Una guía para la búsqueda efectiva de personas desaparecidas
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Una guía para la búsqueda efectiva de personas desaparecidas
Un panel de expertos presentó en Casa ITESO Clavigero las 16 máximas que tienen por objetivo consolidar las buenas prácticas en esta labor.
Montserrat Muñoz
Piensa en la persona que más quieres. Imagina que quedas de ver a esa persona en algún sitio y que cuando llegas no está. La esperas unos minutos, decides llamarla, es muy raro que no conteste el celular. Marcas con insistencia. Preguntas a la gente del lugar si han visto a tu ser querido, intentas recordar qué ropa traía puesta. Decides dar una vuelta por la zona y empiezas a llamar a sus amistades, a cualquiera que pueda saber algo de él o ella. Ya pasaron seis horas. Su celular ya no suena, te manda a buzón. Llega la noche y sabes que no la va a pasar en casa.
¿Cuándo iniciar la búsqueda? ¿Inmediatamente o cuando la agenda de las autoridades lo permita? ¿Aceptarías que al denunciar la desaparición, el Estado te dijera que esa persona ‘en algo andaba' y que por eso se la llevaron? Al pasar el tiempo, ¿dejarías de buscar o buscarías hasta encontrarla? ¿Esta búsqueda debería costarte la vida?
Esta es la situación de miles de familiares y amigos que han vivido la desaparición de un ser querido. En un esfuerzo por mejorar los mecanismos, procedimientos y métodos de búsqueda, el Comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) emitió en abril de este año los Principios Rectores para la Búsqueda de Personas Desaparecidas.
La Casa ITESO Clavigero fue el escenario en el cual se presentaron, el pasado 27 de agosto, estos principios en el estado de Jalisco, uno de los que registran más desapariciones.
Rainer Huhle, ex integrante del CED, señaló que el documento, integrado por 16 puntos, se basó en la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, ratificada por México en 2008.
"Queremos que sea una orientación para las autoridades, tienen aquí un instrumento de derechos humanos. Pero también se dirige a los familiares para que tengan un texto que explique cuáles son los derechos que ustedes tienen", comentó el experto.
Huhle destacó que el documento está escrito en un lenguaje técnico pero que resulta accesible a todos. Aplaudió la iniciativa de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para imprimir el librillo que contiene los principios, mismos que también están disponibles en línea.
Alejandra Nuño Ruiz Velasco, directora del Centro Universitario para la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ (CUDJ) del ITESO, destacó la participación de colectivos y organizaciones de la sociedad civil en la construcción de estos principios, que se espera lleguen a manos de las autoridades relacionadas con este problema.
El contexto de desapariciones en Jalisco
Durante los primeros cinco meses de 2019, dos mil 175 personas fueron reportadas como desaparecidas, de las cuales mil 404 continúan sin ser encontradas. "Eso significa que durante 2019 en Jalisco han desaparecido aproximadamente 14 personas al día y no se ha podido encontrar al 65 por ciento de ellas".
Así lo informó Anna Karolina Chimiak, coordinadora del área de Incidencia del Centro para la Paz y el Desarrollo (Cepad), quien agregó que, a pesar de medidas como la creación de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, la reactivación de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas y el diseño de la estrategia integral para la atención a víctimas de desaparición en Jalisco, aún hay deficiencias importantes en los procesos de búsqueda e investigación que contribuyen a la impunidad.
Lamentó que solo existan dos sentencias condenatorias en la materia, lo cual denota que los avances se han mantenido a nivel del discurso político y mediático. Coincidió con otros panelistas en la necesidad de contar con una ley estatal en materia de desaparición que trabaje en consonancia con la ley federal y que tome en consideración los estándares internacionales, entre ellos los principios rectores para la búsqueda de personas desaparecidas.
Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), reiteró que Jalisco es un estado afectado por las desapariciones, pero que también se ha caracterizado por contar con colectivos y organizaciones muy bien articulados.
"Estos principios son una oportunidad de regresar a las familias lo que proviene de ellas. Se nutren de experiencias de todo mundo, particularmente de América Latina, en especial de México y Colombia, para decir cómo se debe buscar y cómo no se debe. ¿Por qué se necesita escribir principios tan obvios? Porque en la práctica no ocurre así", lamentó el funcionario.
Emanados de la empatía
"Los principios rectores son producto de la empatía y el sentido común: la búsqueda debe respetar la dignidad humana, debe iniciarse sin dilación, debe realizarse en condiciones seguras, es una obligación permanente", afirmó Esperanza Chávez, representante del colectivo Por Amor a Ellxs, quien desde hace poco más de cinco años busca a su desaparecido hermano, Miguel Ángel Chávez Cárdenas.
Años antes, el 17 de enero de 2011, dio inicio el calvario para Blanca Arana y su familia. Ese día desapareció José Luis Arana Aguilar, su hermano. "A nosotros nos parece obvio que cuando llegamos al Ministerio Público corran a buscar a nuestro familiar, pero lo primero que hacen es enviarnos al Servicio Médico Forense (Semefo) —ahora Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses—, a buscar si ya está entre los muertos. Exigimos que se les busque con vida", dijo la integrante de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (Fundej), con voz entrecortada.
Arana Aguilar recordó el segundo principio rector, que indica que la búsqueda debe respetar la dignidad humana. Sin embargo, afirmó que esto no sucede.
"Quienes hemos estado escarbando con nuestras propias manos, buscando rastros, y hemos tenido el infortunio de encontrar pedazos de cadáveres o evidencias, nos damos cuenta", mencionó.
"(Mi hermano) no aparece y tiene ocho años y medio sin aparecer. Al revisar este enorme trabajo de coordinación, me pregunto si con esto hace ocho años hubiéramos tenido mayores posibilidades de localizar a mi hermano. Esto nos va a ayudar a saber cómo buscarlos, pero necesitamos algo para que ya no sigan desapareciendo", urgió Blanca Arana Aguilar.
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