de las herramientas. El profesor debe elegir con las que se sienta más cómodo y que se acomoden para hacer lo que él quiere que los alumnos conozcan.
"Si va a transmitir videos educativos el profesor tiene que saber cómo se administran los videos en internet, los tipos de formato que hay, las plataformas para compartir, restricciones sobre copyright".
En sus talleres, Altamirano Carmona acerca a maestros y profesionales a las primeras herramientas de las que pueden echar mano para iniciar su red de aprendizaje personal.
Hoy se habla del uso de social software, como los wikis y blogs, para compartir información y cuya principal cualidad es terminar con la división entre productores y consumidores.
"Consumidores se convierten en productores, a través de crear y compartir", dice Attwell en su ensayo Entorno personal de aprendizaje – ¿El futuro del eAprendizaje?
Para Attwell un aspecto interesante del uso de tales herramientas es que esas comunidades extienden ‘su periodo de vida' más allá del tiempo que dura el curso.
Estar inmersos en la red es lo más importante a la hora de habilitarse en el aprendizaje permanente, según Altamirano Carmona.
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